Isaac:
Habíamos pasado los dos últimos días buscando a Ana sin éxito alguno. Buscamos por todo el pueblo, Sean y Scott se habían ido al bosque a rastrear los al rededores pero no encontraron a nadie. Yo seguía con el coche de Sean con Skylar dando vueltas por todos los lados del pueblo mientras Scott y Sean intentaban buscar a Ana en el bosque.
Mi movil sonó con la canción favorita de Ana, paré el coche como un tiro haciendo que Sky se asustara. Saqué el móvil del bolsillo y lo cogi sin ni siquiera mirar el número.
-¿Isaac? Soy Scott, ven al bosque. Ya. Al descampado donde se suelen hacer los campamentos.-dijo y con la misma colgó.
-¿La han encontrado?.-me preguntó Skylar muy seria.
-No lo se, ahora lo comprobaremos.-me limité a contestarle.
Encendí el coche de nuevo y nos dirigimos al bosque.
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Por fin habíamos llegado. Apagué el coche y me baje de el como un rayo. Distinguí las siluetas de Scott y Sean y corrí hacia ellos con Skylar detrás de mi.
-¿La habéis encontrado?.-pregunté
-No, pero hemos encontrado dos rastros de strigoi en esta zona.-dijo Scott serio.
-Sean, me quiero ir de aquí.-comentó Skylar, nadie le hizo caso.
-¿Creéis que los Strigoi le han hecho algo a Ana?-pregunté preocupado. El simple hecho de pensar en que alguien había hecho daño a Ana me provocaba una ira descontrolada y un sudor frío en la espalda que me ponía mas furioso aun.
-No, todo lo contrario. Los strigoi van siempre juntos, tienen como su propia manada.-comento Sean.
-Sean, por favor. Llévame a casa, no quiero estar aquí.-dijo Skylar, su tono se había vuelto más hostil. Al ver que nadie le hizo caso se dio media vuelta hacia el coche y se metió en el.
-¿Que le pasa?.-preguntó Scott.
-Aquí murieron nuestros padres.-dijo Sean sin expresar la más mínima emoción.
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Intentamos seguir el rastro con la esperanza de que Ana fuese una de los que lo habían dejado. Pero la búsqueda fue en vano, alguien se había encargado de alimentar el rastro para evitar que les siguiesen.
Scott, Sean y yo nos metimos en el coche donde Skylar se había quedado dormida.
Ya serian las dos de la mañana y todos pensamos que era una perdida de tiempo intentar buscar a Ana cuando ni siquiera podíamos ver por donde íbamos.
En el coche íbamos todos callados, sin decir ni una palabra. Sean, que era el que conducía fue relentizando la velocidad.
-¿Veis eso?.-preguntó con el ceño fruncido.
-Más o menos.-contestó Scott.
-Os recuerdo que yo sigo siendo un beta y mi visión no es tan perfecta como la vuestra.-contesté molesto yo.
De repente, mientras el coche caminaba lentamente, los faros de este iluminaron la silueta de alguien que caminaba encorvado, abrazándose para evitar el frío a pesar de que temblaba como una gelatina, cojeaba ligeramente y su ropa estaba hecha un desastre. Mientras mas nos acercábamos nos dimos cuenta de que era la silueta de una chica... Cubierta de sangre.
Sean frenó de golpe haciendo que Scott y yo nos asustásemos y Skylar se despertase. Salió del coche corriendo hacia la chica, la mire bien, había niebla y no podía ver tan claramente como los alfas por los que iba acompañado. Intenté forzar la vista lo máximo posible y vi que la chica iba descalza y... Tenía un colibrí tatuado en el tobillo.
-¡ANAA!.-grité con todas mis ganas. Fui a salir del coche pero Scott trancó las puertas.
-Isaac, espera. Sean es su hermano, tal vez el la calme.-contestó Scott. Mire a Skylar que observaba con los ojos como platos a sus hermanos.
El cuerpo de Sean me impedía ver bien a Ana, no podía ver su cara, solo veía parte de su pelo estofado por el frío y la humedad.
Sean se apartó ligeramente y conseguí verle la cara a Ana. Tenía los ojos negros y la boca llena de sangre, que le embadurnaba todo el cuerpo.
Ana apartó la mirada de Sean y la posó en mi, nos miramos mutuamente durante unos segundos hasta que, Ana frunció el ceño, se rascó los ojos y cuando los abrió volvieron a ser del mismo color azul de siempre.
Sean la ayudó a caminar hasta el coche, abrió la puerta y Ana se lanzó sobre mi abrazándome, yo le correspondí el abrazo, llevaba bastante deseando abrazarla.
-Ana,¿qué te ha pasado?¿De quién es esa sangre?.-pregunté mientras le besaba las mejillas cubiertas de lagrimas.
-No es mía.- dijo entre sollozos.-Es de Leviatán.-dijo y Sean se puso rígido en su asiento.
-¿Te obligó a beber su sangre?.-Preguntó Sean en un tono que daba escalofríos.
-No, la bebí voluntariamente.
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Buenoooo, ¿qué les pareció el capítulo? Se que no esta muy bien hecho pero la pereza y las migrañas podían conmigo. Aún así, espero que les haya gustado y que voten y comenten mucho😘
Ah y una cosita, este capítulo me encantaría dedicárselo a un cielo de niña (@LileyGyrus), es un amor y me encanta su novela, así que, no dudéis en leerla. Gracias mis amores lindooos ❤️❤️
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Eres mi ancla (Isaac Lahey Fanfic)
FanfictionDespués de tantos años intentando olvidar aquel día, el destino me ha traído de vuelta a mi ciudad natal, Beacon Hills, el lugar de dónde provienen todas mis pesadillas solo que, esta vez no será todo tan malo.