N U E V E

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Lola;

Terminé de hacer mis necesidades en el baño de Dam, me lavé las manos y abrí la puerta para bajar hacia donde estaba mi primo.  

Se escuchan conversaciones y risas, puedo distinguir la voz de Ecko, no es muy fácil de reconocer, pero como ya estoy pasando mucho tiempos con ellos puedo hacerlo. 

-¿Qué anda?- Pregunté tirándome en el sillón entre mi primo e Ignacio. 

-Hola Lola- Me sonríe el amigo de Dam. 

No voy a negarlo, está re bueno, aunque más bueno está Wos. 

-Hola Nachin- Apreté sus cachetes y él se río con ternura. -¿De qué hablaban, giles?- Pregunté.

-Nos acordabamos de una de las batallas mías- Dijo mi primo. 

-¿Cuál? 

-La de Beelze, Lo. ¿Te acordas?- Me preguntó y yo asentí cagándome de risa recordando los acotes de mierda que tiraban. 

-¿Estabas ahí? No te vi nunca- Habló Ecko mirándome con atención. 

-Estaba sí, pero tuve que irme rápido, mi madre no me paraba de mandar mensajes- Puse los ojos en blanco. 

-Uh, ¿madre pesada?

-Muy- Bufé. -Pero igual la quiero- Los dos pelotudos soltaron un "awww" como respuesta. 

Me paré del sillón para hacerme una merienda. Ando por la casa como si fuera mía, pero nos llevamos tan bien que aparte de ser familia, nuestras casas son como del otro. 

-Eu, voy a comprar para merendar.- Anuncié. -Dam, pelotudo- Lo llamé y me miró recién cuando lo nombré como pelotudo, logrando que deje escapar una risa. -No tenes nada en tu heladera, tremendo pobre- Dije saliendo de la casa. 

-¡Callate mongolica sin techo!- Me gritó desde el interior y me reí fuerte. 

Caminé por las calles de Buenos Aires, aprecié el cielo despejado por un momento y decidí pasar por la plaza Rivadavia. 

Apenas pisé la plaza recordé a las batallas que acompañaba a mi primo, y en las cuantas tuve que inventar la excusa de que mi madre me llamaba, en esos tiempos me aburrían pero ahora me gustaría volver. 

Comienzo a darme cuenta que tengo sentimientos reprimidos o algo parecido. 

-¿Recordando viejos tiempos?- Me susurra una voz gruesa en mi oído, pego un salto y me quedo quieta en el lugar. -Tranqui, soy Valen- Dejé escapar el aire contenido. 

-¿Sos boludito o te pegaban en tu casa? No podés asustarme así, Valetín- Me quejé pegándole en el hombro a lo que él soltó un gritito. 

-Perdón tarada, no pensé que te ibas a asustar así- Se disculpa y asiento resentida, después de todo no fue para tanto, sólo pensé que era un violador y que iba a perder mi sagrada virginidad, nada más. 

Nos sentamos en el pasto y ambos miramos el cielo. No se como llegué a estar sentada en la plaza, yo solo venía a comprar la merienda y terminé sentada en el pasto, mirando el cielo y con Valentín a mi lado. 

Que cosas de locos che. 

-Eu- Me llama, yo sólo imito un "uhm" esperando su respuesta- Si te digo que terminé con Laura, ¿chapamos?- Abrí los ojos como platos y lo miré. 

No sabía que decirle, ni siquiera sé que quiero ahora. No sé si chaparlo ahora mismo o seguir con mi jueguito de difícil un poco más. 

-¿Qué decis? Estás re loquito- Dije entre risas, él me siguió pero sin ganas, no era una misma risa como las anteriores que teníamos. 

-Por vos- Me dice al oído haciéndome sonrojar como una tonta enamorada. 

-Callate mejor- Evité mirarlo a los ojos o que al menos el no vea mis cachetes al rojo vivo. 

Me paré rápido y fui hasta el supermercado más cercano, la situación me estaba pareciendo incómoda ya y no quería seguir hablando con él. 

Quería chaparlo, eso estaba claro. Pero también quería que él notara que no sería como ninguna, que no sería su octava opción o que por lo menos viera que no soy una más. 

Aunque terminé siéndolo. 

-Gracias- Le dije a la cajera con una sonrisa en la cara, ella me la devolvió con cansancio y mis pensamientos anteriores fueron reemplazados por; ¿Cuánto cansaría trabajar en un super? Quiero problarlo. 

Llegué a la casa de mi primo y al abrir me encontré a toda la manada de monos, más conocidos como amigos de Dam. 

-Hola- Saludé de forma grupal. 

Me da mucha paja saludarlos uno por uno. 

-¡Comida! Alta lija tengo- Gritó con emoción MKS. 

-Calma MKS, esto es para mi- Sonreí, él me robó la comida y se tiró al piso. -Tremendo chorro sos- Me tiré encima de él. 

Si quería comida tendría que pasar sobre mi cadáver. 

Comenzamos a pelear hasta que sentí un cuerpo más arriba mío, Valen. 

Luego sentí otro y otro, hasta que todos los monos estaban encima de mi y del pobre Marcos. 

-¡Salgan la concha de la lora!- Gritó MKS desde abajo y yo reí, como los demás. 

-Sólo si Lola nos da la comida- Dijo Dani desde lo más alto, asentí desesperada y todos salieron. 

Me corrí para que pueda salir Marcos y sólo quedó Valentín tirado junto a mi en el piso. 

-Te me escapaste hace ratito, eh- Me dijo sonriéndome. -Te hacés la difícil pero queres chapar más que yo, seguro- No se lo iba a negar. -¿Entonces? Chapemos- Sube sus cejas de arriba a abajo, me sorprende la forma en la que sabe lo que pienso. 

Me sigue sorprendiendo.

-No sé- Dije sin más, estaba hasta la cabeza con las ganas, y las palabras no salían. 

-Todos chapan a nuestra edad, Lola- Se queja, miré a los chicos. Todos estaban enfocados comiendo y ni bola nos daban. 

Me adelanté a que él pudiera decir algo y chapamos, fue uno corto pero no porque quisiera, sino que ya uno que otro se estaba dando cuenta que estábamos haciendo. 

Nuestro primer chape en el piso, un buen comienzo. 

Y un horrible final. 

-Wow, impresionante- Dice con una sonrisa, le pegué en el hombro en tono de joda y él río. Esta vez si fue una risa como las demás, pero con algo distinto; Sus ojos brillaban.

Que buen actor, Valentín. 

-Sos hermosa, la puta madre- Habló tocándome una mejilla con su pulgar, haciéndome sonrojar al instante. 

-Callate, Wosito- Me reí ante el apodo boludo que acabo de ponerle.- Perdón, gil- Me disculpé cuando al intentar pararme le pegué en su cara. 

También sos hermoso, Valentín. 

Lo seguís siendo.

Storm ; WosWhere stories live. Discover now