T R E I N T A Y C I N C O

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Miro la pantalla de mi celular con el corazón divido en dos, y mi mente maquinando cosas sin parar. Los cabos en mi cabeza se atan y comprendo todo.

El cambio repentino de todos, las expresiones en sus caras cuando se enteraron de mi relación con Valentín, y incluso sus reacciones al saber que garchamos. 

Claro, todos los sabían. Mi mejor amigo, mis "amigas" que me acompañaban en todas, incluso a los que consideraba mis amigos más cercanos y mi familia, porque no soy boluda; Dam no está afuera de esto.

Las lágrimas abandonan mis ojos en menos de 5 minutos después de su mensajes, y sentirme pelotuda, inútil y usable está siendo algo fácil ahora. 

¿Cómo pudiste, Valentín? Me pregunté una y otra vez.

Eran la una menos cuarto, hace menos de veinte minutos el mensaje de Valentín había llegado a mi teléfono y yo ya me sentía morir, ¿cómo pudiste? volví a preguntarme.

Me tiré en mi cama a llorar, bloqueé a "Wos" de todas partes aunque va a ser difícil hacerlo ahora de mi vida, más mis sentimientos y la red bull que se viene, todos están enloquecidos con el representando el país. 

Lloré y lloré hasta que se hicieron las dos de la mañana y el timbre de mi departamento sonó, con las lágrimas aún recorriendo mis cachetes abrí. 

Esperando que no sea él quien estuviera detrás de la puerta, sin embargo nadie oyó mis plegarías, ya que no era exactamente Valentín quien se encontraba en el pasillo, sino Seven. 

Otra persona más que destruyó mis sentimientos.

Como si no fuera suficiente, Lit apareció detrás de él. 

Combo completo.

Solté un sollozo al verlos parados ahí y con una sonrisa, la misma que desapareció después de verme con los ojos hinchados y rojos. Intentaron abrazarme pero retrocedí. 

-¡Basta! Son unos hijos de puta, ¡Hijos de re mil puta!- Insulté y grité, pataleé también. 

No podía soltar todo el dolor que tenía adentro, tenía que descargarme y él único al que puedo joder ahora es a Valentín, él merece sentir el mismo dolor que siento yo. 

-Lola... supongo que ya te enteraste y queremos decirte que te que...- Interrumpí su discurso careta. 

-¡No Joaquín, no!- Grité. -Ustedes dos no me quieren, si lo hicieran hubieran parado todo esto, ¿Hablan de falsedad? -Hablé cínica, ellos me miraban dolidos, pero no decían nada.- Son los más falsos que conocí. Mientras a mi me venían diciendo que me querían y haciéndose los mejores amigos, ¡iban con Valentín y se reían con él en mi cara! Los odio, ojalá no vuelva a verlos nunca más, caretas

Expresé dolida, los dos se miraron entre si, pero no dijeron nada más. Había pegado en su punto débil y lo sabía, sé muy bien lo mucho que les duele decir que desearía no verlos más, y es justo lo que siento ahora mismo. 

-Ustedes- Los señalé. -Como el resto del grupo se pueden ir bien a la mierda, ¿escucharon? No quiero volver a verlos, ojalá sean felices porque claramente yo no

Miré por última vez al que consideré como mi mejor amigo y al chico de una perforación que casi llega a serlo. Los dos sueltan lágrimas pero cierro la puerta en sus caras al sentir mi corazón doler. 

Me siento dramática, estúpida y todos los calificativos horribles que puedas decirle a una persona. 

¿Por qué siempre juegan conmigo? ¿Qué hice mal?

Lloré más y más, una y otra vez durante toda la noche. En mi tele sólo sonaba las canciones más deprimentes que podía recomendarme Youtube, volví a llorar y me imaginé a mis "amigos" riendo a carcajadas por lo que me pasó. 

Storm ; WosWhere stories live. Discover now