Storm ; Wos

D I E C I S É I S

Wos; 

Ver como Dani intenta chamuyar a Lola, aunque fuera con un par de birras encima porque en su estado natural no puede, me pone de mal humor al toque. 

Estoy perdiendo la apuesta y tengo que moverme rápido si no quiero perder el dinero que me ofrecen por romperle el corazón a Lola. 
Me alejé por miedo de sentir algo más, además de que quiero ir lento, pero se ve que ella no se lo tomó de una buena manera, ya que ahora me ignora todo lo que sea posible. 

Una chica con la que me he estado viendo hace unos días se llama Elena y ahora está sobre mis piernas hablando con uno de los chicos, pero yo no tengo ojos para otra cosa que no sean Dani y Lola. 

-Hey, bro- Me llama Ignacio desde el otro lado de la sala de Duki. Elevo mi vista hacia él, sé que se está aguantando la risa, aunque no haya nada gracioso por lo cual reírse o, ¿soy yo lo gracioso acá? 

-¿Qué te pasa?- Me susurra al oído Elena. En otra situación la chaparía al instante por susurrarme y haber usado ese tono tan seductor, pero no. No tengo cabeza para eso, ahora mi preocupación está en dos personas.

-Nada, estoy un toque cansado, nada más- Le di un beso en el cachete y me intenté parar, al principio no pude pero ella al ver que me quería ir, se paró. 

Voy directo a la cocina y ahí están las amigas de Lola, las miró con cara de orto, como siempre. Cazzu viene hasta donde estoy yo y me abraza. 

-Decile a tu amiguita que quiero hablar con ella- Dije en voz alta, todas se dieron vuelta. -Ninguna de ustedes- Sonreí incómodo y Sofía, una de las chicas con la que salía hace un tiempo, rueda los ojos y bufa. 

La dejé loquita. 

-¿Lola?- Pregunta Catalina. 

-Ella misma- Asentí. -Diganle que quiero hablar con ella, me re saca que hable con Dani y que encima, ¡no sepa chamuyar! Son dos nenitos- Expresé.

Toda la ira que sentía hace unos minutos quiero soltarla, pero no acá. No delante del resto de la joda.

-Boe, nosotras le decimos, pero tranquilizate. Ella no es tuya y puede chamuyar con quien quiera, ¿o no?- Me dice Cazzu soltando mi cuerpo y alejándose.

-Como sea, me chupa un huevo- Me sinceré.

Esto de fingir querarla me agotaba un poco.

Salí de la cocina y voy directo al baño. En el camino vi que todavía Lola y Dani seguían hablando, puse los ojos en blanco sin darme cuenta; Costumbre que se me pego de Lola. 

Entro al baño y hago mis necesidades mientras no me sacaba de la cabeza a Lola, ¿por qué es tan difícil ganar la apuesta, Lola? 

Me lavé las manos pero me quedo un tiempo viéndome al espejo, me peino y me despeino. Sonrío pero siempre su pelo teñido vuelve a mi cabeza. 

Andate de una vez. 

No te vayas nunca. 

Salgo del baño y en la sala ya no estaba Lola, ni ninguna otra chica, ¿a dónde van todas? Mi vista viaja hasta la supuesta pista de baile, y mis dudas se aclaran al instante. 

-¿Cómo va la apuesta?- Me pregunta Mauro antes de inhalar su cigarrillo. 

-No sé, no hemos hablado hace banda- Suelto cuando me tiro al sillón, soltando un sonido de alivio. 

-Tené cuidado que nuestro campeón acá te la roba- Dice MKS abrazando a Dani, lo quemo con la mirada y él la aparta. 

-Sí, me di cuenta de eso- Bufé. -Más te vale no cagarme la apuesta, sino sos boleta- Amenacé. 

-Tranqui, ella no me gusta- Miente. Somos amigos hace banda y sé que me está mintiendo. 

Veo a Lola entrar por la puerta trasera de la casa, va directo a donde los ratas estos venden birra. Ignacio se le acerca y comienza a hablar con ella, ¿cuántos más van a querer cagarme con  mi mina? ¿mi mina? 

De un momento a otro, Nacho vomita todo lo que comió en el día y Lola no sabe que hacer, pobre. Me aguanto las ganas de reír, si me río nunca voy a sumar puntos con ella. 

La teñida intenta subir a Ecko hacia una de las habitaciones en el segundo piso, está prácticamente muriendo de la fuerza, pero Ignacio ya murió en mitad del camino. 

Subo las escaleras dispuesto a ayudarla, pero ya la veo entrando a una pieza, entré sin pedir permiso y la veo arrastrando a Nacho hasta la cama. 

-¿Necesitás ayuda?- Pregunté. 

Después de ahí todo pasó tan rápido. 

Dejamos a Nacho en la cama, y si que pesaba un poco. La seguí pero ella terminó enojada y yéndose a su casa. 

¿Qué mierda le pasa? Está re loca. 

-¿Qué pasó para que tengas esa cara de orto?- Me pregunta Dam. 

-Tu prima. Cada día es más difícil- Dije casi sin ánimos. -Ya ni sé si quiero seguir con la apuesta- Me sinceré.

-Yo te dije, es difícil. Pero si querés cortar la apuesta, mejor. Me jode no poder decirle nada y sé que se la va a agarrar conmigo después- Respondió tirándose al sillón. 

-Perdón por meterte en este lío 

-Na, yo me metí solito y si pierdo a mi prima, sé que fue por mi culpa- Me regalo una sonrisa triste. 

Me sentí la peor persona del mundo. Estoy haciendo que uno de mis mejores amigos pierda a su prima que desde chicos han sido como uña y carne.

Capaz esto que estoy haciendo no es por la plata que voy a recibir. Sé que hay algo que me hace querer seguir con la apuesta, y comienzo a dudar que mis sentimientos del pasado están volviendo a mi. 

Tal vez mi pequeño Valentín quiero sentir los besos y el cariño que la pequeña Lola nunca fue capaz de darle. 

-¿En qué pensas?- Vuelve a preguntar Dam. 

-En lo complicado que está siendo esto- Dije aún medio pensativo. 

Si eso fue complicado, lo que estoy viviendo ahora es el infierno.