Storm ; Wos

V E I N T E

Wos;

Estoy llevando a una pesada y dormida Lola en brazos. Ella se remueve de vez en cuando, pero parece un ángel cuando la dejo en la cama, le acaricio la carita que tiene mientras duerme. 

Parece tan despreocupada y no la loca que siempre suele ser, esta Lola dormida es la que me encanta y desearía verla siempre. Paso mis dedos por sus labios entreabiertos, aún siento nuestro primer beso en el piso. Que loco, ¿no? 

Separo mis dedos de su cara cuando recuerdo para que la quiero realmente, y no debo mirarla de esa manera, ni nada relacionado. 

Amo a mi "ex-novia", Lola es una apuesta. La quise pero hace demasiado tiempo, ya pasó. 

Sé que no la quiero. No podría quererla. Es una apuesta, eso es. Una apuesta. 

Gano mi guita y la dejo tirada, fácil. Enamorarla, un garche y se va a la mierda, corta. 

Me alejo del cuerpo tranquilo de Lola y salgo de la habitación. En la puerta me choco con los pelotudos de mis amigos, todos están riendo y cierro la puerta de la pieza para no despertar a Lola. Es un juguete para mi, pero tengo modales. 

-Mirá que tierno te ves- Me enseña una foto Ecko. -Yo la pondría de perfil, eh- Miro la foto en la que salgo yo acariciando el cachete de Lola dormida. 

-Callate, estás loco- Espeto, bajo las escaleras directo a la cocina. Tomo un vaso de agua. 

Abro la heladera y veo la botella de fernet, la tomo casi al instante. No creo que Marcos se enoje porque tomé un poco de su fernet. 

Necesito sacarme a Lola de la cabeza, y si escabiando es la manera, voy a escabiar hasta no saber ni mi nombre. 

-¿Sale escabio?- Pregunta Duki. 

-¡Sale escabio!- Gritan todos, los callo recordándoles que Lola está durmiendo arriba. 

-Pollera- Dice Mateo, se ríen y coinciden con él. 

-Si vos tenés que ganar una apuesta con una piba también estarías así, ¿o no?- Sonrío inocente, el pendejo asiente. 

-Buen punto- Coincide. -Ahora dame que necesito dármela en la pera- Le extiendo el fernet. 

Todos los pelotudos que éramos, que en este momento no puedo contar, comenzamos a escabiar a lo loco. 

Imágenes de Lola siguen apareciendo en mi cabeza, por cada una es un trago. Ya comienzo a cagarme de risa, y los labios de la piba van desapareciendo, pero todavía están. 

-¿Se acuerdan cuando Mauro quiso ir a mear pero termino haciéndolo arriba de la pobre piba?- Pregunta cagándose de risa Dani. 

-Uh, ¿Te acordás? Estaba re escabiado Mauro- Coincidí yo, todos reíamos de pelotudeces como estas. 

-No me recuerden, que vergüenza boludo- Se río Monzón. 

Seguimos hablando de boludeces sin sentido, miro la hora en el celular y veo que recién son las dos de la mañana, una hora temprana para seguir escabiando, pero el fernet ya se está acabando. Deberíamos ir a dormir o ir a comprar más, obviamente todos nos fuimos por la segunda opción. 

En un segundo ya estamos afuera. Vamos gritando, haciendo que todas las viejas del barrio de Mauro salgan de sus casas a cagarnos a palos, más o menos. Eso es algo que nos hace reír aún más. ¿Cuándo nos volvimos re tarados? 

Entramos a un 24 horas medio lejos de la casa, casi todos se quedan afuera, sólo Lit y yo entramos por el escabio. 

-Buenos días, damisela- Dijo Mauro con una cara seria y una voz seria, le pegué un codazo. 

-Buenos días no, imbécil. Buenas noches- Corregí yo, él me hizo una señal que no logré entender. 

-Callate cabeza de piso estrellado- Me miró, asentí y fui hasta donde estaban los fernet, agarré uno y un vodka. Quiero escabiar, y pienso hacerlo bien ahora. 

-¿Me pasás tu número, bebita?- Chamuyó Mauro, parecía como si el alcohol se le hubiera ido de las venas apenas vio a la piba. Algo hay que admitir, está bastante buena. 

Salimos del local con escabio del bueno y el número de la pelirroja, lo que se come Mauro todos los días es increíble. Una tras otra, y encima todas con tremendo orto y re lindas. 

-Miren el bombón que me conseguí- Nos mostró la foto que se sacó con la pelirroja en el local. 

Nuna me di cuenta que se sacaron una foto, pero es gracioso. Salgo yo atrás dado vuelta, él con cara de drogado y la mina con cara de orto. 

-Después me pasás su número- Dice el otro Mauro. 

-Aparte de compartir nombre, querés compartir mina. Nanana, rajá de acá, gato. Es mía y la quiero pa' algo serio- Miente. 

-Siempre decís lo mismo, Mauringi. Además estás más escabiado que cualquiera acá, ¿lo decís en serio?- Digo con un tono normal, aunque claramente arrastrando un poco las letras, ¿qué mierda me pasa? 

El celular de Seven no para de sonar, lo mira y hace una cara de horror. ¿Qué carajos pasó ahora? 

Apenas se forma esa pregunta en mi cabeza, ya tengo una respuesta. Lola. Está sola en una casa que no conoce, ¿y si se despertó? 

Automáticamente me quiero cagar a trompadas, alguno se tuvo que haber quedado para que no estuviera totalmente sola, pero ya es tarde. 

-¿Qué pasó, Seven?- Pregunto para comprobar que lo que sospecho no es cierto, no quiero que lo sea. 

-Nada, tengo que resolver algo. Nos vemos mañana eu, y cuidado con la pelirroja, Maurito- Le pegó en el hombro y se fue casi corriendo en dirección contraria a la que íbamos. 

Suspiré sabiendo que Lola aún sigue durmiendo y no le pasó nada. 

Dos horas después me dormí en el piso, justamente al lado de la cama de Lola. La miré antes de terminar dormido, escabiado y con dolor de espalda. 

(...) 

-Valen- Susurra una voz suave en mi oído, bufo pero sin abrir mis ojos.

Me pesan y es algo complicado abrirlos, quien sea que me esté intentando despertar que lo intente dentro de dos días. 

-Valentín, despertate. Subí a la cama que vas a dormir mejor- Abrí mis ojos como pude al oírla, estaba agachada a mi lado. 

Sonreí como pude, me estiró la mano y me paré con dificultad. 

-¿Qué hora es?- Pregunto cuando ya estoy en la cama con ella acostado del lado de la pared. 

-Las nueve- Responde. -Te encontré durmiendo y me dio cosa verte en el piso- Expresó, sonreí aún medio dormido. 

-Gracias- Dije con un tono tierno. Me sonrió. 

La abrazo de la cintura sin pedirle permiso, se duerme antes que yo. Me quedo un rato más viendo su cara, mientras que mis ojos se van cerrando. 

Lo que daría por tenerte una noche más así, Lolita...