O C H O

827 46 1
                                    

Lola;

-No puedo creer que Valentín esté acá- Me quejé. -¿Vos sabías que venía para Córdoba?- Le pregunté a mi mejor amigo.

En cambio, el cordobés negó con la cabeza desconcertado igual que yo. Lo miré y rodé los ojos, todavía sigo enojada por el hecho de que mi ex -el que más bosta me hizo- esté acá, jugando al pool en la casa de Paulo, como si nada pasara.

-Yo no sabía tampoco, Lo- Me dijo poniendo varias cervezas sobre la mesa.

Tomé una de ellas y la llevé directo a mis labios, viendo hacia donde todos los pibes estaban, sin contar a Seven y a Ivo, ellos dos desaparecieron apenas unas minas les mandaron mensaje diciendo que tenían una joda cerca.

Nosotros nos quedamos porque casi todos teníamos paja para una joda, aunque sinceramente yo tengo paja de quedarme acá, pero no iría sola con Ivo y Seven, ellos siempre terminan abandonándome para ir a coger.

Ya es de manual, y aunque me moleste, tengo que quedarme en el mismo espacio que Valentín. Siendo sincera la idea de irme a caminar, sola y a respirar un poco de aire, me está convenciendo.

Aún no puedo creer que después de tanto tiempo él aparezca y me haya tratado tan mal como ayer lo hizo. ¿Qué mierda le pasaba por la cabeza?

Suspiré tomando mi segunda birra y subí hasta mi pieza, siendo consciente de que Valentín a.k.a Wos, no me sacaba su mirada de encima en todo el recorrido por la escalera.

Entré a mi habitación y agarré la primer campera que encontré, al fin y al cabo a las dos de la mañana no hay nadie en las calles.

Bajé las escaleras e intenté escabullirme y que nadie vea que me estoy yendo, pero fue al pedo, porque apenas llegando a la puerta principal, mi mejor amigo; Paulo, gritó:

-¡Eh Loli! ¿A dónde vas?- Haciendo que todos enfoquen su vista en mi, pero yo sólo me encogí de hombros.

-No se, rubio- Dije restándole importancia. -Quiero salir a tomar aire- Lejos de Valentín, quise agregar pero sinceramente no me dieron los ovarios.

Mi mejor amigo asintió. -Pero si algo te pasa me llamas, al toque, no me importa la hora, ¿me escuchaste?- Se acercó y me encerró en sus brazos.

Respiré hondo e inhalé su olor. Era único, me hacía sentir bien. Su solo olor a perfume varonil, con algo característico de él me hacía sentir bien con solo olerlo. Me daba esperanza y paz, sus abrazos lo provocaban, y únicamente Paulo fue quien me salvó del martirio que estaba viviendo cuando todo sucedió y mi vida se fue a pique.

Él y su acento cordobés me salvaron. Y no sé como me va a dar la vida para agradecerle.

----------------------------------------------

Caminaba por todos lados, de acá para allá. Unía mis manos nerviosa cada vez que un auto pasaba a mi lado. Estaba cagada, pero no quería volver a ahí dentro y vivir la intensa situación entre Valentín y yo. 

¿Qué voy a hacer con vos?

Suspiré y comencé a escuchar sonidos extraños. Las hojas de los árboles comenzaban a caer ya, y al pisarlas hacían un ruido, y justo en ese momento, comencé a sentirlo. Eran despacio y chiquitas, justo detrás mío. 

Me quedé paralizada, y las pisadas aún seguían sonando detrás mío. La respiración comenzó a acelerarse, mi corazón latía cada vez más rápido.

-¿Quién es?- Nadie respondió.

Comencé a darme vuelta, despidiéndome mentalmente de todos mis familiares, hasta de Dam. Suspiré cuando ya me había dado vuelta y no había nadie. 

Pero las pisaditas aún se sentían. Como soy una pelotuda, nunca me había dado cuenta que ese sonido, era un cachorro abandonado que me seguía. 

Sonreí y me agaché a agarrarlo, y este se dejó. 

Tomé mi celular y cuando ya lo tenía en brazos al pequeño cachorro, le mandé un mensaje contándole a Paulo, y que si podía venir a buscarme, porque como siempre, de tanto caminar me terminé perdiendo.

» podes venir a buscarme? toy re perdida, y me encontré algo hermoso -22:34

Cordobés bb:

eu perdóname, pero tuve un problemón con mi madre -22:35

Fruncí el ceño mirando la pantalla del celular, y no pude evitar preocuparme también. La madre de Paulo se había convertido en mi segunda mamá, me aceptó en todas y siempre estaba ahí, con la felicidad de Paulo y orgullosa de ambos.

» tranqui, cualquier cosa sabes que acá estoy, si necesita algo, no dudes en llamarme -22:35

Cordobés bb: 

si beba, y perdón -22:37

» por qué? -22:37

No volvió a responder, y yo me senté esperando que me vinieran a buscar, esperando al menos que sea alguno de los chicos y no Valentín. 

Pero como era de esperarse, fue él quien me vino a buscar. 

-¿Y pa' cuándo? ¿Nos vamos?- Preguntó desde el asiento del copiloto. Puse los ojos en blanco y Valentín me vio. -No me pongas los ojos en blanco y subí, que no tengo todo el tiempo del mundo

-Primero hablame bien o te rompo la cara de una piña- Amenacé, él hizo un intento de sonrisa y yo sólo lo fulminé con mi mirada.

Me subí al asiento del acompañante y con cuidado metí al perrito. Él estaba callado y apenas se comenzaba a dormir. Lo acaricié hasta que terminó durmiéndose encima de mis piernas y yo sonreí inconscientemente. 

-Uh, ¿y esa cosa pelotuda?- Dijo mientras miraba al cachorro.

-¿Qué cosa?- Pregunté distraída.

Sin darme cuenta lo miré y él me hizo una mirada obvia. Me encogí de hombros en un ademán de disculpa. 

-Esta, Lola- Suspiró. -¿Qué más? ¿Sos tonta?

-Lo encontré en la calle- Respondí ignorando todo lo que dijo anteriormente como un pelotudo. 

Lo siguiente nos la pasamos en silencio, sólo con la música de fondo, hasta que sonó una que sacaron Duki y Khea, hace bastante, cuando no nos hablábamos, pero no voy a negar que es un temón. 

La canté sin darme cuenta y con Valentín la terminamos cantando juntos, y al final nos reímos juntos, por primera vez. 

Sorprendiéndonos a los dos.

-¿Cómo le vas a poner?- Preguntó él señalando al cachorro. 

Me encogí de hombros y él miró hacia delante, conduciendo hacia la casa de Paulo que ya quedaba más cerca.

No se ni donde mierda me había metido.

-Igual, no sé si Paulo me dejé quedármelo, aunque supongo que si, le gustan los animales- Sonreí. 

-Yo voto por que le pongas Wotito, ¿eh?- Me miró y yo me volví a encoger de hombros.

El nombre no estaba mal y me gustaba, aunque sea deformado de su A.K.A.

-Está bueno- Sonreí mirando al cachorro. -¿Te gusta tu nombre?- Le pregunté mirándolo. 

El perro se levantó y ladró. 

-Se ve que si- Dijimos los dos al mismo tiempo.

Provocando un ambiente tenso, y no volvimos a hablarnos hasta llegar a la casa de mi mejor amigo, donde bajamos y le dimos de comer a Wotito con una comida que compramos en un 24 horas antes de llegar a la casa.

Por primera vez hablamos sin cagarnos a puteadas.


Storm ; WosWhere stories live. Discover now