Storm ; Wos

V E I N T I D O S

Wos; 

Miro el cuerpo de Lola dormido a mi lado, con una sábana tapándolo que le coloqué yo, y siento que mi mundo se empieza a unir otra vez, como antes. 

Pensar que yo la hice llegar hasta el punto máximo con solo un par de toqueteos, recordar como gritó mi nombre hace que mi cuerpo quiera volver a ese momento. Además de ponerme duro, claramente. 

Recorro los espacios donde quedan expuesta su piel, paso mis dedos por su pecho suavemente y mis labios viajan a su cuello para dejar un beso húmedo ahí. Su sueño es pesado, por lo tanto tengo más tiempo para tocarla. 

Mis manos van por todo su cuerpo y la toco con delicadeza. Llego a su cara, le acaricio los cachetes hermosos que tiene, el puente de su nariz y por último sus labios. 

Los mueve en sueños, me muerdo mi labio inferior para no comerle la boca y despertarla. 

-Buenas tardes- Le susurré al oído después de que mi cuerpo no diera más y la necesitara como en la noche. 

Se despereza y me mira con sus ojos azules, le sonrío y ella me lo devuelve. Se tapa lo más rápido que puede, pero le impido la acción negando con la cabeza. 

-No, así estás perfecta- Digo y sus mejillas se sonrojan. 

-Sos un tonto, pero me gustó- Expresó. 

Me sentí un nene chiquito al oír esas palabras salir de su boca. Sonreí y ella me besa el cuello de una forma salvaje, haciendo que me jadeé al instante. 

-Mierda- Digo cuando comienza a jugar con el elástico de mi boxer. 

-Callate- Espeta y baja sus manos por mi cuerpo. Estoy listo para que ella haga lo que quiera conmigo. 

Siempre estuve listo para ella.

(...)

Me recuesto en la cama después de llegar de una forma semejante con Lola, sabe lo que hace y pensar que la tenía como una nena inocente. 

-Me encantas- Expresé, no sé si miento o digo la verdad. 

Aún estoy afectado con la manera en la que me tocó y no puedo evitar decir boludeces sin darme cuenta. 

-¿Posta?- Sonríe con inocencia, asiento loco por ella. 

Mi celular suena sobre la mesa de luz de mi habitación, no recuerdo ni como lo subí anoche después de estar con Lola, capaz y ella lo subió cuando veníamos a mi pieza. 

»Elena

Hoy hacen joda en la casa d duki -14:46

vas no? -14:46

»no se -14:50

»voy a ver si voy, porque? -14:50 

»Elena

Queria saber nomas -14:51 

Puse los ojos en blanco, pero ignoré su último mensaje. Lola me mira atenta desde la otra punta de la cama, me elevo de hombros y me visto. 

Apenas estoy adelante de ella le doy un beso en la frente y ayudo a que se pare. 

-Después de garchar con una mina, ¿sos así de cariñoso?- Pregunta con una sonrisa burlona.

-Prácticamente no cogimos, sólo vos me hiciste un pe...

-Callate, no lo digas- Me interrumpe, río. 

-Pete- Termino mi frase. 

-Sos un pelotudo- Expresa. Me elevo de hombros y la abrazo cuando frunce el ceño. 

Es una ternura, y no sé porque me encuentro tan vulnerable, y me gustaría saber el porque. No me aguanto siendo tan amable, y mi mente comienza a jugarme en contra. 

Sé que actúo así por la apuesta, o eso quiero pensar. 

-¿Vas a la fiesta de Mauro?- Le pregunto. 

-Sí, a la tarde me pasa a buscar Seven- Mi estómago se remueve. 

Sé que Seven ya no es una amenaza, ahora le gusta María, pero no puedo evitar enojarme con el hecho de que pasen tanto tiempo juntos. 

Sí, soy tremendo boludo, pero me jode pensar que podría llegar a robarme la mina. 

¿Robarme la mina? Ya estoy comenzando a volverme loco.

-Entonces nos vemos ahí- Le guiño un ojo, ella me pega un codazo suave.

-Sos un boludito- Se ríe. 

-Ayer no te quejabas de este boludito - Expreso con arrogancia. 

Sus cachetes se tiñen de rojo y no puedo evitar reírme.

Es linda, sí. Pero no puedo perder el enfoque, sé para que la quiero y que mis sentimientos desaparecieron hace dos años. Ella ya no es mi crush, y no lo volverá a ser. 

Se despide de mi con un beso en mi cachete, obviamente no me fue suficiente. Así que agarré su cara y estampé sus labios con los míos, en un chape rápido pero intenso. 

-Linda- Expreso después de terminar el chape. 

Nos quedamos frente a frente, mirándonos el uno al otro. 

-Lindo- Responde. 

Mi pecho se infla y se desinfla a un ritmo medio peligroso para la salud. Sus palabras tienen un efecto extraño en mi, y me gusta.

Ninguna mina me hizo sentir así, ni siquiera todas mis novias juntas; Eso y muchas cosas más hacen especiales a Lola. 

Cada vez que voy descubriendo más partes hermosas de su personalidad, más basura me siento por herirla después. Sé que enamorarla no es fácil, y tengo miedo de no lograrlo, porque voy a terminar herido yo. 

Apenas la veo doblar la cuadra, suelto un suspiro inesperado y me adentro en mi casa. 

¿Qué tan complicada me la vas a hacer, Lola? 

Me acuesto en la cama y cierro mis ojos intentando concentrarme en mis pensamientos y entenderme un poco más, pero no logro hacerlo. Cada vez que cierro mis ojos, lo que pasó anoche y hoy a la mañana viene a mi mente. 

¿Posta quiero lastimarla? 

Lo hice, quise o no. 

(...) 

Lola; 

Caminé por la calle hasta que llegué a mi edificio, sonreí recordando lo que pasó anoche. ¿Quién iba a decir que perdería toda mi inocencia con ese tipo? 

Nunca me atreví a tanto como en esta mañana, si bien dejé que ayer me tocara, lo que hice hoy no tiene en comparación a nada.

Lo hice como si tuviera experiencia y eso me sorprende más que todo. 

Abro la puerta de mi departamento para encontrarme a mi madre con un chico de espaldas, por su pelo teñido deducí que era Indra, y no me equivoqué. 

-¿Qué hacen acá?- Pregunto. 

Los dos se dan vuelta y clavan su mirada en mi. Mi madre sonríe, Indra se eleva de hombros y hace una mueca.

Lo conocí lo suficiente como para darme cuenta de lo quiere, cuando y porque lo quiere. Y exactamente ahora no quiere estar acá, se siente incómodo y no voy a negarlo; Yo también.