CAPÍTULO 18

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HYEMI

La gran amabilidad de Peter me hizo sentirme como en casa en seguida en apenas treinta minutos. Comencé a sopesar en bajar para ver cómo Sun se encontraba, pero escuchando las sabias palabras de Peter antes de marcharse, pensé que mejor dejarlos a ambos a solas. Era gracioso, pero él la conocía mucho más que yo, cosa normal porque hacía muy poco tiempo que sabía que tenía una hermana. Aún me acostumbraba a la sensación de no ser la única en el mundo, de que había otra más con la que compartir mis alegrías y mis penas para así no tener que guardármelo todo como era la costumbre.

Mi madre me llamó para preguntar por ambas y por las voces que habían alrededor, nuestra abuela Lele parecía bastante alterada por nuestra partida repentina. Escuchaba fragmentos que ella decía como "voy a cogerlos a ambos y los traeré de los pelos", "malditos temperamentales", "¡Estoy a punto de coger el primer vuelo y plantarme allí!" entre otros insultos que provocaban la risa a mi madre. Ella me deseó buenas noches y que sentía que las cosas se hubieran truncado de aquella forma, yo le respondí que serían cuestión de días y que me hacía sentir un gran honor el que mi hermana me confiara sus problemas.

Mi madre parecía aliviada y yo, a pesar de las circunstancias de mi alrededor y mi preocupación con Ryan, di gracias a que tanto ella como mi familia biológica apareciera en ese preciso momento. Casi parece que el destino me hizo esperar hasta el momento de mi vida que más vulnerable y perdida me sentía para encontrar su cauce, pero esta vez pudiéndolo hacer teniendo ayuda a mi alrededor.

Con la sensación renovada de que todo poco a poco iba a su lugar, decidí que era hora de prepararme para ir a dormir. Peter se tomó la molestia de subirme leche caliente con galletas, justo lo que demandaba mi estómago después de un viaje de la asquerosa comida de avión.

El líquido caliente me hizo sentir reconfortada, haciéndome sonreír. Las voces de mi hermana y Drogo parecieron disiparse e instalarse no muy lejos de mi dormitorio; probablemente ahora estarían discutiendo en la habitación de él. Solo esperaba que arreglasen las cosas.

Una vez que comí, me fui directamente al cuarto de baño. Peter había tenido la amabilidad de mostrarme donde estaba cada cosa para no perderme. La habitación era realmente grande y aunque no vivía precisamente en una casa particularmente pequeña, los lujos de esta mansión superaban con creces lo que yo acostumbraba.

La gran bañera que había en el centro me llamaba con su cálida voz y yo con mi cuerpo completamente agarrotado, estaba deseando sumergirme en sus cálidas aguas. Al abrir el armario donde se encontraba desde el champú hasta el gel de baño, unas bolitas de textura áspera que había en un pequeño cesto llamaron mi atención; eran bombas de sales de baño con olor a jazmín. Aplaudí alegre por mi descubrimiento y tomé dos de ellas para echarlas al agua. Inmediatamente comenzaron a burbujear y el baño se llenó del intenso olor floral que me recordaba a las noches de verano.

Por fin pude echar todo el aire que llevaban mis pulmones. Desde el mensaje de Ryan, no supe más de él ni de la situación delicada que estaba viviendo. Me irritaba tanto que me hubiera ocultado que su hermana estaba enferma terminal, ¡Ni siquiera sabía que tenía una hermana!

En el momento que leí su mensaje me di cuenta de las aristas de su vida, de los secretos que él me había escondido y comencé a sentir miedo. El no saber tantas cosas de él me hacía pensar que me había enamorado de la sombra de un hombre que aún no conocía, ¿Y si mis sentimientos eran tan solo aparentes?

Mientras que divagaba sumergida en mis problemas, un pitido proveniente de mi teléfono me hizo sobresaltar hasta casi hacer caer agua al suelo. Descarté que fuera mi madre porque acababa de hablar con ella, por lo que pensé que quizás la abuela Lele quería hablar directamente conmigo.

Me anudé una toalla teniendo especial cuidado en no resbalar; aquel suelo de mármol era bastante peligroso. Pero cuando tomé el teléfono entre mis manos, el nombre de Ryan en la pantalla hizo que latiera mi corazón completamente desbocado. Quería saber de una buena vez algo más acerca de su hermana y esa enfermedad, qué menos después de haberse esfumado de esa forma a poco tiempo de que mi hermana se casara y no habiendo venido de viaje para conocer a mi familia biológica.

Me temblaban las manos mientras que abría el mensaje; leí en voz alta:

Hola amor mío, espero que estés bien y que tu reunión familiar haya sido divertida. Estoy deseando tenerte entre mis brazos y presentarme formalmente a tu familia. Estoy realmente agotado, mi hermana requiere toda mi atención y sabes perfectamente que mis padres siempre están ocupados con temas de la empresa. Casi la mayor parte del tiempo tengo que quedarme en el hospital a su lado; realmente es duro saber que no hay nada que hacer.

Pronto te llamaré por teléfono, necesito escuchar tu voz pronto porque si no me volveré loco. No te preocupes, te diré todo dentro de poco, ahora no puedo hablar porque no me encuentro demasiado bien, espero que lo comprendas.

Que pases buena noche,Ryan.

A pesar de que Ryan decía que estaba cuidando de su hermana, algo me decía que estaba mintiendo. Yo me llevaba bien con mis suegros hasta tal punto que en numerosas ocasiones había salido con ellos a comer o de compras y nunca me habían mencionado a ninguna hija y mucho menos que estuviera enferma.

Aquella sospecha estaba acabando conmigo así que decidí llamarles para poder confirmar lo que rondaba por mi mente. Mientras que sonaba el pitido de la llamada, una angustia extraña se instaló en mi pecho, ¿Y si me había mentido? ¿Que podría hacer?

La persona que me cogió el teléfono fue mi suegra.

- ¡Oh cariño!¡Que alegría escucharte! ¿Y eso que me llamas a esta hora?

-Hola Anna, quisiera preguntarte algo si no es mucha molestia.

-No cielo por supuesto que no, pregunta sin miedo.

Suspiré e intenté guardar las apariencias de que todo estaba bien. Era el momento de saber si Ryan estaba siendo un mentiroso o, por el contrario, era la persona de la que me había enamorado.

-Quisiera saber si Ryan tiene hermanos, en concreto una hermana o medio hermana.

Un silencio se extendió durante unos segundos, pero Anna pronto me contestó:

-No entiendo por qué preguntas eso querida, yo no tuve más hijos a parte de Ryan. Cuando dí a luz tuvieron que quitarme la matriz, así que siempre he sido estéril desde que lo tuve a él. Mi marido solo ha estado conmigo así que dudo que tenga hijos perdidos por ahí, ¿Por qué lo preguntas?

Una bola se me había atascado en la garganta haciendo que mis lágrimas quemasen en mis ojos. Tenía ganas de colgar, pero ella no se lo merecía después de haber tenido la cortesía de haber cogido mi llamada. Reí suavemente y le dije:

-Simplemente pensé que sería bonito tener un cuñado o una cuñada. Disculpa que te haya molestado, buenas noches-Le dije y colgué el teléfono.

A pesar de que ahora tenía una respuesta, las preguntas se multiplicaban en mi cabeza. Lo único que sabía seguro era que no pensaba cogerle el teléfono, sino que me enteraría donde narices se había marchado para presentarme allí. No iba a tolerar una mentira más, mi paciencia ya había llegado al límite.

Sakura No Kensaru(Is It Love?Drogo|Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora