CAPÍTULO 36

101 19 2
                                    

La abuela Lele en la foto^^

HYEMI

Cuando aquel fragmento de madera levitó delante de mis narices, el corazón amenazó con salírseme de la boca. No comprendía bien aquellas palabras que salían de la boca de mi abuela; era como si un cable se hubiera desconectado de mi cerebro.

No podía si quiera pensar, todo estaba en blanco en mi mente. Todo era confuso y eso añadía aún más locura a mi cerebro que ya de por sí no estaba en su estado normal. Lo que yo pensaba iba a ser un paseo familiar para ayudarme a lidiar con el problema de Ryan, se convirtió en una vorágine de cosas sin sentido.

Estaba claro que debía de irme de allí cuanto antes. No había sido una buena idea en una situación vulnerable como la que me encontraba.

No iba a seguir escuchando ese tipo de cosas, no iba a seguirle el juego a mi abuela que quizás tenía un problema en su cabeza debido a la edad. Lo peor era que mi hermana le seguía el juego, pero, ¿Cómo podía explicar que aquel trozo de madera levitara frente a mis narices? ¿Era una broma de mal gusto?

Pasé la mano por encima comprobando si había cables que lo sostuvieran, pero no había ninguno. Comprobé las manos de ambas y no vi nada raro. Era cierto, el palo levitaba y no había nada físico que lo suspendiera en el aire.

La ansiedad subió por mi garganta en forma de bilis; el peligro que sentía en mi pecho movió mis pies lentamente hacia atrás para comenzar a alejarme de ambas. Mi abuela pareció darse cuenta de mi intención, lo que hizo que aquella fuerza que sostuviera aquel palo de madera, lo devolviera a aquella especie de maletín que llevaba consigo. Una risa nerviosa salió de mi garganta junto con el aire que acumulaba en mis pulmones; de seguro mis ojos estaban fuera de sus órbitas viendo tal espectáculo.

-Hyemi, no salgas corriendo, no conoces este sitio tan bien como yo. Puedes perderte y créeme que aquí hay peligros que tu mente quizás no llegue a comprender aún, pero pronto sabrás todo lo que tengo que decirte.

- ¡No quiero saber nada de esta locura!¡Solo quiero volver a mi casa, a mi mierda de vida y volver a armar las piezas!¡Estoy harta de todo, harta de engaños y harta de tener que ser tan jodidamente profesional y educada en todas las situaciones de mi jodida vida!¡Me voy de aquí! -Grité antes de darme la vuelta y salir corriendo.

Escuché a Sun llamándome intentando que volviera atrás, pero mis oídos se negaban a escuchar más. Mi templanza se había esfumado; todo el coraje que reuní para no entrar a ese cuarto de hospital para decirle todo lo que pensaba a Ryan ahora parecía demasiado lejano.

De la nada, una rama se interpuso en mi camino golpeándome con fuerza haciéndome caer al suelo. Cuando levanté la viste pude ver a mi abuela delante de mí, ¿Cómo demonios había llegado hasta ahí? ¿Cómo pudo adelantarme?

Ella me sonrió levemente desde las alturas regocijándose de mi rostro incrédulo. No podía pensar si quiera que era cierto que la magia existía y que, como decía mi abuela, nuestra familia había heredado tal poder. Sonaba demasiado irreal, demasiado fantasioso para el mundo que conocía desde hace años. Mi abuela me tendió la mano, pero no podía cogerla.

-Hyemi, deja la razón a un lado y escucha a tu abuela. Debes de aceptar quién eres o si no la gente que amas perecerá sin remedio y lo peor de todo es que te sentirás culpable porque sabrás que pudiste salvarlos y por tu miedo a lo desconocido no lo hiciste, no aceptaste lo que tienes, tu esencia, ¡La esencia de tu familia! Debes de escucharme.

- ¡Aléjate de mí!¡Alejaros las dos! -Les dije a mi abuela y a mi hermana que comenzaron a rodearme. Me levanté como pude debido al dolor de mis rodillas raspadas, pero cuando intenté seguir corriendo, una rama rodeó mi tobillo manteniéndome anclada a la tierra; fue mi hermana la que lo hizo, vi su mano alzada en el aire con un palo de madera del cual salía una especie de electricidad de color verdoso con motas doradas.

Mi abuela se acercó a mi arrastrando su viejo bastón. Su mirada estaba llena de determinación; sentía su energía y la veía con claridad a su alrededor. Cuando estaba frente a mí, acercó su cara a la mía y susurró:

-Dormite...dormite...dorm....

No pude escuchar nada más, todo se oscureció aún más que la propia noche que tenía sobre mi cabeza.

SUN

-Podríamos decir que ha ido mejor de lo que pensábamos, ¿No? -Le pregunté a mi abuela mientras volvíamos a casa. Yo cargaba a Hyemi que había caído redonda presa de un hechizo de mi abuela; lo cierto es que era realmente útil.

-Abuela, ese hechizo es realmente impresionante y útil; quiero aprender a hacerlo-Le dije entusiasmada, pero ella no parecía contenta con mi petición. Mientras que ella caminaba delante de mí para guiarme de camino a casa, me contestó:

-Este hechizo solamente funciona con las personas que quieres, las que amas de verdad. Cuando están en peligro de hacerse daño a sí mismos, este hechizo los poner a dormir con sueños agradables para suavizar su pena y que, cuando despierten, no sientan esa punzada y esa angustia que se siente cuando más frágil estás.

-Entonces parece ser que no funciona con el enemigo-Le contesté un poco decepcionada. Ella soltó una risa mientras que caminaba a paso lento pero constante:

-Mientras no ames a tu enemigo no tendrá efecto sobre él.

Comencé a reírme pensando en Drogo y en lo irritante que era cuando le conocí. En aquella época quizás sí que le hubiera considerado un enemigo, pero, a día de hoy, era mi mejor aliado y mi propia sombra.

Estaba muy preocupada por él porque temía que Nicolae fuera demasiado poderoso para él y para Peter. El tema de que la ex de Drogo estaba suelta por el mundo tampoco me tranquilizaba y eso solamente podía significar que Sebastián no andaba demasiado lejos.

Y sabiendo cómo quedaron los términos entre nosotros, no quería verle por temor a que me obligara a irme con él de nuevo. Tampoco le guardaba especial simpatía al saber lo que le sucedió a Lorie por su culpa; era increíble cómo una persona que tanto respetaba y tanto cariño le tenía se había convertido en alguien a quién no deseaba ver.

Pero así es la vida, llena de cambios, de sorpresas, de idas y venidas.

De traiciones y perdones,

Y de enemigos que antes eran amigos.

Alcé la vista y vi la ventana del dormitorio de mi madre apagada, eso solamente podía significar que estaba dormida. A juzgar por la paz y la intensidad de la oscuridad debían de ser entre las doce y la una de la madrugada. Los búhos podían escucharse y verse casualmente volar entre las ramas de los árboles más altos.

-Es hora de que tu hermana descanse, le guste o no, no tiene elección. Estoy segura que con un poco de cariño atenderá a razones-Dijo mi abuela mientras abría la puerta principal de casa. Solo esperaba que tuviera razón, como siempre.

Y esperaba que ella no se fuera de este mundo antes de tiempo, porque si alguien era capaz de hacer que una cabeza cuadrada como mi hermana creyera en la magia, esa era mi abuela.

Sakura No Kensaru(Is It Love?Drogo|Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora