CAPÍTULO 19

174 25 2
                                    

SUN

En ese preciso momento que comencé a tener sospechas sobre lo que podía sucederle a Nicolae, la idea de llamar a mi abuela se me pasó rápidamente por la cabeza. Cuando Peter se marchó, fui directamente a por el teléfono que guardaba en mi bolso, pero la mano de Drogo se cerró sobre mi muñeca. Cuando lo miré, su seriedad me sorprendió:

-No es necesario alertar a nadie por el momento. Es necesario que descansemos para comenzar a planear nuestro siguiente paso junto con Peter. Solamente quiero saber hasta qué punto tu hermana sabe sobre todo esto.

- ¿Te refieres al mundo supernatural?

El asintió sin dejar su mirada ambarina de la mía. Su tristeza podía verse a simple vista; desde que comenzamos a tener una relación, daba gracias a que Drogo no solía ponerse la coraza cuando se encontraba nervioso o desolado por alguna razón que lo atormentaba.

No era el momento de pelear, lo supe cuando una lágrima salió de uno de sus ojos. Instantáneamente me lancé a sus brazos para consolarlo y me sentí aliviada cuando se dejó querer a pesar de mis malas formas horas atrás. Pero debía de comprenderlo y debía de empezar a confiarme cosas, aunque sean peligrosas, sé que lo hizo por mi propio bien, pero debía de dejar de verme como una niña.

Ambos teníamos que superar cosas, pero la vida siempre se empeñaba en ponernos vallas demasiado altas para saltar. Otra persona hubiera decidido dejarle y encontrar a otro que le proporcionase una vida estándar: un buen trabajo, hijos y una vejez asegurada y tranquila, pero yo supe que mi abuela tenía razón en cuanto vio a Drogo y dijo que era el indicado para mí. necesitaba a alguien como él para aprender sobre mí, para evitar ser tan desconfiada. 

En aquel silencio encontrábamos la paz que necesitábamos. Cuando Peter se fue, una gran pelea se ciñó sobre nosotros donde casi pensaba que nos dejaríamos definitivamente pero entonces pudimos abrirnos el uno al otro y mostrándonos nuestras heridas fue cuando dimos varios pasos hacia atrás para darnos cuenta que no podíamos vivir el uno sin el otro.

- ¿Sabes que todo esto lo hice porque te quiero, ¿verdad? -Me preguntó Drogo con su boca pegada a mi oreja. Yo asentí agarrada firmemente a sus hombros como si fuera mi boya de salvamento.  Quería contestarle, pero él me tomó del rostro para darme un beso amoroso que me hizo olvidar lo que iba a decirle. Suspiré contra la suavidad de sus labios sintiendo sus brazos alrededor de mi cintura y elevándome gracias a la fuerza de Drogo.

Pronto sentí el suave satén de las sábanas contra mi espalda y el peso de mi prometido sobre mí. un simple beso se convirtió en la antesala de algo más pero no podía pasar lo que iba a pasar sin hablar antes. Cuando abrí la boca, Drogo puso un dedo sobre mi boca:

-Ya hablaremos cariño, ahora esto es más importante. Te necesito y no puedo aguantarme más. Te diré todo lo que quieras, pero déjame amarte esta noche y el resto de noches; enterremos de una vez el hacha de guerra.

No hizo falta nada más para mandar mi mente lejos y mis preocupaciones parecieron esfumarse. Quizás ése era uno de los objetivos de Drogo, el dejar de pensar en lo negativo para tomar fuerzas y enfrentarnos a lo que nos venía encima. También rondaba por mi mente la llamada de Jones y el saber que su hermana se había escapado de dónde ella estaba. Solo esperaba que no se presentase en la mansión y que pretendiera hacernos algo.

La ropa voló literalmente de nuestros cuerpos ahora encendidos a pesar del frío y la humedad de las paredes de la mansión. Suspiros entrecortados y gemidos suaves que iban subiendo de intensidad, sustituyeron los gritos que minutos antes habían llenado las paredes de nuestro dormitorio. Esperaba que el resto de los que estaban en la mansión no hubieran escuchado nuestra pelea; odiaba que la gente sacara conclusiones erróneas de nuestra relación.

-Deja de pensar Sun...concéntrate en mí-Susurró mientras que su boca asaltaba mi cuelo. Ligeramente sus colmillos rozaron mi piel, haciéndome saltar sobre el colchón. Drogo sonrió satisfecho:

-Mi pequeña fiera, no sabes lo que me provocas cuando te enfadas. Me dan ganas de azotarte hasta dejarte completamente muda y extasiada.

-Precisamente cuando me enfado tengo ganas de tirarme a tu cuello, pero para más bien darte una buena bofetada-Le contesté falsamente ofendida. Admitía que la parte de la reconciliación era absolutamente bestial pero no podíamos discutir tan a menudo porque si no nuestra relación se pondría en peligro.

Lejos de molestarse, Drogo se tomó mi respuesta como un reto, tomándome de nuevo en brazos y llevándome en dirección al baño:

- ¡Drogo! ¿Qué pretendes? -Le pregunté mientras intentaba liberarme de sus brazos sin éxito. Él reía como si su broma le hiciera mucha gracia, ¿Qué demonios pasaba por su cabeza?

De una patada abrió la puerta del baño y ambos entramos en él cerrando con pestillo. Él me sentó sobre el poyete de la bañera sintiendo el frío mármol en mi piel desnuda. Los labios de Drogo vinieron a mi encuentro antes de abrir el grifo de la bañera. Al ver cómo lo miraba, él me contesto con una sonrisa pícara:

-He pensado que debería de relajar a mi pequeña furia para que deje de pensar; te sale humo de las orejas, querida.

-Han pasado muchas cosas y lo sabes, no solo hablo de nuestra pelea; estoy muy preocupada por Nicolae.

Él sintió la rigidez de mi espalda y me abrazó amorosamente. Fue muy atento conmigo comprendiendo mi vulnerabilidad y preocupación. Mientras que el baño se llenaba de vapor, sus manos tomaron las mías con ternura, respondiéndome amorosamente:

-No te preocupes, Peter ha ido a verle para asegurarse que no es nada grave. Comprende que tenemos que solucionar nuestros problemas por eso decidió ocuparse él y darnos un respiro.

- ¿Y cuándo habéis hablado de eso? -Le pregunté curiosa. Mi pregunta le hizo especial gracia dándome un ligero toque en el puente de mi nariz.

-Somos vampiros querida y hemos sido convertidos por la misma persona; podemos comunicarnos sin necesidad de palabras. Además, a veces no es necesario hacerlo; nos conocemos de demasiado tiempo.

El saber que Peter estaba con Nicolae bajó unos cuantos grados mis nervios que no parecían irse. El vapor del agua hacía una bruma alrededor de nosotros que nos envolvía y nos invitaba silenciosamente a que dejáramos las preocupaciones atrás al menos hasta mañana. Drogo puso sus manos sobre mis hombros masajeándolos suavemente. Usando un poco de espuma de la que se iba formando en el agua, se colocó tras de mí para seguir el masaje que había comenzado. Suspiré aliviada agradeciendo silenciosamente las atenciones que él me estaba brindando, haciéndome sonreír ligeramente. De vez en cuando, la voz de Drogo me hacía bajar de nuevo a la tierra para volverme a subir al cielo por sus dulces, pero sugerentes palabras. 

Pasamos gran parte de la noche sumergidos en aquella bañera acariciándonos y hablando de cualquier cosa que se nos pasara por la mente. era nuestro pequeño mundo que nos mantenía a salvo hasta que llegara la mañana y entonces los temas serios volvieran a nuestra vida. El problema era que no podía ocultarle mucho más todo lo que me rodeaba a mi hermana; tenía que saber que ella era como yo y que tenía que aprender del legado que nuestra familia nos dejó. Ambas éramos las únicas brujas que quedaban, y si nuestros enemigos en las sombras se enteraban de que ella no sabía de su condición ni de sus poderes, sería un blanco demasiado fácil.

Sakura No Kensaru(Is It Love?Drogo|Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora