HYEMI
Una sensación de vacío se expandió por mi pecho llamando a la inquietud y disipando la tranquilidad que sentía en la mañana cuando Peter vino a verme. Todo parecía ir bien a pesar de que mi vida se iba derrumbando poco a poco con el engaño de Ryan, pero la mera presencia de aquel chico de ojos verdes me transmitía un poco de dulzura que necesitaba para mi amargo momento. A pesar de la cantidad de horas que había dormido, el descanso no había llegado a mí; las preocupaciones eclipsaron totalmente mi sueño.
Sentía la suavidad de mi cama de nuevo, pero no recordaba que siguiera durmiendo. Retazos de recuerdos golpeaban mi mente y me confundían aún más. Estaba cansada, pero seguía con los ojos cerrados, ¿Quizás imaginé que Peter había venido a mi cuarto para decirme que el desayuno estaría pronto?
Los días eran tan extraños últimamente que no sería raro confundir hechos o pensar en ciertas cosas que no habían pasado. Pero era tan real que asustaba.
Al abrir los ojos, sentí como el colchón tras de mí estaba hundido por el peso de alguien. Al girarme lentamente, vi a Peter recostado leyendo un libro a mi lado completamente concentrado. No comprendía las razones por las que estaba recostado en mi cama, pero al verme despierta, soltó el libro de sus manos de forma nerviosa. Se apresuró a darme explicaciones:
-¡Oh Hyemi, lo siento!¡Es que sufriste un accidente y me quedé cuidándote porque andaba muy preocupado! Así que decidí leer un poco mientras que no despertabas.
Peter no tardó ni dos segundos en ponerse en pie y no pude evitar reírme; era demasiado adorable y agradecía profundamente el detalle de cuidarme. Pero tenía que preguntar acerca de lo que me había sucedido porque había cosas que aún no comprendía bien.
Me senté en la cama con dificultad y miré a Peter que aún seguía ligeramente avergonzado. Aclaré mi voz y le pregunté:
-Peter quisiera saber lo que me ha pasado. Tengo como recuerdos confusos y quisiera que me ayudaras a entender lo que me sucede.
Una leve sombra pasó por sus ojos, un rastro de duda pudo verse en la arruga de su frente, pero no iba a contentarme con cualquier respuesta. Si algo me habían enseñado los negocios era a no dejarse llevar por la primera impresión y sacar mis propias conclusiones.
-Te caíste por la escalera cuando bajabas a desayunar. Intenté cogerte y aunque no caíste de mucha altura, te diste fuerte en la cabeza por eso andas un poco confusa. Te traje a tu habitación para que descansaras y por eso me quedé.
- ¿Y Sun?
-Ella estuvo un rato aquí y yo la relevé.
¿Pero cuánto tiempo llevaba aquí? ¿Por qué mi hermana no estaba conmigo?
Sentía que Peter me ocultaba algo, pero no lograba saberlo. Por mucho que intentara tirar de su lengua, no me decía nada más que eso.
Quería ponerme de pie para ir a buscarla, pero Peter me lo impidió. Me obligó a sentarme con una sonrisa amable en su rostro:
-No debes de levantarte, aun estás convaleciente y no quiero que sufras otra caída. Quédate acostada y pronto Sun estará contigo. Y o te haré compañía si me lo permites.
No me molestaba en absoluto la presencia de Peter pero había algo en su comportamiento que no era normal. Decidí hacerle caso para al menos observarle mejor e intentar hacerle hablar. Él se acomodó en una silla para darme todo el espacio que necesitaba y yo sin pretenderlo me quedé dormida. Lo más extraño era que no tenía sueño y de repente, una ola soporífera me hizo caer.
SUN
Los pinchazos que me hicieron despertar picaban horrores, pero al llevarme las manos a la zona, un leve quejido de dolor salió de mi boca. El peso que sentía sobre mi estómago pareció desvanecerse; era el brazo de Drogo.
Él estaba dormido a mi lado en el sofá de la biblioteca, parecía muy agotado porque no se había dado cuenta de que me había despertado. Me apenaba decirle algo porque se veía demasiado adorable con el pelo revuelto y suspirando feliz. Parecía un niño y para nada daba el aspecto de ser un vampiro de muchos años de vida.
Cuando mis dedos acariciaron el puente de su nariz, sus ojos ambarinos se abrieron con sorpresa ante mi contacto. Al verme despierta, él se abalanzó sobre mí para besarme fervientemente. Sentía su miedo y ansiedad mezclados con la ternura que me demostraba con su contacto.
-Dios Sun, me diste un susto de muerte, casi te perdemos, ¿Sabes?
-No tenía idea de que hubiera estado tan mal-Le contesté con el pulso completamente acelerado, pero al ver sus ojos húmedos, supe que él no exageraba sus palabras.
Me abrazó con fuerza respirando el aroma de mi cabello. Se disculpó una y mil veces sin saber las razones por mucho que las preguntase; solo se limitaba a decirme cuando lo sentía.
-He sido un idiota Sun, lo siento tanto amor. Solamente quería protegerte de Nicolae; Peter me avisó de que andaba en algo turbio, pero no sabía hasta qué punto por eso no quería que te involucraras.
-No quiero hablar de eso, no es necesario que te disculpes. Yo debí de actuar de otra forma así que también tengo la culpa.
Era hora de dejar atrás nuestros orgullos; fue necesario que estuviera a punto de morir para que ambos tuviéramos un toque de atención y aprender que la vida era tan efímera que no merecía la pena estar peleados.
Drogo se levantó del sofá en silencio con un halo de misterio que me hizo entrecerrar los ojos. Tras unos instantes, él vino con una bolsa decorada y varias cintas de color rojo.
La depositó en mi regazo con las mejillas levemente enrojecidas. Yo sonreí; estaba desbordada con tanta ternura.
- ¡Oh Drogo! ¿Qué es esto?
-Digamos que me quería hacer perdonar; lo de anoche fue la primera parte.
Ambos comenzamos a reír y yo me apresuré a abrir la bolsa. Era una caja de bombones y eran mis preferidos. Además de ello, una caja pequeña estaba al fondo de la bolsa.
Le miré de reojo con una sonrisa de lado; adoraba ese lado tierno de Drogo y el cómo se esforzaba conmigo a pesar de que nunca había tenido una relación seria. Era imposible pasar mucho tiempo enfadada con él; era la persona con la que deseaba pasar el resto de mi vida.
Al abrir esa pequeña caja, una pequeña llave relucía ante mí. mi cara de desconcierto hizo que Drogo soltara una carcajada. Antes de preguntarle, él me contestó:
-Digamos que he estado haciendo algo durante un tiempo para ti. Sé que necesitabas un lugar para trabajar en paz y te he hecho un estudio para ti en el sótano. Cuando volvamos a Busan, podrás verlo.
- ¿Es en serio? ¿Por eso desaparecías tanto?
El asintió y no pude evitar rodearle con mis brazos. Esperaba que nuestra relación superase todas las duras pruebas que se nos ponían por delante.Pero entonces, Drogo se puso más serio de lo normal y me dijo:
-Es hora de que le digamos la verdad a Hyemi; sabes perfectamente que la mente de las brujas no puede manipularse y tarde o temprano si ve algo lo recordará.
De nuevo una punzada de miedo se instaló en mi estómago y una sensación de vértigo me hizo ponerme en pie. Él tenía razón, pero no sabía cómo hablarle de todo y menos que ella ahora tenía problemas con su marido.
El momento era inminente y yo no sabía qué demonios hacer.
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Sakura No Kensaru(Is It Love?Drogo|Parte II)
FanfictionMi llegada a Mistery Spell supuso encontrarme conmigo misma y con una parte de mi familia que desconocía. Lo que no tenía previsto era toparme con la que ahora consideraba parte de mi familia y mucho menos saber que tanto ellos como yo no éramos sim...