Capítulo 32

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—¿Estás preparada?—pregunta Dominik, parándose al lado de Marina. Asiento con la cabeza y entro al baño de mi habitación mientras ellos me esperan en ésta. Respiro hondo y miro las pruebas de embarazo sobre el lavabo.

Son cinco.

Las cinco dan positivo.

Ahogo un grito y salgo del baño, ambos me observan esperando a que les diga que salieron. Pasaron dos semanas desde que Cassandra me dijo que vendría a vivir conmigo, eso nunca pasó. Ella hace dos días me dijo que no iba a hacerlo, que sólo me lo dijo porque se había peleado con Chris. Decidí no insistirle, sabía que algo andaba mal pero tendría tiempo para eso después, con ayuda de Theo.

En el transcurso de esas dos semanas, Dominik se mantuvo más cerca mío. Venía todos los días a la misma hora a verme y se quedaba a cenar, causando un gran afecto de parte de Marina, a quien le encanta la visita de éste. Mi medio hermano, la mayor parte de las veces, me trajo regalos y se quedó a dormir varias noches.

Cuando él hablaba de mantenerse cerca porque soy lo único que le queda, no creí que hablaba en serio. Aunque me incomoda un poco, porque siempre fui yo sola en todo, estoy empezando a aceptarlo. Él y yo nos llevamos mucho mejor y la pasamos bien cuando estamos juntos. En estos días, pude recordar algunas cosas en cuanto a él: como aquella vez que mi padre se había enojado conmigo y estaba por ser castigada horriblemente cuando Dominik se hizo responsable y me defendió con una y dientes ante nuestro padre y su madre. O también las veces que salíamos a jugar al parque cercano a nuestra casa, solíamos escaparnos porque a papá no le gustaba que salieramos mucho de casa por alguna razón que nunca nos dijo. También puedo recordar las veces que Connor y Dominik se peleaban por estupideces delante mío, cuando en realidad descubrí que se peleaban por mi. Es bastante gracioso si vieran las escenas que se hicieron.

Suspiro pesadamente y hablo, ¿Que rayos voy a hacer con un niño?

—Salieron... positivas... todas—murmuro, creí que de tan bajo que hablé no me lograron escuchar, pero Marina se cubre la boca con sus manos y me abraza.

—¡Oh, mi niña! ¿Qué harás?

—No lo sé... No estaba en mis planes quedar embarazada.

Y es verdad. No se que diablos hacer ahora mismo y debo planear que hacer con un bebé. Esto definitivamente no es lo que quería, pero ni siquiera puedo reaccionar. En estas semanas también pude experimentar síntomas horribles de un aparente embarazo. Sobre todo el vómito, vomitaba con cualquier comida incluso oliendola solamente. Y eso era alarmante, debido a que las veces que he vomitado en mi vida son pocas. Debía estar muy, pero muy enferma para vomitar, no me gusta hacerlo, es una sensación horrible por eso siempre lo evito y hasta ahora me había salido genial.

—¿Se lo dirás?—pregunta Dom, preocupado.

Un click en mi cabeza me hace recordar que el bebé no lo hice sola. ¿Cómo diablos le digo a Theo que seremos padres? ¿Cómo se lo tomará? ¿Me dejará? Muchas preguntas vienen a mi cabeza. Tengo una semana para pensar que hacer con Theo, ya que él está de viaje con su hermano y Erik  en Italia, para cumplir los negocios con Nate.

Hicieron varios intercambios y ventas de mercancías con los italianos y eso nos viene bastante bien, con ellos se hace un negocio tranquilo.

—Debo hacerlo, aunque debo pensar como—asiente y se acerca para abrazarme y besar mi cabeza.

—Estaré para lo que necesites, Mai.

—Gracias.

Abrazo su espalda fuertemente. Es lo único que necesito, un gran abrazo que me consuele y me reconforte en estos momentos. No se ni que hacer con mi vida y ahora debo encargarme de un bebé. Lo único que espero es no tener que hacerlo sola.

Amaia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora