Capítulo 35

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Theo

Observo la foto de perfil de Amaia mientras tomo de mi vaso de whisky. La extraño mucho, llevo dos semanas enteras sin verla y la necesito. Hace dos días que no hablo con ella, no me contesta ni tampoco lee mis mensajes. Pienso en la posibilidad de que se haya ido a visitar a Patrick, ya que me dijo que tenía pensado hacerlo, y que por eso prefiere no estar con su teléfono. Además, ella no es una persona muy fanática del celular que digamos.

—Deja de mirar su foto, no vas a lograr que aparezca por hacerlo.

Erik se sienta frente a mí y bebe de mi vaso, vaciandolo por completo. Él es mi mejor amigo, casi como mi hermano, de toda la vida. No recuerdo un momento en el cual él no esté.

—Como buenas noticias, vengo para decirte que ya está casi todo resuelto. Los italianos pudieron resolver el inconveniente con los franceses sin involucrarnos y en cuatro días podremos irnos—me observa unos segundos y se sirve nuevamente en el vaso. Cuando vuelve a levantar la vista, me sonríe como nunca antes lo ha hecho—Estás perdido, hermano. Ya te enamoraste.

Frunzo el ceño y lo observo esperando a que diga que es una broma. No estoy enamorado, ¿o si?

—Incluso me atrevo a decir que estás más enamorado de Amaia que de aquella zorra que...—carraspeo para que no siga hablando y asiente levantando las manos.—Bien, pero no puedes negarlo. La necesitas todo el tiempo, hablas de ella hasta por los codos, si no estás trabajando es que estas con ella, o le estas escribiendo o estas hablando con ella por teléfono. Agradece que no me he quejado, me dueles Theo, ya ni me escribes a mi.

Me río y lo golpeo en el hombro. Aunque tiene razón, pero no lo diré en voz alta.

—Ella es una buena chica, aunque no lo parezca. Y es muy parecida a ti, sufrió demasiado. No de la misma forma que tú, pero lo hizo y ahora está ahí, contigo. Amaia te está dando todo su amor de la manera en que puede, tal y como querías desde un principio. Cualquiera puede darse cuenta, además, si fuera mentira ni siquiera te cogería las llamadas. Así que no puedes preocuparte por eso.

—No es el hecho de que me mienta lo que me preocupa de todos modos. No quería alejarme de ella por tanto tiempo porque no se que pueda pasar.

—Si es tu preocupación, no creo que Nate se atreva a hacerle algo, no a ella precisamente.

—Nate está loco, haría cualquier cosa por tenerla consigo.

—Tú también. No de esa manera, pero lo harías porque la amas.

—De todos modos, él es capaz de hacer cualquier cosa y siempre lo ve como una oportunidad cuando me alejo de su lado.

Erik iba a responderme cuando mi teléfono suena. Lo tomo rápidamente pensando en que es Amaia y cuando leo su nombre, sonrío.

Theo...—eso no suena para nada a la voz de Amaia. La voz quebrada de Alex me indica que nada está bien por allá.

—¿Alex? ¿Qué sucede?—hablo rápido y él tarda en contestarme. Empiezo a desesperarme y me levanto de mi asiento para empezar a caminar de un lado a otro—Alex, contéstame.

Debes venir cuando antes... Amaia... Ella...—su voz se quiebra y nunca creí escuchar a Alex así.

—¡Mierda, dime que pasó!

Está en el hospital, tuvo un accidente. Debes venir ahora.

Dice y me cuelga. Miro a Erik, que se levantó con preocupación al verme reaccionar así.

—Busca el Jet Privado, volveremos a casa cuanto antes. Amaia está en el hospital.

Dicho esto, me voy a la habitación a juntar mis cosas para irnos. Llega a pasarle algo a Amaia, y juro que los mataré. A todos.
 
 
***
 
 
Entro corriendo al hospital privado, más bien conocido como el hospital de Nate. En cuanto la recepcionista me dice donde está Amaia, corro hacia el piso por las escaleras, no esperaré el ascensor. Mientras corro, pienso en las mil posibilidades de que ella... No, nunca.

Empujo las puertas dobles con fuerza, causando que siete cabezas giren en mi dirección para observarme. Dominik y Alex están sentados en el piso, a cada lado de la puerta de la habitación donde está Amaia. Lucen muy cansados, sus ojeras y sus rostros los delatan, al igual que a Patrick, Connor y Marina, quienes están sentados en un banco que se encuentra apoyado en la blanca pared del hospital. Luke y Nate me observan de brazos cruzados. Ambos están apoyados contra la pared, uno frente a otro. Todos lucen un poco cansados, como si llevaran esperando mucho tiempo aquí, sin dormir y sin irse a sus casas.

Verlos de ese modo me hace pensar en las peores posibilidades sobre Amaia, tanto que no puedo reaccionar, no puedo moverme. Cassandra pasa por mi lado y corre hacia Marina quien rompe en llanto cuando Cass la abraza. Mi corazón golpea contra mi pecho con fuerza y siento un nudo en la garganta al ver la escena.

—¿Qué sucedió Mari?—pregunta Cass, a punto de llorar.

—Ella... Mi bebé... No lo se, sólo...—vuelve a llorar y Cass la abraza.

—Nate estaba en problemas y fuimos a ayudarlo—habla Alex en voz demasiado baja y moviendo sus labios lentamente. Está mirando el piso, como si recordara—. De un momento a otro, Nate la cargaba mientras estaba inconsciente. Vinimos aquí rápidamente. Dos... Dos días... lleva así. Está mal, no... no despierta y su pulso es débil. Y...—cierra los ojos con fuerza y deja de hablar. ¿Cómo que dos días? ¿y sin despertar? ¿Qué pasó? Miles de preguntas y sin respuesta llegan a mi cabeza en ese momento. Patrick se acerca a mi y pone una mano sobre mi hombro, como si fuera a decirme la peor noticia del mundo. Y si que lo es.

—Amaia estaba embarazada, Theo—mi corazón se encoge al escucharlo. Voy a tener un bebé. Voy a tener familia con Amaia. Pero mi pequeña felicidad de rompe con lo siguiente que escucho—Debido al golpe y a su enfermedad... tuvo complicaciones...—niego con la cabeza rápidamente. No, imposible. Me niego a seguir escuchando.

—No. No. Ella no...

—Lo perdió, Theo. Amaia perdió al bebé—dice Marina y llora con más fuerza—Y si ella no sigue luchando por despertar, la perderemos a ella también.

El silencio inunda la habitación, a excepción del llanto de Marina y Cassandra, todos menos ellas me observan. Siento mi pecho encogerse y un cosquilleo en mi garganta. Mis ojos queman pero no dejo salir las lágrimas. Si ella no es fuerte, entonces yo lo seré por ella. No voy a dejarla sola y menos ahora.

Y si llega a pasar lo peor, me vengaré de todos los que causaron que ella llegara a este momento. Lo juro.
 
 

***
 

 
Fuerte capítulo para nuestros protagonistas. Amaia está pasando por un momento difícil y Theo se rehúsa a apartarse de su lado, ¿Quién quiere un Theo para llevar?

Nueva actualización bebés, disfruten el capítulo como puedan y nos leemos pronto.

Que piensan, ¿Amaia saldrá bien? Es una luchadora, siempre lo fue. Esperemos y no se rinda ahora.

Gracias por leerme! Besoossssss
 
 

Amaia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora