Estamos todos en el estacionamiento, desde donde estoy puedo ver a Erik, Alex y Luke en un auto; Chris y Cass en otro y yo estoy en el asiento copiloto de mi auto junto con Theo quien está al volante y atrás están Nate y Dominik.—Debemos bajar y entrar al bar. Ellos están por llegar en cualquier momento. ¿Portan sus armas?
Asiento y Nate habla por el comunicador que compartimos en los autos.
—Erik, Luke y Alex se quedarán aquí a esperar a que Amaia vuelva. Nosotros estaremos en el estacionamiento también cuando eso pase. Ahora vámonos.
Bajamos del auto y antes de entrar ellos me miran.
—¿Estás lista, reina?—pregunta Nate y veo a Theo fruncir el ceño con su apodo.
—Siempre lo estoy.
Entro y busco a la cabecera del problema. Lo diviso hablando con una mujer en una esquina. La veo pararse e irse al baño y es el momento perfecto para acercarme. Siempre me gustó jugar con mi cuerpo, es divertido ver como todos caen ante el más mínimo acto de provocación. Estúpidos.
Me acerco lentamente y cuando me ve le sonrío. Al costado están sus tres guardias mirando la escena y puedo sentir los ojos de todos recorrer mi cuerpo. Llevo puesto un vestido negro que se ajusta a mi cuerpo. Tiene la espalda descubierta, un gran escote y una abertura en cada lado de mi cintura. Es uno de mis vestidos favoritos porque tiene portadores de mis armas muy fáciles para sacar sin que se vean.
—Buenas noches caballeros, ¿están disfrutando la noche?—Digo con voz seductora.
—Ahora que te vemos, si. ¿Algún servicio para ofrecer?
Sonrío más si es posible. Que fácil fue atraerlos.
—Ahora que lo mencionas si. Conozco un lugar mejor—paso el dedo índice por el borde de mi escote y él se para. Me volteo para comenzar a caminar y veo a los chicos salir. El último en cruzar la puerta es Theo, quien no tiene una buena cara al ver al hombre detrás de mi.
Camino y siento la mano del hombre en mi cintura, lo miro por encima de mi hombro y me sonríe pegándose más a mi. Siento como me apoya su miembro algo erecto en mi trasero y camina conmigo. Woah, así parece que esa cosa tiene un buen tamaño.
Vamos al estacionamiento y a una distancia prudente se encuentran sus guardias. Frunzo el ceño al ver tres más ingresar pero le resto importancia. Me acerco a mi auto y lo apoyo contra éste.
—Muestrame lo que tienes, linda.
Sonrío y antes de que haga algo, me voltea para apoyarme contra mi auto dejándome de espaldas a él. Siento sus manos recorrer mis curvas y su boca se dirige a mi cuello. Muevo mi cabeza y a lo lejos veo el rostro furioso de Theo, sonrío al verlo y cuando me mira dice algo a Nate y empiezan a moverse. Se dirigen a los guardias y Dominik se queda ahí con su arma vigilando que el hombre no me haga nada. Sube un poco mi vestido para meter su mano y antes de que toque algo, me volteo con una señal de Dominik.
—Es mi turno—Veo a mis amigos pelear contra los guardias y es mi señal para lo que planeamos—. Cierra los ojos.
Cuando lo hace, meto mano en mi vestido y aprieto el aparato contra el abdomen del hombre.
—Una lástima. Eras tan lindo pero tan imbécil.
Y era verdad. El francés está bastante bueno y sus ojos azules llaman mucho la atención porque tienen una mezcla particular con otro color que no sé distingir muy bien. El francés, algo debilitado por los electrochoques, me toms desprevenida y saca un arma e intenta dispararme pero aparece Dominik y lo golpea en la nuca con el mango de su arma. El francés a punto de desmayarse hace un movimiento extraño y de la nada empiezan a sonar alarmas. Dominik me mira y yo abro los ojos.
—Hijo de puta, ¡es el dueño del bar!— Dominik mete al francés en el baúl de mi auto y me toma del brazo para correr detrás de una pared. Se apoya contra esta y sujeta su arma contra su pecho, yo hago lo mismo.
—Debimos suponerlo, ya me parecía rara toda su movida.
—¿Y ahora qué?—Me mira fijamente y puedo ver algo extraño en su mirada que me llama la atención pero no pude enfocarme mucho en eso porque se empiezan a escuchar disparos.
—Dispara.
Yo desde abajo y él desde arriba, empezamos a disparar del mismo lado. Hay más guardias que antes y mientras yo disparo, Dominik llama a nuestros hombres que estaban afuera del bar, para que vengan. Seguimos disparando. Puedo ver a Cassandra dentro del auto de Chris con los ojos bien abiertos y sin saber que hacer. Está sola por lo que supongo que Chris se había bajado antes.
Un hombre se acerca de atrás para atacar a Dominik. Éste forcejea y empiezan a pegarse. De atrás, avanzo hacia el hombre y lo golpeo en la nuca para después electrocutarlo causando que caiga al piso. Corremos hacia un auto y nos ocultamos para seguir disparando.
—¡Son demasiados!—grito y segundos después ingresan nuestros hombres atacando al resto. Veo a Dominik correr hacia otro lado y lo atacan dos guardias. Trato de intervenir pero alguien me toma de los hombros tirándome hacia atrás y me golpea la cabeza contra el auto.
Me mareo un poco pero me paro rápidamente y lo pateo con la punta de la aguja de mi zapato en su cadera causando que caiga hacia atrás. Le disparo en la frente y cae al suelo desangrandose. Aparecen dos más y uno me toma de los brazos haciendo que el arma se me caiga de las manos. Golpeo con la cabeza al que me sostiene y lo piso fuertemente causando que se doble hacia adelante y me suelte. Pateo en la ingle al de adelante y después le doy un rodillazo en el mismo lugar. El de atrás me levanta y yo pateo la cabeza del de adelante y en un rápido movimiento, sacó mi navaja para clavarsela al de atrás en el cuello. Éste se desestabiliza y aprovechando, golpeo las cabezas de ambos con fuerza entre si. Caen al suelo y tomo mi arma y mi navaja para guardarlas después de limpiar la sangre en ellas.
Me giro y veo a Dominik caer frente a uno de los guardias. Le dispararon. Me agacho y disparo en la cabeza al que lo iba a matar. Cuando cae, corro hacia Dominik y me arrodillo a su lado.
—¿Dominik?—pregunto preocupada.
Tiene un disparo en su abdomen y sangra mucho. Mientras la batalla sigue, tomo a Dominik como puedo y lo cargo hacia el auto.
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Amaia©
عاطفيةAmaia es una chica que no tuvo una vida muy feliz que digamos, las pocas cosas que recuerda, debido a un trauma, no son muy buenas. A pesar de aparentar frialdad e indiferencia, por dentro está rompiéndose en mil pedazos a medida que va recordando c...