Capítulo 1

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Entro al galpon resonando mis tacones a cada paso que doy. Es una noche cálida de verano, noches así son mis favoritas. Al escuchar mis pasos, las personas presentes voltean a verme.

—¿Y bien? Hablen rápido, tengo que estar en otro lado en media hora—pronuncio, mirando con desdén a los presentes.

—¿Te vas de zorra como todas las noches?—ironiza Dominik con una mueca de asco en la cara.

—Lo que yo haga o deje de hacer, es mi problema, no el tuyo.

—Relájense chicos, recuerden que estamos acá por una razón muy importante. Negocios—dice Nate—. Mañana por la mañana tendremos un intercambio y tenemos que estar preparados. Desde Rusia compraron un paquete de 10 millones—prosigue, a lo que abro los ojos sorprendida.

—¿Diez millones? No creí que alguien gastara tanto dinero en un solo paquete—suelto.

—Es una mafia Amaia, y cualquiera lo haría puesto que el paquete es del mejor que existe y sólo nosotros tenemos. Además, el paquete no es pequeño—Dice Nate.

—¿Algo importante que debamos saber?

—Mañana vamos a tener apoyo. Hay otro grupo del que quiero hablarles. A partir de ahora van a trabajar con nosotros y seremos un gran equipo. Estas personas están perfectamente capacitadas y son demasiado buenos, con lo cual es conveniente tenerlos con nosotros.

Nate es la cabeza de nuestra mafia, él fue uniéndonos a nosotros para convertirnos en lo que somos. Uno de los mejores grupos mafiosos que existen. Nosotros somos como una familia, bueno, aunque no nos llevemos muy bien entre todos qué digamos. Dominik es el más antipático de todos, y sobre todo, me odia. Siempre que puede me echa veneno con lo más mínimo que encuentre y no se por que razón. Luke es indiferente a todo lo que lo rodea, su único interés es conseguir dinero y mujeres. Alexander es el más simpático de todos, y por supuesto, es mi mejor amigo desde que llegué. Somos un grupo de cinco personas arriba, y abajo, que vendrían a ser los ayudantes, son más de cien pero no tienen tanta relevancia.

Siempre fuimos nosotros, sabemos defendernos y cubrirnos entre nosotros y claro está que sino no estaríamos donde estamos.

—Dime que ese grupo no es el de Theo—suelta Luke.

—Entonces no voy a decirte nada.

—Ellos no pueden trabajar con nosotros.

—¿Y eso por qué?

—Simplemente porque no. No me inspira confianza, además, hace un mes se odiaban.

—Su equipo puede brindarnos apoyo. Somos socios ahora, cualquier inconveniente se paga con muerte. No soy tan estúpido de relacionarme con cualquiera.

—¿Y qué vamos a hacer?—habla por primera vez Alex.

—Mas tarde les paso la dirección de hacia dónde tienen que ir y el horario. Hacemos la entrega y nos vamos. Sólo espero que las cosas salgan bien, nada de problemas. ¿Entendido?—dice Nate.

—Claro—exclamamos todos.

—Oh, y Amaia... Si vas a salir esta noche, procura no tener problemas ni quedarte dormida.

—¿Acaso alguna vez hice eso?—levanto una ceja.

—Pues Si, mujer—dice Alex, provocando que le de un manotazo en la parte posterior de la cabeza.—No era necesario eso.

—Entonces cállate.

—Ahora vas a llevarme contigo.

—Seguramente iba a hacerlo de todos modos.

Amaia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora