Thief of Hearts |Na Jaemin (NCT) & tú|

Cap. 14

Narra ______.

Si no fuese por Melocotón, dormiría por todo el fin de semana. Él maulló una vez que me vio despertar. ¿Cómo llegué sana y salva a casa? Lo único que soy capaz de recordar es que bebí demasiado de ese ponche. Nota mental: jamás beber del ponche en fiestas. Aunque luego lo olvidaría.

Abrí la puerta de mi habitación y salí de ella seguida por Melocotón que se enredaba en mis pies pidiendo a gritos ser alimentado. No es hasta que llegó a la cocina él deja de maullar y esperar a que le dé atención.

—Buenos tardes, señorita. —ese tono de voz no me agrada. Me giro hacia papá que me observa algo enfadado desde la mesa con su café en mano.

—Buenos días, papá. —digo rápidamente y me escondo entre la puerta del mueble para que él no me vea las ojeras de una resaca, pero fallo al estar más de 5 minutos buscando algo que no quiero.

—¿Ahora eres parte de la decoración? Prepara tu desayuno y bebe algo de agua. En el mueble hay unas pastillas para tu resaca. —dijo. Me giré para verlo y murmuré un gracias antes de beber 3 litros de agua.

—Debería estar trabajando, padre. —tomé la pastilla bebiendo del último vaso.

—Si, pero me sacaron del caso de No Jam. —dijo algo enfadado. Juro que escupí el agua por mi nariz una vez que lo dijo normalmente.

—¡¿En serio?! ¡Eso es genial! Ahora podrá descansar. —exclamé feliz, pero mi padre me observó tratando de decir que he dicho la cosa más estúpida del mundo. —¿Quien toma el caso ahora?

—El jefe de policía Kim, el padre de tu amigo el flacucho. —dijo refiriéndose a Seungmin.

—Ah... Qué lástima. —murmuré y luego me giré para dirigirme a mi habitación hasta que escucho el timbre sonar. —¡Yo voy!

Llego hasta la puerta y la abro para revelar a Seungmin sonriente hacia mí. —Hola.

—Seungmin, ¿Qué se te ofrece? —pregunté apoyándome en el marco de la puerta.

—Vine a ver cómo te encuentras. Ayer no parecías muy bien hasta que te dormiste. —dijo riendo.

—¿Tú me dejaste en casa? —tragué saliva y sentí las mejillas mucho más sonrojadas de lo normal. Demonio, si había bebido demasiado.

—Sí, pero veo que estás bien... —dijo y yo asentí enérgica pero la cabeza me dolió al hacerlo.

—Mejor pasa, está haciendo frío afuera. —digo para ver a Seungmin entrar y quitarse los zapatos llenos de barro debido a niebla de las madrugadas que moja el suelo.

—¿Quien era hija? —papá preguntó hasta luego aparecer viendo a Seungmin. —¿Qué hace él aquí?

—¡Papá! —reproché.

—Ah, cierto. Hola, hijo. —dijo haciéndose el amigable extendiendo la mano hacia Seungmin y dar un apretón.

—Buenas tardes, señor. —dijo sonriendo Seungmin recibiendo el apretón de papá.

—Ahora si... ¿Qué haces aquí? —rodé los ojos y resoplé tomando la mano de Seungmin para arrastrarlo a la habitación antes de que papá le falte el respeto porque ahora el padre de Seungmin está encargado del caso.

—Tu padre es una agradable sujeto. —dijo cuando cerré la puerta de la habitación.

—¿Que? ¿Mi padre? Por favor, Seungmin. Él te odia porque a tu padre lo asignaron en el caso. —dije quitando a Melocotón de la silla para que Seungmin se siente. A Melocotón no le agradó la idea por lo que gruñó hasta desaparecer por la ventana. La caca ahora sería su venganza.

—Cierto. Lo siento. —dijo sentándose. Yo me senté en frente de él en mi cama.

—No es tu culpa, es de los que no quieren que los detectives se hagan cargo de las investigaciones. —dije encogiéndome de hombros. —Por cierto... ¿Cómo es que pudiste conmigo ayer?

—No querías venirte e hiciste un show, al final tuve que llevarte a la fuerza. Fue fácil porque habías bebido del ponche. Por cierto, nunca bebas del ponche. —dijo sonriendo burlonamente.

—Lo tomaré en cuenta. —asentí hacia él algo avergonzada. —¿No te dije nada malo?

—Nada, a excepción de que querías que me acostara contigo ¡No de esa forma! —exclamó rápidamente. —Además, me estuviste llamando Oppa desde que te saqué del lugar.

—Lo siento. —dije avergonzada tapando mi cara con mis manos en un intento de ocultar mi sonrojo. —Dime que nada sucedió ayer.

—No, nada. Aunque... Tal vez sí. —Seungmin dudó y mordió su labio inferior.

—¿Algo malo? —pregunté preocupada hacia él.

—Podría decirse así... —Seungmin suspiró y se recostó un poco en la silla.

—¿Qué sucedió? —pregunté asustada. Y si le pedí a Seungmin que quería besarlo... ¡Pudieron pasar cosas peores! ¡Maldigo a ese ponche!

—No Jam apareció por la ventana ayer. —dijo y yo exclamé asombrada.

—Dime que lo detuviste. —imploré, pero Seungmin negó lentamente. —Demonios...

—Me golpeó porque estaba aquí. Él me dijo que quería llevarme a la cárcel porque mi padre es policía, él me amenazó con enviarme a la cárcel. Dijo que si no me alejaba de ti él me mataría. ¿Tienes algún tipo de relación con él? —preguntó Seungmin temblando de miedo.

—Seungmin... ¡Él no puede hacerte eso! Él es un bastardo, él no es nada importante. Hay que llevarlo a la cárcel pronto. Rayos, ni siquiera me di cuenta de tu labio. —exclamé enfurecida. ¿Qué no quería hacer tratos conmigo?

—Él me matará, ______. No debes confiar en nada de lo que diga desde ahora. Él es el enemigo, sabe donde vives, debes decirle a tu padre que No Jam ha estado aquí. —dijo alterado acercándose hacia mí.

—Seungmin... Yo no puedo hacer mucho, soy solo una chica que se graduará pronto de la escuela, no una policía o detective. —aclaré triste. Seungmin asintió hacia mí y sorbió su nariz.

—Tengo miedo... Él es malo, ______. —Seungmin me observó asustado al igual que un niño perdido y sentí compasión. Aunque... La duda invadía mi mente. ¿No Jam realmente es mala persona? Él me demostró que está haciendo actos honorables donando a un orfanato. Tal vez este sea la primera piedra de una torre de protección. Tal vez No Jam es un héroe.

—No temas, Seungmin. Detendremos a No Jam pronto.