Thief of Hearts |Na Jaemin (NCT) & tú|

Cap. 37

Narra ______.

Jeno había llegado a mi casa golpeando la puerta. Papá había abierto la puerta, y solo significaba una cosa: Peligro. Mientras yo terminaba de alistar mis cosas, sabía con exactitud qué Jeno estaba siendo cuestionado por papá.

—Ya estoy. —dije cuando corrí hacia la sala.

—¿Irás así? —preguntó papá mirándome de pies a cabeza. Ni siquiera me había peinado y estaba sin maquillaje.

—Sí, ¿Que importa? —dije tomando la mano de Jeno caminando hacia fuera. —Adiós, papá.

—Adiós, hija. Hasta luego, Jaeno. —gritó antes de cerrar la puerta de un portazo.

—Me agradó tu padre. —dijo Jeno sonriendo.

—No, no es agradable. Ya vamonos, antes de que salga a perseguirnos. —dije tomando la mano de Jeno y caminar hacia otra dirección.

—Espera... Nos iremos en auto, no tomaré el auto bus. —Jeno me detuvo y yo me giré para observarlo deteniendo mis pasos.

—¿Qué? —pregunté. Jeno apuntó hacia el auto, en el estaba el mismo chico de la otra vez, pero esta vez traía ropa normal mientras fumaba un cigarrillo. —¿Iremos ahí?

—Sí, no tengo licencia y tampoco sé manejar. Así que te aguantas. —dijo Jeno arrastrándome hacia el auto. —Él es Taeil, un amigo.

—No soy tu amigo, cállate. —reclamó el chico lanzándole el humo que contenía en sus pulmones haciendo toser a Jeno. —Un gusto, señorita.

—Si... El mío también. —murmuré quitando la mano de las suyas lo antes posible de que la besara.

—Me agrada, es muy sincera. —dijo lanzando el cigarrillo al suelo para luego pisarlo y soltar el humo otra vez. —Súbanse.

—A la orden. —dijo Jeno girándose para abrir la puerta hacia mí. —Las damas primero.

—Con caballerismo tampoco me gustas, Lee. —le dije subiendome al auto seguida de Jeno.

—¿Dónde vamos? —preguntó Taeil encendiendo el automóvil.

—¿Cómo que a dónde vamos? Tú sabes dónde vamos. —reprochó Jeno desde el asiento a mi lado.

—Esa actitud no le gustará al jefe. —Taeil ajustó el espejo retrovisor y sonrió mientras conducía.

—¿Dijo jefe? —pregunté confundida hacia su forma de hablar.

—Si, es que el auto no es suyo. —aclaró Jeno lanzándole una mirada a Taeil.

—Oh... Ya veo. —pero eso no me dejaba en dudas de quién es "el jefe".

El auto se detuvo frente a una mansión. Observé el lugar confundida sin creer que Jeno pudiera vivir en una mansión si ni siquiera se comporta como tal. La puerta se abrió automáticamente después de que Taeil presionará un botón del control remoto que portaba.

—Wow. —dije admirando el lugar con grandes ojos sin despegar mi vista del adornado jardín.

—Es bonito, ¿No? —comentó Jeno sin dejar de sonreír.

—Sí, es genial. —dije. Para cuándo bajé de auto, mi vista se posicionó en todo lo que mis ojos podían. Las torres a cada costado, el jardín, la piscina, algunas empleadas. Absolutamente todo me causaba asombro.

—Iremos a la torre. —dijo Jeno apuntando hacia su derecha. Yo asentí y cargué mi mochila en mi hombro. —Déjame llevar esto, debe estar pesado.