Más Celos.

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Daren:

Llevo más o menos una hora hablando con Heather por vídeo cámara, ella lleva más o menos media hora hablándome de los problemas tóxico-amorosos de su amiga Emma, intento escucharla sin virar los ojos mientras le doy un sorbo a mi refresco.

—Lo peor de todo es que no quiere demandarlo la muy estúpida, ese tipo ni siquiera la quiere. La otra ni se diga, terminó con él, en respuesta él le hace cosas horribles para vengarse. Es una mierda de hombre te lo juro, tan psicópata que le pegó un animal muerto en la ventana —dice Heather mientras la veo trenzar su cabello través de la pantalla—. 

—Pues, deberías grabarlo en el momento y lo delatas a la policía con una clara evidencia. —le aconsejo, realmente no sería lindo saber que una persona que conoces muera o salga herida a manos de su loco ex novio.

—En fin, la razón principal de la cual te hablo de esto, no es por Emma, sino por otra persona que estoy seguro que te va a interesar.

—Sorprenderme.— digo mientras viro los ojos.

—Nada más y nada menos que tu noviecita, la amiga de Elena. — Me siento derecho en la silla de manera repentina. Ahora toda mi atención está en Heather, sin duda alguna.

—No jodas, ella no puede ser tan estú...— me callo de golpe.

Realmente si, puede serlo.

—Te dije que te sorprendería. —dice Heather mientras vira los ojos.

—¿Un animal muerto en la ventana? —digo recordando todo lo que dijo.

—Y no solo eso, envió una prima loca a intimidarla y hacerles maldades, Emma decía que el tal Dylan disfrutaba saber que Ana había sido atemorizada. —Aprieto los puños  provocando que la lata de refresco ya vacía se estruje en mi mano izquierda.

Supongo que estamos hablando del mismo tipo que fue a buscarla a la cafetería de los familiares de Jayson. Porque si es así, tengo muchas ganas de hablar con él.

Me despido de Heather tratando de no verme afectado, hago una búsqueda intensa en mis contactos, para saber la localización del tal individuo, hasta que lo consigo, bajo a la cocina en busca de otra soda, cuando tengo lo que quiero me dispongo a salir pero antes de llegar a la puerta esta suena.


Anna:

Les juro que estoy aterrada, pero el rostro de Daren es peor, está así todo petrificado, verlo en frente de mí, me reconforta, me hace saber que estoy segura. Antes de que reaccionara lo abracé, así como cuando te golpeabas de pequeña y aguantabas el dolor, y desde que veías a tu mamá comenzabas a llorar y a dejar fluir todo lo que te afectaba, justamente es lo que está pasando. Entonces el reaccionó y me envolvió en sus brazos.

—¿Que, paso? —pregunta pero no respondo, solo quiero quedarme así, como estoy ahora. El amable señor que sigue parado en la puerta responde por mi:

—Unos vándalos la atacaron. —Sentí como el cuerpo de Daren se tensó y sus manos me apretaron.

Pero aún con todo, nunca me había sentido tan segura como ahora, una sensación tan extraña de comodidad y serenidad, no quiero soltarlo.

Después de una corta conversación con el señor, Daren me condujo a su habitación sin soltarme la mano, me da una extraña sensación en el pecho volver a su habitación, recordando lo que podía haber pasado si la puerta no hubiese sido tocada por una celosa Heather. Me sienta en la cama y se queda parado frente a mí, con las manos dentro de los bolsillos, evaluando cada parte de mi cuerpo, mi frente golpeada, mi ropa sucia, mi pierna izquierda ligeramente raspada, mi cola de caballo despeinada, mis ojos llorosos, ¡Dios! debo verme horrible, bajo el rostro sintiéndome de lo más peor.

Simple Y Complicado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora