Simple Y Complicado.

Campus.

Me bajo del auto seguido de Daren, llegamos al puerta de mi casa, busco las llaves en mi cartera mientras él, solo me mira.

Podría acostumbrarme a esto.

En estos momentos ninguno habla, queriendo no acabar la noche, realmente no quiero despedirme, pero supongo que es inevitable. 

—Y... —Me animo a hablar, aún con el corazón acelerado.

—Y... —Musita imitándome. —Entra. —Concluye. Observando cada gesto que hago.

—Si... eso pienso hacer... supongo. —río nerviosa. ¡Joder! estoy temblando. Pero cuando tomo el pomo de la puerta.

Daren se acerca lentamente, acortando la poca distancia entre nosotros, me toma del mentón para acercar sus labios a los míos, cierro los ojos por instinto. Hubiese sido perfecto pero el sonido de una puerta abrirse hizo separarnos de golpe. Mi madre nos ve y entrecierra los ojos, mientras yo intento mantener la compostura. Ella mira su reloj de mano, para luego mirarme a mi, para luego mirar a Daren.

—Justo a tiempo. —Dice mi madre mirando a Daren. —¿Quién es el señorito? —Lo mira de pies a cabeza.

—Daren Satori. Un placer. —Dice Daren extendiéndole la mano. Mi madre me mira asombrada.

—¿Satori eh? —Dice mi madre sosteniendo su mano. —Uno de los hijos de George. —Yo me limito a quedarme callada sin entender absolutamente nada, sorprendida de ver que conozca a su padre.

—Bueno, ya me tengo que ir. —Dice Daren despidiéndose de nosotras, cosa que me transmite alivio.

—Me saludas a tus padres. —Dice mi madre, acto seguido cierro la puerta, respirando por fin.

—Okay! eso fue raro. —Hablo conmigo misma en voz alta.

—No sabía que conocías a los Satori.—Dice mi madre mientras se aleja hacia su habitación.

—No, yo no sabía que conocías a los Satori. 

—Fuimos... amigos de la infancia. —Concluye mientras desaparece de mi vista.

 Demasiadas emociones por hoy. Me tiro en la cama, repasando en mi mente todo lo que viví en el trascurso del día, hasta que una sonrisa se posó en mis labios al recordar los últimos sucesos, no puedo evitar tocar mis labios, aún siento el tacto de su boca con la mía. Me llega un mensaje al celular y atiendo inmediatamente.

Elena:

Misión cumplida. Deberías agradecerme. :P

                                                                                                     10:57 P.M

Ana: 

También debería golpearte por ponerme en una situación tan intensa.

                                                                                                     10:58 P.M

Aunque estoy muy segura de que tengo que agradecerle, por muchas cosas...

***

Me encuentro en el aula de clases, mirando como una tonta hacia la nada, recordando una y otra vez el beso de anoche, mi imaginación se vio interrumpida por una mano agitarse en mi cara.

—¿En que planeta estás Ana?—Dice Elena parada frente a mí. —Te pregunté si quieres acompañarme a la práctica. 

—S-si.. —Musito aún recuperándome de mi trance.

—Tks... Daren te tiene loca. —Dice recogiendo su bulto donde guarda su uniforme de animadora.

—Ni me acordaba de él. 

¡Mentirosa!

—Si claro. —Dice Elena burlesca. —Vamos.

En dos semanas comienza el torneo entre escuelas, eso significa menos horas de clases, hasta los profesores están emocionados. Me encuentro sentada en el pasto admirando la coreografía de las animadoras, viendo lo sorprendente que es Elena haciendo sus números, no puedo negar que Heather también, que hasta ahora me doy cuenta que está en el equipo, con sus estúpidos pasos impecables, como si fuera la reina, todas siguiendo las ordenes de Melanie. Lo que no puedo entender es, si mostrar el trasero moviendo las faldas es parte de la coreografía, se les ve todo con el mínimo movimiento.

Él alboroto en mi estómago comienza cuando veo un grupo de chicos venir, son los chicos del equipo, y solamente con ver a Kennet mi corazón acelera diez veces más, porque sé que Daren está ahí, y no me equivoco, ahí viene con el uniforme del equipo, acabando con el suspiro de muchas, incluyéndome, está sonriendo mientras charla con los chicos. Sonrío como una tonta.

—Si piensas estar con él deberías resolver ese problema primero.—Dice Tiara sentándose a mi lado de forma exageradamente delicada.

—¿Cual problema? —Digo.

—Ese. —Señala el grupo de chicas que se acercan a ellos. —Y ese. —Señala a Heather, que no deja de observarlo celosa. —Se siguen acostando —La miro alarmada. —¿Dime que ex-novios se vuelven amigos después de haber hecho tantas cosas? —Dice mientras se mira las uñas.

—¿Que me sugieres? —Le pregunto desinteresada.

—Ponerte las pilas, ser menos... boba. —Abro la boca ofendida. —Necesitas un curso de auto-seguridad. 

—Si ya entendí. —Dije levantando mi mano.

—Haz visto últimamente a Emma? —Dice cambiando el tema—no esta viniendo a las practicas.

Emma también es animadora, creo haberlo comentado.

—No. —Digo recordando lo sucedido. —¿Por qué ha de interesarme Emma? —Digo molesta.

—No te ha vuelto a molestar? —Pregunta. Niego con la cabeza. —Está horrible, ha perdido peso, ya ni siquiera coquetea con los chicos, ha faltado a casi todas las prácticas de animadoras, es muy extraño.—Dice pensativa.

Lo ultimo me dejo pensativa, tomando en cuenta el moretón que pude ver en su rostro la ultima vez que la vi, recordando la vez que Dylan me empujó en la calle. Se supone que debo aborrecerla pero, lo único que siento es pena al pensar que Dylan le puede estar haciendo daño debido a su actitud. Tal vez cada quién está donde se merece.

Tiara se despide de mi y me quedo sola nuevamente, busco el motivo de mi felicidad momentánea con la mirada para darme cuenta que me está mirando fijamente, pese a que soy la única sentada en el pasto, no es que pase desapercibida. 

Creo haber estado en la misma posición anteriormente, esto es un deja vu?

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