Bésame.

28 6 0
                                    




Daren tenía razón, el panorama de noche es mucho mejor. Las luces hacen un plan perfecto de parecer estrellas plasmadas en la ciudad, estamos en el terreno que deja ver la ciudad completa. Estoy sentada sobre una manta casi en la orilla, no mucho porque le tengo miedo a las alturas, pero queriendo ver con lujo de detalle la ciudad, contemplar el paisaje, es imposible no embelesarse, también me doy cuenta que la ciudad hace mucho ruido. Todo es perfecto, sereno aquí arriba, excepto el frío infernal que hace, me maldije mentalmente por no traer brassier. Ya se imaginan por qué. Lo sé soy muy estúpida, pero no tenía pensado salir de mi casa, gracias a la virgen de la santidad el abrigo es bastante grueso, manteniéndome calientita por dentro, pero es muy notable si es parpado. Daren se sienta a mi lado con dos tarros de helados que compró en el camino, me tiende uno y lo destapo inmediatamente, me sorprendo al ver que es mi helado favorito Caramelo y Vainilla, lo miro asombrada, él me mira con cara de que no entiende nada.

—¿Como lo sabías? —pregunté asombrada—. Es mi helado favorito. —Daren parpadeó varias veces.

—No tenía idea. —dice mostrando demasiado desinterés mirando al frente—. Que casualidad.

Le resto importancia y me dispongo a comer animada, tengo la maña de voltear la cuchara como los niños cuando como helado o algo que se adhiera a la cuchara, mientras hago esto lo noto observarme con interés.

—¿Que? —Pregunto lamiéndome los labios. Esto hace que baje su vista a mis labios.

—Ya sé que quiero que hagas —Dice mirándome con seriedad. En sus ojos puedo ver un brillo especial. Lo miro impaciente esperando no hacer nada que me haga correr o hacer alguna actividad física, mucho menos limpiar, soy terriblemente vaga o aún peor, llevar sus cosas como su sirvienta. Ya me imagino en los pasillos del colegio cargando una loma de libros y su mochila mientras él va delante de mi con una sonrisa maquiavélica gritándome esclava y disfrutando mi sufrimiento.

Daren me saca de mis pensamientos poniéndose de pie, lo sigo con la mirada para segundos después levantarme y seguirlo, se sienta en el capo del auto y me mira de manera lasciva.

—Bésame. —Suelta sin más, frunzo el ceño ¿Ese es su reto para mi? ¿Así de fácil? —Pero —dice aún más serio—. Quiero que lo hagas como lo hiciste en el día del torneo.

La idea está más que buena, lo malo es que la Ana maldita y empoderada de ese día dijo: Vengo ahora, Y no volvió más nunca. Camino temblorosa y nerviosa hasta estar a escasos centímetros de su presencia, me siento respirar con dificultad mientras me acerco hasta chocar con sus pies con los míos, levanto la vista y él me mira paciente, relajado,pero cambia de repente a una sonrisa burlona, me alejo rápidamente.

—Te estas burlando de mi—digo desconfiada, estoy muy nerviosa y que él haga eso no mejora mi situación.

Pero Daren no permite que me aleje atrayéndome hacia él con sus manos, y sin siquiera poder quejarme une sus labios con los míos, me cuesta seguirle el ritmo, pero varios segundos después lo capto, pongo mis manos sobre su nuca mientras lo siento rodear mi cintura. La cosa se intensifica cuando el beso se vuelve demandante, fogoso, desesperado, abro mis labios invitándole a entrar, el no se hace esperar y comienza a jugar con mi lengua. Lo abrazo totalmente pegándome más a el, eso provoca que roce mi parte baja con la suya, el gruñe en respuesta y me levanta sin ningún problema haciéndome rodear sus caderas con mis piernas, da la vuelta y me sienta en el capo del auto, eso hace que nos echemos para atrás. Me pego más a él inquietándome el poco espacio sobrante entre nosotros, sin querer hago chocar mi cuerpo hacía su bulto que evidentemente se encuentra reaccionando.

Se me olvido que tenía frío pese a que se me subió un calentón en estos momentos, siento que la Ana maldita regresó a mi cuerpo, al no sentir ninguna vergüenza en morder su labio inferior, sus manos abandonan mi cadera para entrar dentro de mi abrigo, esto hace que se me escape un gemido involuntario. De repente recuerdo que no traigo bra, él lo sabe, porque mis pezones están erectos y chocan con su torso aun la ropa de por medio. Siento sus manos subir por mi cuerpo desnudo en sus manos, hasta llegar a ese sitio sensible que tanto temía pero al mismo tiempo quería, mis pechos.

Comienza a jugar con ellos debajo de mi abrigo de forma astuta. Es como si supiera exactamente donde prenderme, donde hacerme gemir. Vuelvo a besarlo de manera desesperada. Recorrió cada parte de mi cuerpo con sus manos provocando oleadas de calor por todo mi cuerpo, de repente siento que la ropa me incomodaba.

¿Cuantas probabilidades tenía de que pasara esto? antes de 10 minutos, ninguna.

Así pasamos alrededor de treinta minutos entre besos, jugueteo y toqueteo, donde evidentemente se estaba apretando la situación. Nos separamos con la respiración entrecortada, volviendo los dos a la realidad.

—¿Que hora es? —Hasta mi voz era diferente, sonaba aguda. Daren sacó su celular del bolsillo y maldijo por lo bajo, acerqué mi rostro a su celular para ver por qué su reacción y vi cinco llamadas perdidas de su hermano. Vi la hora y son las 11:57 P.M. mi madre va a matarme, luego me va a revivir y me matará de nuevo.

—Debemos irnos —dije aun situada entre sus caderas. Ninguno se movió, al cabo de unos segundos se separo de mí lentamente, como si le doliera hacerlo. —Es tu culpa por traer ese pantalón— Dijo serio. Me causó gracia su reacción.

—¿Como es que es mi culpa?

—Si te hubieses puesto un bra y un pantalón más largo tal vez...pasaría lo mismo... —Susurró lo último para si mismo.

Recogimos todo y prendimos marcha a casa, en el camino se hizo un silencio acompañado de una canción de Bad Bunny provocando que sonría de vez en cuando, tenía muchas partes obscenas que me recordaron a lo que estábamos haciendo anteriormente. Daren me mira de reojo.

—¿De qué te ríes? —pregunta mientras continua con la vista a la carretera.

—De nada. —digo aún sonriendo. Él me mira extrañado.

—Sabía que eras loca pero no pensé que fuese tanto. —bromeó sin sonreír.

Llegamos a mi hogar más rápido de lo que pensé, me despedí de él tomando mi mochila, la culpable de todo lo que pasó—La cuál le agradezco—Llegué a la entrada dispuesta a abrir la puerta, pero un papel en el piso hizo detenerme, lo tome y entré, cerré la puerta con seguro y me dirigí a mi habitación notando que mi madre está en el quinto sueño. Me despojé de mis cosas y abrí el papel curiosa.

Ay no.

Mis ojos se abrieron hasta más no poder, sentí un escalofrío en todo el cuerpo, mi equilibrio se debilitó y caí sentada en la cama, leyendo el papel una y otra vez con las manos temblorosas.

Feliz Aniversario cariño, te preparé una sorpresa en tu ventana

Di la vuelta y me dirigí a la ventana a paso lento, temblando, abrí la cortina lentamente, un poco alejada, di un grito ahogado alejándome dando pasos hacia atrás, tropezándome con la mochila y cayendo al piso. ¿La razón de mi sorpresa? Hay una rata muerta pegada al cristal con cinta adhesiva desde el otro lado.

-----------------------------------------

Saludando.

No pensé que habría salseo en mi historia peeeero como estoy escribiendo lo primero que me llegue a la mente, aquí está.

Mi primer salseo 7u7

Ay dio vea.

Hasta la próxima.

Simple Y Complicado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora