Culpa.

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Un sonido tosco por toda la casa interrumpió mi plácido sueño, alguien toca la puerta, me levante a regañadientes, cuando llego a la puerta miro por el ojillo de la puerta, para confirmar que no sea dicha persona que no quiero ver, respiro al ver que es Elena. Abrí la puerta de inmediato y le hice una seña de que pasara, me siguió hasta mi habitación, observando todo lo que deja a su paso, recién recuerdo que es primera vez que viene a mi casa.

—¿Por qué no me llamaste inmediatamente?— Pregunta Elena, sentada en postura de yoga a mi lado mientras que yo me encuentro desparramada en la cama.

—No quería molestar.— Dice con la voz rota. Mi cabello aún sigue húmedo, no me dieron ganas de secarlo, restándole importancia a que me cause un resfriado.

—No seas estúpida— dice molesta. —Si te dije que me llamaras para cualquier cosa debes hacerlo.

Hago una mueca de apatía.

—Créeme, es lo mejor que haz hecho en toda tu vida —Trata de animarme, cosa que es en vano. —Anímate Ana! es lo querías no? O eso fue lo que entendí cuándo estábamos en el campus.— dice mientras se levanta a husmear mis cosas.

—No es como yo pensaba. Y no dije que terminaría con él. —digo a punto de llorar. —Me siento terrible.

—Ya se te pasará, fue tu primer novio no?—Dice mientras husmea entre mis kits de maquillaje. Asentí levemente. —Cuánto tiempo llevaban?—Vuelve a preguntar, esta vez sentada en mi escritorio.

—Íbamos a cumplir un año en dos meses.—Me reincorporo, esta posición me deprime mas.

—Perra! Tienes muchas cosas aquí.— Dice emocionada. Sé que trata de cambiar el tema. —Nunca pensé que tu habitación se viera tan cool. —Bromea, cosa que hizo efecto porque una carcajada salió de mi boca.

Las semanas pasaban y mi mente poco a poco olvidaba el ser que me causó tantas noches de insomnio, era un alivio no tener que enviarle un mensaje de buenos días —Todos los días— y si no lo hacía se enojaba, aunque no los respondía. 

Pasaba mucho tiempo con Elena y sus amigos, incluyendo Daren, con quién sinceramente no hablaba, siempre me mantenía distante, no quería causarle problemas con su novia, pues la veo tensarse cada vez que nos ve, también noto que ella siempre está por su lado y él siempre está con nosotros, como si estuviesen peleados. Supe tolerar las burlas de los amigos de Daren, incluyendo a Jayson, al final son inofensivos todos.

Me encuentro en la biblioteca estudiando para un examen de biología, gracias a Elena mis notas han subido, pues siempre me cita para estudiar o para explicarme lo que no entiendo, a tal punto que ya puedo estudiar yo sola. estoy muy agradecida de tenerla como amiga. Levanto mi vista y veo a Emma entrar a la biblioteca con sus amigas, sorprendentemente después de lo que pasó, ha estado evitándome, ni siquiera me mira cuando nos cruzamos, todo lo contrario a lo que pensé, tal vez la consciencia la está matando.

***

Me encuentro en el comedor, devorando mi sándwich como si mi vida dependiera de ello, mientras Elena besuquea a su novio cada vez que puede. Daren como siempre, pendiente a su celular.

—Felicítenme! al fin estoy saliendo con alguien. —Dice Jayson levantando su refresco en modo de brindis.

—¿Al fin ya perdiste la virginidad? —bromea Kennet, a lo que todos nos echamos a reír.

—También debemos celebrar por Ana —Dice Elena parándose de su silla. —Al fin esta solte...—Inmediatamente me levanto para taparle la boca y volverla a sentar. Todos se echan a reír nuevamente, excepto Daren, que aparta su vista de su celular para mirarme por varios segundos, hecho esto vuelve a lo que estaba.

Me disculpo para ir al baño, camino por los pasillos azules del colegio, a veces pienso que estoy en alguna película de terror, por sus colores opacos, abro la puerta del baño y veo a Emma frente al espejo, retocando su maquillaje. Me coloco lo más lejos de ella para lavar mis manos y mi cara, veo de reojo como recoge sus cosas dispuesta a irse, pero antes de marcharse, me atrevo a mirarla y noto un pequeño moretón en su mejilla derecha. Me quedo quieta frente al lavamanos mientras el agua corre, para después reaccionar y salir.

Veo a la mitad del pasillo a Daren y Heather, parece que están discutiendo, como siempre los veo. Ella me mira y se va cabreada mientras el se apoya de la pared, camino a paso rápido por su lado, no se por qué siento que soy la causa de sus discusiones. Llego al comedor sintiéndome terriblemente mal, mientras que Daren no regresa. 

Creo que tengo la necesidad de hablar con Heather y decirle que no pretendo quitarle su novio, no me atrevería a hacer algo así. Independientemente de que él me guste, no significa que yo le guste a él, y obviamente me lo hace saber todos los días tratándome indiferente.

Las clases acabaron, y estamos todos caminando hacia la salida, todos riéndonos de una estupidez que dijo Jayson, hasta que veo a Dylan y a Emma en la puerta del colegio, dónde siempre me esperaba, besándola para luego irse en su moto. Mi humor cambió inmediatamente, llamando la atención de todos. Elena toco mi brazo en forma de consuelo.

—No vale la pena. —Susurra Elena.

—Me largo. —Se despide Daren en dirección al estacionamiento del instituto, despidiéndose con la mano.

Yo también me despido sin muchas ganas, no espero la respuesta de nadie.

—Te escribiré —Grita Elena mientras se marcha con su novio. Y los otros también buscan su camino.

Camino sin ganas por la acera alejándome del colegio, sin poder evitar que varias lágrimas se escapan de mis ojos, intento limpiarme con la mano pero es en vano, salen más y más. Un auto negro que conozco muy bien toca bocina a mi lado, Daren baja el vidrio.

—Sube. —dice seco.

—No te preocupes, estoy bien. —Trato de sonreír aún secando mis lágrimas.

—Sube. —Vuelve a decir en el mismo tono.

—No voy para mi ca... —Me excuso de nuevo, pero no me deja terminar.

—Sube. —repite esta vez cabreado.

Veo dos vehículos atrás esperando, así que no lo pienso dos veces y entro al vehículo. Odio los momentos incómodos, por ejemplo en el que estoy ahora mismo el sentarme y no decir ni una palabra, veo mi cara por el retrovisor y está toda roja, aún con lagrimas secándose en mis mejillas, trato de limpiarlas con la mano pero un pañuelo blanco aparece a mi vista, lo miro, para luego mirar quien me lo tiende, él sigue con su mirada en la carretera, su ceño se frunce así que lo tomo.

—¿A donde vamos?— dice sin mirarme.

—¿Ah? —Pregunto ida.

—dijiste que no vas hacia tu casa. 

Me quedo callada pensando que decir, pues opto por decirle que me deje aquí, ni que me fuera a llevar al fin de mundo solo porque yo se lo diga. 

—Entonces te llevaré conmigo. —Dicho esto acelera el auto.

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Saludos xd

De ahora en adelante voy a escribir con más ánimo porque me gusta lo que viene :)

Hasta la próxima.

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