Simple Y Complicado.

Gané.

Subo la escalera sintiendo dejar un pedazo de mi corazón en cada escalón, escucho una música de Machine Gun Kelly desde mi posición. Me detengo al ver un cuadro de una mujer con un bebé en brazos.

—Que carajos...— Escucho alguien decir. Mi corazón dio un salto al ver a Daren, a mi izquierda igual o peor de sorprendido que yo. No pude evitar mover mis ojos a su cuerpo, estaba sin polo dejando ver su delgado pero formado abdomen, solo con un pantalón jogger negro, llevaba el pelo mojado y desde mi lejanía podía oler su colonia, definitivamente acababa de bañarse.

—Ah...! y-yo no quería venir pero Kennet me dijo que era importante luego t-tu hermano me dijo que pasara no era mi intención no avisar y-yo... —Cerré la boca de golpe y extendí el paquete sin mirarlo. Mis mejillas ardían de vergüenza y nervios.

¿Donde está la Ana del partido?

Lo escucho reír y lo miro incrédula, se acerca y eso empeora las cosas porque no sé como esconder lo nerviosa y temblorosa que estoy.

—¿Por que te pones tan nerviosa considerando lo que hiciste anoche? —Dice tomando el paquete y se aleja de nuevo. Lo veo caminar hasta que voltea su rostro —¿Piensas quedarte ahí? —Dice odioso. Parpadeo dos veces y decido seguirlo mientras la música se escucha más fuerte, dejamos atrás varias puertas hasta que entramos a lo que supongo que es su habitación, no dudo ni un segundo en mirar cada esquina, está algo desordenada pero huele muy bien aquí, las paredes son de un color azul oscuro opaco, aun así se ve muy clara la habitación, su cama es más grande que la mía y está perfectamente tendida aunque haya desorden de ropa en uno que otro lado, hay una pantalla pegada a la pared que queda frente a la cama,un escritorio muy ordenado y una consola de vídeo juegos ps4.

Eso no puede faltar en una habitación adolescente.

—Siéntate —dice mientras destapa el paquete. Me siento en la orilla de la cama dejando la mochila en el piso. No puedo evitar dejar de mirarlo, es demasiado embelesante. Esto es mucho con demasiado, nunca pensé estar en este lugar, ni en mis sueños mas locos.

—Deja de mirarme o sentiré que eres una psicópata que vino a matarme —dice burló aún sin mirarme. Me sonrojo y aparto la vista.

—No te miraba a ti, miraba...no te miraba a ti. —digo nerviosa. Me maldije mentalmente ¿Por qué estoy tan estúpida el día de hoy? —¿Como sabes mi apellido? —cambié de tema recordando lo de anoche. Él me mira pensándolo un poco.

—Te stalkié en instagram —Dice tranquilo. Abro los ojos sorprendida.

Ok. eso no me lo esperaba.

—¿Y así dices que la psicópata soy yo? —digo burlona.

Realmente la psicópata soy yo.

Él deja el paquete encima de la mesa, toma una Macbook y se sienta a mi lado, su brazo roza con el mío, no puedo evitar oír el coro de los ángeles por tenerlo tan cerca. Apaga la música y entra a su instagram, me sorprendo por la cantidad de mensajes que tiene y también me sorprendo cuando lo veo entrar a mi perfil y le da a seguir, hecho esto cierra la Macbook y se dedica a mirarme como si estuviese evaluándome.

—Si sigues mirándome así pensaré que eres un psicópata. —Repito sus palabras burlona.

—Tal vez lo sea..—Susurra acercándose su rostro al mío lentamente, cierro los ojos esperando dicho beso que nunca llegó a causa del sonido de una puerta. Lo escucho maldecir por lo bajo para luego pararse y salir de su habitación lo sigo como una colita, llegamos abajo y la puerta suena aún más fuerte, cuando la abre vemos una Heather muy agitada.