Kalen.

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Es sábado en la mañana, me encuentro en el centro comercial buscando un encargo de mi madre, camino desganada con las bolsas en la mano hasta que paso por una tienda de bebes, me quedo observando el escaparate, viendo un lindo overol azul pastel en un maniquí, y no pude evitar pensar en mi futuro hermanito, la curiosidad hace que entre a la tienda, viendo detalladamente cada artículo, también hay muchos juguetes. Veo dos niños correr en la tienda de algunos 5 años, y de repente me imagino jugando con mi hermano cuando tenga ese tamaño Llevo mi mano libre a mi mejilla, para darme cuenta que estoy llorando.

Salgo de la tienda a paso rápido, mientras recibo una llamada de Dylan, viro los ojos completamente hastiada, es la quinta llamada que recibo de él el día de hoy, cierro la llamada, cuando salgo del centro veo que está a punto de llover así que me apresuro a pasar la calle, para darme cuenta segundos después que estoy en el piso con mis cosas desparramadas en el piso, de repente la claridad me molesta y me duele un montón la cabeza, levanto la cabeza y veo un par de ojos celestes mirarme con preocupación.

—¡¿Oh Dios mio estás bien?!— Dice el chico agachándose a mi lado. Corroboro su pregunta mirándome, tengo una rodilla raspada la cual ahora comienza a doler. Me ayuda a levantarme y recoge mis cosas.

—Permítame llevarla al médico— Dice preocupado.

—Estoy bien...—. Digo aún ida mientras veo la herida de mi rodilla sangrar descontroladamente, pese a que tengo un vestido corto.

La gente se está amontonando alrededor de nosotros, no puedo respirar bien, de repente todo se va poniendo blanco, el chico pone mi brazo alrededor de su cuello y me lleva hacia su auto.

—Enserio estoy bien— Vuelvo a decir mientras lo veo arrancar dejando la gente atrás —.Es solo un raspón— No es que esté muy segura con un desconocido aunque intente ayudarme. Su celular suena y lo atiende, me dedico a mirar sus facciones, es lindo, joder muy lindo, siento que lo he visto en algún lado pero no recuerdo, tiene el cuerpo bien trabajado, es notable aún encima  de su camisa blanca impecable, aparenta unos 25 años, de repente siento la necesidad de compararlo con Daren, su cabello negro azabache está un poco largo, igual que Daren, tiene el mismo tono de azul de ojos que Daren.

—Lo siento se me presentó un problema— Lo escucho hablar, no vaya ser que me secuestre y venda mis órganos a algún mercado negro, cosa que sería terrible porque como mucha comida chatarra y bebo mucho refresco —.Si, será rápido, si quieres alcánzame al hospital de la Ross, estás cerca de ahí— Respiro aliviada confirmando que no me secuestrará. Dicho esto cuelga la llamada.

—Discúlpame— Dice amablemente con una sonrisa —.Tengo que juntarme con mi hermano, espero y no te moleste— Dice mientras llegamos al hospital, bajamos del auto y entramos.

***

Me encuentro acostada en una camilla, mi rodilla está vendada, evidentemente no sufrí otro daño, tengo el celular en la mano, pensado si escribirle o no a mi madre, hasta que al fin decido llamarla y explicarle lo que pasó. El chico está hablando por su celular caminando de un lado para otro, de vez en cuando me pregunta como estoy, me siento culpable por atrasar sus planes.

—Hey— Lo llamo y en cuestión de segundos lo tengo frente a mi —¿Como te llamas?— Pregunto para calmar un poco el ambiente.

—Ash...lo siento. Me llamo Kalen, Kalen Satori— Me tiende la mano —¿Y tu?

—Ana...— Le doy mi mano.

¡¿Espera que?!

¿Dijo Satori?

No me digas que...!

Y mis pensamientos fueron confirmados cuando Daren aparece en mi campo de visión, igual de sorprendido que yo. ¡¿Es enserio?! Con razón me los encontraba tan parecidos.

—Debe ser una broma...— Dice Daren con su típica cara de pocos amigos. Su hermano nos mira confundido.

—¿Se conocen?— Pregunta Kalen mirándonos —.Que pequeño es el mundo...— Dice asombrado para luego desaparecer de nuestro campo de visión debido a una llamada.

—Enserio siempre andas metida en problemas— Dice cabreado mientras se sienta en la orilla de la camilla. No lo había visto desde la fiesta de celebración por la primera victoria del equipo. Me cruzo de brazos enojada en respuesta. Se forma un silencio incómodo entre los dos, me dedico a observarlo de reojo, para darme cuenta que está muy cerca de mí, puedo sentir su olor llevando mi mente a varios recuerdos.

Ay no ay no ay no.

Me reprendo mentalmente por ser tan débil.

—Ya pueden marcharse, mi madre viene en camino— Digo sin mirarlo. Él me da una mirada de reproche en respuesta. Kalen regresa mientras nos sonríe.

—¿Son amigos de la escuela?— Pregunta muy interesado. Daren lo mira con advertencia.

Dejo de mirarlos para ver a mi madre llegar sofocada, se pone una mano en el pecho y suspirar aliviada cuando me ve.

—Gracias a Dios— Dice acercándose a mi, sin antes mirar a los chicos. —. ¡Oh! tu novio está aquí—.Dice sorprendiéndonos a Daren y a mi.

—Ah si que eso era eh?— Dice Kalen sonriendo—.Saludos señora, yo soy el cuñado— Dice Kalen sorprendiéndonos más a Daren y a mi.

—Otro hijo de George...—Musita mi madre —.Y son apuestos todos!— Decido levantarme, entendiendo que ya está bueno.

—Ya nos podemos ir—. Digo de pie, afincando un poco la pierna, la herida sigue ardiendo.

—Fue un placer conocerte Kalen— Dice mi madre amable —.Gracias a los dos por cuidar de mi hija mientras llego.

—Fue un placer— Dice Daren sarcástico. Le doy una mirada asesina en respuesta. 

Nos despedimos y salimos del hospital, me subo al auto aún viendo la entrada del centro, una sonrisa se posa en mis labios. No importa donde esté o lo que pase, siempre termino cerca de Daren. Para luego mi madre poner en marcha el auto.

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Simple Y Complicado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora