La señorita Mcgonagall no es perfecta

58- Clare Black

Para ser sincera, esperaba que mamá me fuera a recoger en el momento en el que se enteró que le había mentido, sin embargo, no fue así, obvio que sí me regañó, dijo que cuando volviera enfrentaría las consecuencias de mis actos, pero después de eso me dejó, valla mañana había tenido con ese vociferador, pasó correteándome mientras me regañaba hasta que terminó. Claro que fui, por un segundo la que tuvo mejor suerte, ya que Miles tuvo que quedarse en su lugar hasta que el vociferador terminara, y Jake de solo escuchar a su madre hablar en, supongo yo alemán, quedó totalmente petrificado, y no se movió en ningún segundo, al menos yo si pude correr y escaparme de la peor parte, lo lamentaba por los otros dos, pero salvar mi pellejo de la enorme furia de mamá era la prioridad de este verano

-mamá ¿ya tomaste tus medicamentos? – dijo Orión bostezando mientras entraba a la cocina, me reí de su pelo despeinado y su pijama de escobas mientras tomaba una manzana y me sentaba en una silla, recién me había levantado junto a su madre, la cual ayudé a llegar hasta la cocina.

Ya había pasado una semana desde que habíamos llegado y debo decir que Miles, Jake y yo en todo momento tratábamos de ayudar a la señora Black, o Clare, como nos dijo que la llamáramos, no le habíamos comentado nada a nuestros padres de la condición que tenía, solamente que nos quedaríamos aquí, por lo que creo yo, que estarían orgullosos de nosotros al vernos ayudar en la casa, y siendo de mucha utilidad para ella y Orión, claro que no debíamos movernos tanto ya que los Black tenían un elfo doméstico, Kreacher, el cual, debo mencionar, no es muy amigable, sin embargo, él se encargaba de la limpieza y comida, pero igual, hacíamos todo lo que estuviera a nuestro alcance y creo que eso era lo que contaba

- si cariño – Jake y Miles entraron a la cocina y tomaron asiento al lado de Clare – ya deja de preocuparte tanto por mí – lo miró con ternura y le alzó la mano para que él fuera a su encuentro – deberías preocuparte más por tus invitados ¿no crees? – dijo sonriéndole mientras le acariciaba su mejilla, aww, que ternura, Orión sonrojado asintió mientras se despegaba de su madre y se sentaba a mi lado, luego, Kreacher apareció con la comida

- ama Clare – le dijo el elfo cuando le estaba dando su desayuno – hoy parece más pálida que ayer – todos nos detuvimos al escuchar decir eso, las miradas de todos volaron hacia muchas direcciones, para luego aterrizar en la nerviosa de Clare

- tonterías Kreacher – dijo ella nerviosa – estoy perfectamente – nos sonrió para tranquilizarnos – vamos niños – movió sus manos – coman, el desayuno es la comida más importante del día – automáticamente, posé mi mirada en Orión, el cual, con un poco de duda nos asentía y continuaba comiendo, me relajé un poco y seguí también en lo mío. Pasado el desayuno, Clare, con una gran sonrisa nos mandó a todos al baño y a ordenar nuestros cuartos, en total, duramos una hora entre todos en completar la tarea

- niños – nos llamó ella cuando nos vio bajar por la escalera, Kreacher no mentía, hoy se veía más pálida que de costumbre, conforme nos fuimos acercando, pude notar que sus ojeras habían crecido, y se expresión era cansada, me asusté por ello – quiero que me hagan un favor – dijo con voz serena, observando como todos nos acercábamos hasta ella

- claro mamá, ¿qué necesitas? – dijo Orión tomando su mano y dándole un beso en la palma, su madre sonrió muy grande y le acaricio el pelo, al ver la escena, no pude evitar engancharme del brazo de Jake y suspirar

- quiero que vallan los cuatro al Callejón Diagon – se tanteó su cintura buscando algo, luego metió su mano en un bolsito – que entren a la Heladería Florean Fortescue – tomó la mano de su hijo y la extendió, luego ella puso se mano echa un puño sobre la palma extendida – y me compren el Helado más grande de Fresa explosiva que tengan – puso un puñadito de monedas en la palma de su hijo y sonrió, Orión pestañeo sin comprender