33- Enfermeria

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Abrí los ojos pero la luz me sego, así que los cerré fuertemente, lleve mis manos hacia ellos y me los refregué, bostece un largo rato y luego me intente sentar, no tenia que adivinar en donde estaba, ya que, mi cuarto no era claro y el de mama tampoco, así que me tendría que estar encontrando en este momento en la enfermería, ¿pero por que estoy aquí? Nose, de echo ni me acuerdo de lo que paso la ultima vez que estuve despierta, a propósito ¿que hora es? Tengo hambre..., sacudo mi cabeza y quito las sabanas de mi cuerpo, paso mis piernas hacia el borde de la cama  y resbalo de ella hasta colocar mis pies en el piso, ya que no encuentro mis zapatos, me veo con la obligación de caminar descalza por el frio suelo - obviamente sabemos que adoro andar descalza, digo, es andar descalzo, ¿Quién no ama eso?- y camino un poco por entre las camas, ya estaba prácticamente dispuesta a salir por las dos puertas, cuando siento que soy levantada

- ¡ Torum, pequeña, te extrañe mucho ! - decía Jake abrazándome muy fuerte mientras me depositaba en una camilla y me seguía sacando los órganos, después de unos segundos, sentí como me lo quitaban de encima para ser reemplazado por otra persona, Miles, el cual me abrazo fuertemente y me dijo que si volvía a hacer una estupidez de esas me quitaba mis derechos para copiar sus trabajos, y obviamente al escuchar eso casi muero, luego Orion llego, y como la gran diva que es, me obligo a abrazarlo, en lugar de que el me abrazara, ya que según el, yo lo extrañaba... en fin, todo un amor el Black... Luego de todo el asunto empalagoso de los tres, comenzaron a contarme sobre lo que había pasado durante mi ausencia, que creían a Harry como posible heredero de Slythering, Snape mando a Miles con Dumbledore por culpa de Orion y su putrefacta poción, le hicieron una broma a unos chicos de Slythering, trajeron golosinas por la ultima salida a Hogsmade - y no me trajeron a mi los desgraciados- y de cómo han estados las clases, pero entonces, una duda existencial me invade por completo... y hace que me ponga un poco nerviosa

- heeee, ¿chicos? - todos voltean a verme con cara de ~¿¡¿¡QUE TE PASÓ?!?!~ pero yo sonreí para tranquilizarlos - yo he... ¿hace cuanto estoy aquí?- y apenas termine, se movieron incómodos, evitaban mi mirada y se veían entre si, eso erizo los vellitos de mi piel y me puso nerviosa, carraspee y volví a hablar, ganándome una atención- ¿Chicos...?? - se voltearon a ver entre sí y luego Jake se acercó, puso una de sus manos en mi rodilla y me miró a los ojos, sonrió melancólico y... ¿Que? ¿Melancólico? ¡El no es así...!

Se sentó a la par mía y luego me acurrucó en su pecho, no había notado cuánto había crecido, ni tampoco lo reconfortante que Jake era... me acerqué más a él y suspire, luego de unos segundos abrí mis ojos y observe a Miles y Orion, ambos se acercaron he hicimos abrazo grupal, esto enserio tiene que ser muy malo...

Ya separados, todos suspiramos, y luego Miles comenzó a hablar

- mira torum..., el golpe que te diste en la cabeza... por más que Madame Pomfrey trato de curarte - se escuchaba nervioso, comenzó a jugar con su corbata, Orion le puso una mano en el hombro y prosiguió

- lo que Miles quiere decir es que quedaste inconsciente por casi una semana - perdí el aliento, lo voltee a ver casi horrorizada, y tengo que decir, que estoy totalmente feliz de que estuviera en brazos de Jake, ya que si no hubiera sido así, hubiera terminado directo en el suelo, Jake me agarro fuerte de los hombros y me acostó en la cama, yo me trataba de soltar de él, pataleaba y de todo, no me mal interpreten, necesitaba aire, y ninguno lo entendió, ya que se pusieron de locos a sujetarme contra la cama

- ¡¡ Torum relájate solo fue una bendita semana !! - gritó muy fuerte Miles, el cobrizo me trataba de sostener los pies pero no lo conseguía muy bien, mientras Jake y Orion me mantenían presos mis brazos, uno en cada uno, cualquiera que viera la escena diría que estaban tratando con una psicópata, yo en estos momentos, trataba que la bata que traía no hiciera una de las suyas y le enseñaran mis calzones a Miles, que si no me los habían cambiado aún, son de bates y bludgers, luego de forcejear con ellos un rato más, grite

La señorita Mcgonagall no es perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora