B i g B o y © (fanfic)

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Estoy experimentando un live action de una fugitiva en fuga al moverme sigilosamente entre los pasillos vacíos intentando buscar un escondite para quedarme el resto del día, escabullendome como un ninja un tanto pirata.

Romper reglas o hacer algo incorrecto no es algo que le vaya a mi persona, pero a veces se necesita un poco de adrenalina en la vida ¿no?

No.

Hay, tu cállate.

Los pasillos están completamente vacíos y el sonido de los profesores hablándole a sus clases, más es pasar de hojas y murmullo de voces, es lo único que escucho de ambiente, siento como si estuviera en una fuga de GTA con cinco estrellas, solo que con la diferencia de que yo solo escapó de clases y en ese videojuego, el personaje escapaba con miles de dólares en mano y una caravana de policías tras su espalda.

Pero no podía quedarme todo el día encerrada en el baño, por dos simples razones:

La primera es que me aterra pensar que se vuelva a dar la ocasión de encontrarme nuevamente a XiYeon dentro y escuchar sus fetiches agresivos que tiene planeados en hacerme.

Y la segunda, es por el olor...si, el olor.

Los baños públicos son frecuentados por muchos estudiantes en donde suelen hacer sus necesidades, si es que no solo van a sacarse fotos en frente del espejo posando por diez minutos completos o retocarse partes de su maquillaje o peinado.

Después de los recesos el olor es horriblemente apestoso por el tema de las cañerías y las necesidades de las chicas.

En resumen, no quiero oír las maneras que XiYeon tiene para matarme y tampoco quiero tragarme la fragancia de miles de desechos ajenos.

—¿Señorita Kim? —al distraerme pensando en las opciones que tenía en un fétido baño, olvido el hecho de que no quiero ser descubierta caminando como una estúpida a mitad de camino.

Me detengo en seco sabiendo perfectamente quién me acaba de llamar 《estoy frita》 Anticipandome, me preparo tomando aire y valor, giro en mi lugar con la mejor inocencia fingida y una sonrisa amplia para dar a quien logre apreciarla.

—¡Señor White! pero qué alegría verle una vez más ¿qué tal está usted? —tengo al inspector principal enfrente mío, seguramente buscando explicaciones del porqué estoy con mochila y todo en mano paseando como si nada en pleno horario de clases. ¡Tenemos un 3-14, repito, 3-14, aborten misión, entren en pánico, exploten la base y cualquier registro!— ¿Nueva corbata? —intentando normalizar el ambiente, señaló el cambio de corbata, ya que es verdad que está usando una nueva después de haber llevado la típica negra con rayas amarillas durante un año completo.

—Hágame el favor de no evadir el tema y por favor explíqueme qué hace usted fuera de sus respectivas clases.

Mi sonrisa enseguida se borra, no puedo poner la excusa barata de que iba camino al baño, ya que está al lado contrario de la dirección en la que caminaba.

Pero tampoco puedo decirle la verdad, me mandaría directamente a clases y para cerrar con broche de oro, incluiría una anotación por falta de conducta e irresponsabilidad.

—Oh hehe, verá...

Miro a ambos lados mientras juego con los mangos de mi mochila intentando no perder la fingida calma.

—¿Y bien? sigo esperando una respuesta señorita

Sé que no lograré inventar una buena idea y mucho menos algo creíble para que un señor con la suficiente noción y madurez mental se lo trague como excusa.