B i g B o y © (fanfic)

𝑩𝒊𝒈 𝑩𝒐𝒚

Él,

Ella.

No lo fueron todo en esta fantasía de amor.

________

Me quedé paralizada, entre la bulliciosa multitud, apreciando bajo las luces de vibrantes colores como ellos entran al salón, destacando sin siquiera intentarlo.

Un vestido azul marino de seda se apega de forma sutil a su pálida figura corporal, una máscara del mismo color y pequeños detalles dorados que le cubren la parte completa de sus ojos, dejando a mostrar solamente lo visible de su incomodidad en esa sonrisa tímida, su castaño cabello cae en ligeras ondas que le quedan desgraciadamente bien.

La envidia me lleva consumiendo la cabeza.

Por el otro lado, entra junto a la chica de porcelana, el gran chico distinguible en cualquier lado por el cual pase.

Utilizando un traje negro que le da elegancia a su sensual e imponente altura, llevando el mismo tipo de máscara pero siendo totalmente negra a juego con su vestimenta, un cabello rebelde en perfecta rebeldía y una de sus manos entrelazadas con la de su compañera sosteniendola con una protección que cualquiera envidiaría recibir.

Duele.

Sus manos van aferradas como si el chico de oro no tuviera motivos en soltar a quien ahora es su nueva novia.

¿Por qué vine?

Tomo un sorbo del penetrante vodka intentando pasar una insuperable obsesión con el remedio de olvidarme de los recuerdos hasta llegar al punto de alucinar y sentir el mundo dado vueltas en manos del alcohol.

Agradezco que esta fiesta haya sido con temática de máscaras.

No habría podido soportar estar llorando a mares sin algo que me cubra el rostro para poder pasar desapercibida, que amargo se siente llorar por despecho.

El amor a veces puede ser un arma de doble filo.

Las cartas en las cartas del romance nunca juegan a favor de uno, entre dos jugadores, a uno le toca la suerte del joker...

Nunca me creí que lograr superar a alguien podría ser tan difícil como lo está siendo al intentar sacarme a ese chico de la cabeza.

Un par de tragos y la distracción del lujurioso placer proveniente de otros chicos a su nivel no fueron lo suficiente como para poder borrar ese nombre: el reemplazo no cubre con eliminar a una persona.

¿A qué punto has llegado?

Negando varias veces dejo el vaso en la mesa más cercana, caminando con mis mayores esfuerzos entre la multitud, intentando no opacarme por la escasa vista que las lágrimas descontroladas me dejan como estorbo.

La retumbante música que se debería disfrutar es ahora un martirio en mis tímpanos y la imagen de la ahora pareja perfecta comentada entre todos, no parece querer salir de mi cabeza.

Desesperada por llegar a un sitio más aislado, empujó a todos los estudiantes disfrutando de la última fiesta escolar, ignorando las quejas que llegan como devolución.

Hasta que por fin logro encontrar un lugar más aislado, lejano a la música y a todo el tumulto de personas metidas dentro de ese gigantesco salón repleto de decoraciones llamativas y luces ambientadas para una fiesta ideal.

Una puerta con un cartel que no me detuve a leer fue lo que me logró resguardar antes de que explotara en medio de toda esa gente.

Al parecer acabo de entrar en una bodega con materiales de limpieza y mantención.