HTTYD II

29- Cambiando al diablo dragón

Hipo se quita el casco y mira a Drago serio. Él sólo se ríe burlón:

Drago:

- Este... ¿es el gran maestro de dragones?, ¿El hijo de Estoico el Inmenso? Je, je, je... ¡Qué vergüenza debe de sentir!

Hipo no prestó atención en eso, sólo le dijo:

- Tanta destrucción... ¿¡Y para qué!?, ¿Para gobernar el mundo?, P-¿¡Para ser imparable!?. Los dragones, ¡Son buenos...! Unas criaturas impresionantes que pueden unir a las personas.

Drago:

- Je, je, je, je... ¡O hacerlas pedazos!

Siseó mientras se levantaba la armadura de su brazo izquierdo. Hipo se horrorizó al ver que no tenía.nada más que un hombro, no tenía brazo...

Drago:

- Verás, yo sé que es vivir con miedo.

Dijo con voz ronca y colocándose de nuevo la armadura.

Drago:

- Ver mi aldea incendiada, mi familia desaparecida... Pero ya de niño, al quedarme sin nada, ¡juré alzarme contra el miedo, a los dragones! Y liberar a los pueblos de este mundo.

Hipo:

- ¿Y por qué tienes un ejército de dragones?

Drago:

- Bueno... hacen falta dragones para conquistar a otros dragones.

Hipo:

- O puede que necesites dragones para conquistar a los pueblos, para controlar a aquellos que te siguen... Y para deshacerte de aquellos que no lo hicieron.

Dijo Hipo con frialdad.

Drago:

- Je, je, je... Un chico listo.

Hipo:

- El mundo, quiere la paz, y nosotros tenemos la respuesta... En isla Mema. Tú... déjame que te lo enseñe.

Drago:

- ¡NO! Déjame, que te lo enseñe yo.

Entonces Drago volvió a agitar su bastón en el aire haciendo círculos, el Alfa vino enseguida. Estoico se percató de ello y corrió hacia allí con Valka, Bocón ya estaba llegando a donde ellos estaban.

Estoico:

- ¡Vamos, Bocón!

Bocón:

- Vale.. ¡Cambio de plan!

Dice siguiéndoles agotado. Drago está desafiando a Hipo con la mirada:

Drago:

- Ningún dragón puede resistirse al mandato del Alfa, así que aquel que controla al Alfa...

Señala con el bastón a Desdentao, él da un paso atrás.

Drago:

- Los controla , a todos.

Entonces el dragón Alfa,  hace vibrar las escamas de su nariz, entonces, de repente Desdentao nota una fuerte presión ejerciendo sobre él. Él sólo se mueve incómodo tratando de liberarse de la presión.

Hipo:

- Desdentao...

El dragón intenta no obedecer lo que le ordena el Alfa, pero le estaba resultando imposible.

Hipo:

- ¡Desdentao!, ¿Qué te pasa campeón?

Drago:

- Comprueba la verdadera fuerza, la fuerza del dominio sobre la voluntad ajena. Entonces, Desdentao abre los ojos en grande y mira a su Alfa. Sus ojos se vuelven dos rendijas, pareciera que estuviera poseído.

Drago:

- Ante algo así...

Drago señala con el bastón a Hipo.

Drago:

- Tú, no eres nada.