Eret:
- Y además también te traigo a sus jinetes.
Astrid:
- ¿¡Qué!?
Brusca:
- ¡Ay!, ¡Con lo perfecto que eras...!
Eret:
- Resulta que hay un montón por ahí, los at-
Eret no pudo terminar de hablar, Drago lo había cogido del cuello.
Drago:
- ¿¡Cuántos son!?
Astrid:
- Al final no los tiene Drago...
Se murmura a si misma.
Astrid:
- Cientos; ¡Una isla entera!
Le dice a Drago, quien le mira fríamente.
Eret:
- Yo no me preocuparía... Mis hgombres andan degtrás de egllos.
Intentaba hablar Eret aún cogido por el cuello.
Eret:
- No sagbrán donde de escongdes, eso te lo prometo...
Astrid:
- ¡Claro que lo sabrán!
Drago vuelve a prestarla atención, y suelta a Eret dejándole caer al suelo. Astrid:
- Tienen dragones rastreadores, y como se te ocurra tocarnos, ¡Hipo vendrá y arras-!
Drago:
- ¿Hipo?
Eret:
- No es un problema, te lo aseguro.
Dice levantándose.
Astrid:
- No... Sólo es hijo de Estoico, el Inmenso Y, heredero al trono de isla Mema; ¡Y el mejor maestro de dragones que el mundo ha visto jamás!
Dice desafiante.
Drago:
- ¿Maestro de dragones?, sólo yo, controlo a los dragones. ¡Sólo yo!
Bramó con furia.
Mocoso:
- Eh, no.
Chusco:
- Lo siento.
Patapez:
- Je, je...
Dicen riéndose burlones.
Astrid:
- Y a no ser que nos liberes, ahora mismo, aparecerá por aquí con su Furia Nocturna; ¡Y volará toda tu flota por los aires!
Brusca:
- ¡Y luego llorareis como bebés...!
Mocoso:
- ¡Ja, ja, ja!
Patapez:
- Qué graciosa...
Mocoso:
- Graciosa y preciosa.
Brusca:
Aj...
Drago vuelve a coger a Eret del cuello, pero esta vez, más fuerte:
Drago:
- Primero había un jinete, y ahora toda isla Mema... ¡Y tú los has traído hasta aquí!
Lo tira al suelo de mala manera. Eret se levanta dolorido.
Drago:
- Preparad todo lo necesario, iremos a por el nido de esos jinetes de dragones. Primero eliminaremos a su Alfa. Y luego, ¡Tomaremos isla Mema!
Todos los hombres gritan asintiendo.
Eret:
- P-Pero Drago.
Drago:
- Libraos de él.
Drago sube a un barco y ahí desaparece. Un hombre le lanza un arma a Eret; Pero justo antes de que le matara, Tormenta, el dragón de Astrid, se puso en medio bloqueando el ataque.
Tormenta:
- ¡GRUAJJ!
Astrid:
- ¡Tormenta...!
Lanza sus púas hacia los atacantes, pero ellos le lanzan un dardo tranquilizante, y la duermen en el acto; La dragona cae, abatida.
Astrid:
- ¡No...!
Grita intentando liberarse en vano, de las cuerdas que tenía atadas a sus brazos. Eret mira sorprendido a la dragona. Era consciente de que acababa de salvarle la vida.
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HTTYD II
FanfictionLA ORIGINAL★ Tras pasar cinco años en la Isla vikinga, cambian muchas cosas entre nuestros protagonistas. Se han hecho mayores, y eso les ha llevado a convertise en grandes jinetes de dragones. No podemos decir lo mismo de Hipo, ya que él, no sólo s...