Hipo no daba crédito a lo que había escuchado. Esa mujer acababa de decir que era, ¡Su madre!
Hipo:
- ¿¡Qué has dicho!?
Mujer:
- Shh...
Intentaba calmarlo, pero era algo imposible, ya que Hipo estaba muy alterado y sorprendido.
Hipo:
- ¿¡Qué tú eres...!?
La mujer puso su mano en la boca de Hipo, sin darle tiempo a acabar su frase.
Mujer:
- Ven.
Y apto seguido se fue corriendo por un túnel secreto. Hipo la seguía incrédulo. Mientras tanto en Mema, Estoico había vuelto con Bocón, los chicos también.
Estoico:
- ¿Habéis encontrado a mi hijo?
Mocoso:
- No, pero hemos encontrado una preciosidad mejor.
Dijo Mocoso refiriéndose a Astrid.
Estoico:
- Astrid, ¿Qué ha pasado con mi hijo?
La rubia hizo un esfuerzo por contestarle:
Astrid:
- Hipo... se fue volando con Desdentao.
Estoico preguntó algo enfadado:
Estoico:
- ¿¡Dónde estabais cuándo se marchó?!?
Patapez:
- Estábamos-
Astrid:
- Es- tábamos en una isla, allí hechó a volar con Desdentao. Pero... ni siquiera nos dijo a dónde iba.
Dijo Astrid mintiéndole.
Estoico:
- ¿Y ya está?, ¿Se fue volando sin más?
Astrid:
- Sí, no nos dijo nada.
Estoico:
- Estoy convencido de que ha ido a buscar a Drago. Hipo es muy cabezón cuando se le mete algo en la cabeza.
Astrid:
- Em... o puede que sólo se haya ido porque quería estar solo, ya sabes...
Estoico:
- No, mi hijo no se iría así sólo para eso. Él a ido a buscar a Drago, quiero que ahora mismo entréis en vuestras casas, no quiero que salgáis para nada. Decídselo a vuestros padres. Bocón, tu avisa al resto, después iremos a buscarle.
Bocón:
- Claro, Estoico.
Astrid:
- P-Pero, ¡Podemos ayudarte! conozco a Hipo, sé dónde puede estar.
Estoico:
- No, ni hablar. Ya tengo bastante con tener a mi hijo perdido por ahí buscando a esa bestia humana.
Astrid:
- Pero...
Estoico:
- Nada de quejas, es una orden. Entrad en casa.
Y dicho esto, Estoico se alejó dejando a la rubia desilusionada.
Mocoso:
- Bueno, pues se acabó.
Patapez:
- Venga, bonita, vamos a casa.
Le decía cariñosamente a Barrilete.
Astrid:
- Pues yo, no voy.
Todos la miraron sorprendidos.
Patapez:
- ¿Cómo dices?
Astrid:
- No pienso dejar a Hipo solo.
Dijo decisiva.
Brusca:
- ¿¡Vas a desobedecer al jefe!?
Lo dijo con tono divertido y aventurero.
Chusco:
- ¡Qué divertido!
Patapez:
- ¿Pero no será arriesgado?
Astrid lo miró con molestia, y lo fulminó con la mirada:
Astrid:
- ¿Por qué no le preguntas ESO a Hipo?
Patapez se calló, algo asustado.
Mocoso:
- Pues yo, voy.
Chusco:
- ¡Y yo!
Brusca:
- ¡Y yo!
Patapez:
- ¿Soy el único que piensa que esto es de locos?
Dijo sensato y esperando una respuesta.
Patapez:
- Vale, qué más da...
Y dicho esto, los vikingos, cogen sus dragones y vuelan hacia el mar abierto. Ya en el cielo:
Patapez:
- ¿Y qué piensas hacer, Astrid?
Astrid dice con una sonrisa traviesa y malévola:
Astrid:
- Pues... Primero encontrar a ese Eret, y después, conseguir que nos lleve ante a Drago.
Brusca:
- ¡Me encanta!
Chusco:
- ¡Esto va a ser alucinante!
Mocoso:
- ¡Ya lo creo!
Patapez:
- Hay, Moriremos todos...
Sobrevolando el océano, Astrid mira con preocupación y tristeza hacia el horizonte:
Astrid:
- "Tranquilo, Hipo, muy pronto estaré contigo. "
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HTTYD II
Fiksi PenggemarLA ORIGINAL★ Tras pasar cinco años en la Isla vikinga, cambian muchas cosas entre nuestros protagonistas. Se han hecho mayores, y eso les ha llevado a convertise en grandes jinetes de dragones. No podemos decir lo mismo de Hipo, ya que él, no sólo s...