Capítulo 14

13K 1.2K 241
                                    

No había tiempo para pensar, no había tiempo para reaccionar. Snape yacía indefenso, su cuerpo temblando, su mente casi en blanco. Oscuridad sin límites flotaba frente a él, como el borde de una tumba, como las cataratas rugientes al borde del mundo. Desde una gran distancia, escuchaba el horrible gruñido de un animal: su propia voz perdida en el tiempo. Él se sentiría así por toda la eternidad.

Repentinamente, los espasmos se detuvieron. Snape yacía aturdido e inmóvil. Él no había sentido dolor, pero sí un shock profundo. Por un momento, todo lo que logró hacer fue respirar, inhalar y exhalar. Miro su brazo. Parecía ser un largo, largo camino hasta su mano. Sus dedos estaban a centímetros de un grueso libro de cuero rojo.

Minerva le estaba hablando en una extraña y calmada voz, ordenándole hacer algo.

—Severus. Aléjate del libro—.

Él no podía responder, pero la miró boquiabierto estúpidamente.

>> Severus—La mano que ella le ofrecía se veía borrosa y distorsionada—Déjame ayudarte. No trates de tocar el libro de nuevo. ¡No, Albus! aléjate—.

Dumbledore estaba acercando ansioso—...Que tipo de daño ha recibido...—.

—Es-toy bien—Gruñó Snape—Que..—Su mandíbula no estaba trabajando bien—¿Quefueeso? —.

—Una obra de Magia Negra muy peligrosa...—.

—No, Albus—Minerva lo contradijo—No magia Negra. Esto es algo diferente. No trates de tocar el libro. No es para magos. Si lo tocas, te advertirá que te alejes...—.

—Me- adv-irtio-muy-bien...—Snape dijo, apenas.

Minerva lo ayudó a sentarse diciendo—...y si tu miraras dentro, sería considerablemente peor para ti. Lily fue terriblemente imprudente de dejar esto aquí donde James... ¡o el pequeño Harry!... pudieron haberlo tomarlo—.

Snape se tambaleo y parpadeo. No se sentía como después de una ronda de Cruciatus. En vez de eso, estaba simplemente agotado, como si hubiera corrido por toda Gran Bretaña. Él trato de ordenar sus dispersos pensamientos.

Dumbledore miró con precaución al libro rojo bajo la cama. No tenía título en el lomo: no escritura en la portada. Después de un largo momento, se aventuró—¿No será este el libro al que se refieren algunos como el Mysteria Bonae Deae? —.

Minerva lo miró fijamente, reacia a responder. Finalmente dijo—Realmente no es un tema que pueda discutir contigo. El libro técnicamente es de Harry, pero es mi deber encargarme de él. Háganse a un lado—.

—¿Que? —Snape le pregunto a Albus. Las sílabas eran solo palabras locas para él. Apenas podía comprender el español en este momento, mucho menos el Latín.

Mirándolo preocupado, Albus lanzó un hechizo diagnóstico. Y dijo en voz baja—Misterios De La Buena Diosa, también conocido como Secretos de la Gran Madre. Creía que el libro era un mito—.

Minerva tomó el libro, y lo puso bajo su brazo, su rostro muy serio—No tiene nada que ver contigo. Lydia me mostró este libro hace muchos años. Es muy desafortunado que Lily lo recibiera sin que nadie la guiara. Yo lo mantendré seguro, y cuando Harry algún día se case, se lo entregaré a su esposa para que lo cuide—.

—De-ja-re—Snape aclaró su garganta con fuerza—Dejaré todo en la bóveda de Gringotts, pero quizás...—.

—Exactamente—Minerva dijo con fuerza—Y les agradecería que no digan nada de este libro a nadie. Les podría causar problemas—Ella los fulmino con la mirada, y siseo—Serios problemas—.

The Best Revenge - Arsinoe De BlassenvilleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora