Capítulo 29

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Después de forzarse a una semblanza de calma y oír a los niños, Snape los sentó, les dio una taza de su excelente chocolate caliente mezclado con una Poción Calmante, y les dijo que no le dijeran nada a nadie sobre su conversación.

—Necesito pensar sobre esto—Les dijo seriamente.

—¡Necesitamos hacer algo! —Le contradijo Harry levemente agitado—¡El Profesor Quirrell podría estar consiguiendo la Piedra en estos momentos! —.

—Bebe tu chocolate, Harry—Snape logro hacerse sonar tranquilizador—Te prometo que le daré a esto mi completa atención. Será imposible para Quirrell conseguir la Piedra hoy o en cualquier otra ocasión. Estaba demasiado bien protegida por una serie de protecciones, una de las cuales diseñe yo mismo—.

—¿Qué tipo de protecciones? —Hermione y Draco preguntaron simultáneamente. Se miraron molestos, sonrojándose.

—Ah—Sonrió de medio lado Snape—Al parecer las grandes mentes piensan igual. No voy a decirles, por obvias razones. Mientras menos sepan sobre ellas, más segura está la Piedra—.

Movió su mano, desechando sus protestas indignadas—Traten de creer que saben menos sobre magia que yo. Si Quirrell creyera que ustedes conocen todos los desafíos, podría encontrar la manera de sacarles la información sin que se dieran cuenta—Con el ceño fruncido dijo lentamente—Por esa razón, les sugiero que practiquen nunca mirar a Quirrell en los ojos. Nunca directamente—.

—De todas maneras yo nunca lo hago—Dijo Harry disfrutando su bebida—Cada vez que lo miro a los ojos me duele la cicatriz—.

—¿De verdad? —Preguntó Draco—No sabía eso. ¿Por qué crees que pasa eso? —.

—No lo sé. ¿Usted ha averiguado algo, Profesor? —.

Estaba demasiado cansado para mentir—Si—Dijo Snape—Y por favor no quiero que le digas a nadie más sobre esa información. Ustedes—Dijo, mirando a cada uno de los estudiantes con sus amenazadores ojos negros—No digan nada de eso. Ni a sus compañeros. A nadie—Seriamente dijo mirando a Draco—Ni a sus padres. No le digan a nadie—Noto los nervios de Neville y remarco—Está demasiado callado, Sr Longbottom. ¿Le gustaría compartir sus pensamientos? —.

Neville lo miro y negó con la cabeza rápidamente.

—Insisto—Snape dijo con frialdad.

—Bueno...—Neville comenzó tímidamente—Hay mucho más de lo que se ve a simple vista. Mi abuela siempre dice eso, pero creo que en este caso es cierto—.

—Cinco puntos para Gryffindor—Dijo Snape—No luzca tan sorprendido Sr. Longbottom. Le doy esos puntos para que recuerde que tiene la razón. Es inmensamente importante que nada se les escape que pueda ser usado por Quirrell—.

Hermione pregunto—¿Porque el Profesor Dumbledore no lo envía lejos? —.

—¿Por qué cree Srta. Granger? —.

Draco dijo mirando su taza—Dumbledore quiere estar atento a él. Quiere saber en qué anda—.

—Pero—Dijo Harry—El Profesor Dumbledore no podría hacer eso si lo enviara lejos para que no consiguiera la Piedra—.

—Cual sea la razón—Snape les dijo—Es de gran importancia que no digan nada sobre esto a nadie. Ni siquiera piensen en eso cuando el Profesor Quirrell esté cerca—.

Estaba en la punta de su lengua incluir a Dumbledore en su advertencia, pero eso quizás sería muy alarmante para los niños. Además, era muy improbable que Dumbledore entrara en contacto con ellos. No era exactamente un director "cercano", al menos no en el sentido de pasar mucho tiempo con sus estudiantes, aparte de en las comidas. Quirrell era una amenaza mayor, y era suficiente que les hubiera advertido sobre el profesor.

The Best Revenge - Arsinoe De BlassenvilleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora