The Best Revenge - Arsinoe De Blassenville

Capítulo 16

¡Maldita suerte la del chico! Aquí estaba, hablando con la misma gente que Snape creía todavía no estaba listo para conocer. Harry todavía necesitaba saber mucho más sobre el mundo mágico antes de estar frente a los Malfoy. Por lo menos Lucius no estaba a la vista. Él averiguaría toda la vida de Harry antes de que el chico lo notara. Narcissa y Draco no estaban enojados u hostiles, por lo que podía ver. Si solo hubiera tenido una semana más para entrenar a Harry sobre las actitudes de los sangrepura...

Bueno, él habría encontrado a Draco tarde o temprano. Por lo menos Harry hoy se veía como un mago respetable, y no como un prófugo de Azkaban. Snape sabía que las primeras impresiones eran vitales. Si Snape hubiera tenido túnicas decentes el primer día en el tren, quizás no hubiera sido un objetivo tan fácil para Black y Potter. Si: túnicas y botas de la mejor calidad, no estúpidos anteojos rotos en la punta de la nariz. Era una lástima lo del cabello, pero Snape pensaría en eso después.

Narcissa y Draco lo vieron entrar a la tienda. Él les dio un ligero saludo con la cabeza al acercarse.

—¡Severus! —Narcissa lo saludo con su sonrisa más encantadora—¿Así que tu estas funcionando in loco parentis por el Sr. Potter hoy? Me confieso sorprendida. Creí que Dumbledore le daría el honor a uno de sus favoritos—.

Harry sonrío ampliamente, claramente feliz de verlo. Snape noto que tenía algunos libros, era evidentemente el libro de Runas que quería. Él le respondía a Narcissa fríamente—Como sucede, Dumbledore no tiene nada que decir en el asunto. Yo he conocido a la tía de Harry desde que éramos niños. Ella me nombro su representante para los asuntos mágicos—.

—El Profesor Snape ha estado enseñándome sobre el mundo mágico—Les dijo Harry orgulloso—Ha sido genial—.

Draco estaba favorablemente impresionado por el halago de Potter hacia el mago que tanto apreciaba. Él se había preguntado porque no había visto tanto al Profesor últimamente. Él había estado con Potter, y parecían llevarse bastante bien. Además el hecho que el Profesor Snape estaba a cargo de Harry Potter elevaba bastante la estimación que tenía por el mago. Padre le había hablado de lo importante que Potter probablemente sería en el futuro. "Trata de hacerte amigo de él, Draco. Él es el niño mimado del mundo mágico, y sería muy útil conocerlo mientras sea joven".

El comenzó a hacer cálculos. El Profesor cenaba con ellos ocasionalmente. Quizás si lo invitaban a cenar, él podía ser convencido de llevar a Potter, y el y Draco podrían pasar algo de tiempo juntos. Potter había estado viviendo en un cobertizo muggle, y Draco le mostraría cómo vivían los verdaderos magos. Él trato de recordar las cosas que Potter le había dicho. A Potter le gustaba leer. Potter estaba interesado en la historia de las Artes Oscuras. Quizás Potter estaba interesado en las Artes Oscuras también. Eso era muy interesante para Draco. A Potter no le agradaba su primo muggle, lo que mostraba que no era un idiota o un amante de los muggles. ¿Qué más había dicho? Que su primo era un gordo bravucón, y que no le gustaban los bravucones. Quizás el primo de Potter no lo trataba tan bien...

Madre, su inteligente madre, ya estaba haciendo la primera movida—Almorzaremos en el Callejón hoy, para celebrar la primera varita de Draco. ¿Les gustaría unírsenos? —.

Snape miro a Harry, no se veía para nada reacio. Claro que el chico estaba un poco solo, pasando tanto tiempo estudiando en su habitación. Naturalmente el querría estar con chicos de su edad. Snape no sabía que era peor: jugar juegos mentales con Narcissa y Draco, o soportar la monotonía mortal del chico Longbottom. Por lo menos Narcissa era más agradable a los ojos que Augusta Longbottom y su espantoso sombrero.

Y quizás, solo quizás, le haría bien a Draco conocer a un chico de origen diferente. Draco era bastante inteligente, pero había conocido solo un tipo de gente con una mentalidad durante toda su vida. Si Snape podía mediar en los inevitables choques, posiblemente Draco aprendería a no repetir los comentarios más duros de la línea de pensamiento sangrepura.