Capítulo 3

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Me -Familiares de Pepi Sánchez Benítez?

Nos levantamos rápidamente, vamos hacia el médico, que vemos que deve tener más o menos mi edad.

M- ¿Cómo está ?

Me- Está inconsciente

Lo corto, no puede ser...

M- ¿Inconsciente?

Me- Tranquila señorita, está inconsistente pero estable, en pocas horas despertará. A parte de esto, tiene una rotura en el brazo derecho y una en la tibia de la pierna izquierda.

M- ¿Se va a recuperar, no?

Me- Si tranquilos, dentro de poco se despertará, y las roturas un mes de yeso y luego tendrá que hacer recuperación. Pero no está grave, dentro de lo que podía haberle pasado.

M- Muchísimas gracias, de verdad.

Veo como examina a mi madre y me puedo fijar, en que es muy mono. Está revisando el gotero de mi madre, cuando veo que me mira, aparto rápidamente la mirada y me pongo un poco roja.

Me- Bueno, pues ya estaría. De momento todo está bien, todo sigue su curso. Cuando se despierte, venir a avisarme.

Mi hermano que aún no había dicho nada interviene.

J- Perfecto, muchísimas gracias doctor.

Me- Nada, es mi trabajo! Bueno, me voy. Avisarme por cualquier cosa.

Se va de la habitación y mi hermano comienza a reir.

M- ¿Qué te pasa a ti ahora?

J- ¿Es guapo, eh?

M- José, mamá acaba de tener un accidente y lo único que se te ocurre es esto ? ¿Enserio?
Paso de él, me voy al lado de mi madre, le cojo la mano y le empiezo a hablar. Pasamos unas horas en la habitación, no nos movemos, mi hermano ha ido a buscar la comida, el médico ha venido una cuantas veces, todas las veces que ha venido nos ha dicho que no va a tardar mucho en despertarse. Pero de momento, mi madre no ha hecho ningún movimiento.

Almorzamos los dos con la comida que ha ido a buscar. Pasa la tarde, la noche y no hay ninguna mejora.... Ha habido un cambio de médico y nos ha dicho lo mismo que el anterior. Está anocheciendo, mi hermano me dice que me vaya a casa, pero no lo consigue, me siento en la silla que hay al lado de la cama de mi madre, le cojo la mano y me quedo dormida con la cabeza apoyada encima de la cama. A media noche, noto unas suaves caricias que hacen que me despierte, me levanto y por sorpresa. Veo a mi madre con los ojos abiertos.

M- ¡Mamá!

Con mi grito, José también se despierta y va a buscar al médico de guardia, le hace unas pruebas, dice que está todo bien, pero que prefiere que le dé el alta el doctor que se ha ocupado de ella. Así que tenemos que esperar hasta las nueve.

A las nueve, entra el médico que nos atendió ayer.

Me- Buenos días ! ¿Cómo está Pepi?

P- Hijo, no me trates de usted por favor ! Bien !

Me- Bueno, pues vamos que te voy a hacer unas pruebas, para mirar que esté todo bien.

Se lleva a mi madre, no tarda ni media hora, cuando viene, nos dice que ya le da el alta, que tiene que venir la semana que viene a ver como sigue.

P- Muchísimas gracias por todo Sergio.

S- No ha sido nada es mi trabajo ! Hasta la semana que viene !

¿Imposible amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora