Cuándo nuestras miradas se encontraron, una parte de mí lo supo desde el principio. Estábamos hechos para reír juntos, para amarnos con toda la pasión que fluía entre tú y yo, y la gravedad que nos atraía a ti y a mi.
Matt y Charles...
Un amor her...
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-¿Entonces ambos están saliendo?.- Patrick casi grito cuando termine de contarle todo sobre la noche pasada.- Oh, por dios Matt. ¡No puedo creer que tú ya estés saliendo con alguien tan sexy como él!. Ni yo tengo tanta suerte a lo que se refiere a hombres, y llevo básicamente toda mi vida siendo gay abiertamente.
-Solo nos estamos conociendo, relájate.- Patrick negó.- Aparte no seas exagerado, tú también has salido con hombres...atractivos. ¿Qué pasó con el tipo que conociste el día del concierto?.
-Resultó ser un idiota. Tiene novia, ¿puedes creerlo?.- Me reí. Me puse el ridículo delantal que Alanna me obligaba a usar por cosas de la limpieza y eso mientras me dirigía detrás del mostrador. Patrick camino hasta la puerta y le dio vuelta al letrero que decía "cerrado" por el "abierto".- Mi destino es quedarme soltero por el resto de mis días.
-Tal vez.- Respondí. Patrick me miro mal. Me carcajee. Patrick no podía estar sin alguna conquista o pareja por más de dos días. Era imposible que quedara solo.- Sabes que bromeo.
-Púdrete.
Espere que Charles aparecía por las puertas a la hora de siempre, pero esta vez no fue así. No puedo explicar siquiera el deje de decepción que sentí al saber que ahora no lo iba a ver. Eres patético Matt, lo viste anoche. El día transcurrió con naturalidad. Patrick y yo atendimos a algunos clientes, hicimos unas entregas y después cuando llegó el momento cerramos la repostería.
-¿Puedo quedarme esta noche en tu apartamento?.- La pregunta de Patrick me sorprendió. No era la primera vez que se quedaba en mi casa, o yo en la suya, pero el hecho de que lo dijera sin más me extraño.
-Claro. ¿Está todo bien en tu casa?.- Pregunté. Cerré la repostería y ambos comenzamos a caminar.
-No. El nuevo novio de mi madre es un idiota. Piensa que puede ocupar el lugar de mi padre.
El padre de Patrick había muerto hace tres años de cáncer. Fue algo que lo golpeó duro, ya que Patrick siempre había sido muy cercano a él. No era algo que yo pudiera comprender, ya que jamás he sido cercano a mis padres (ahora menos), pero eso no quiere decir que no los quiera y no pueda simpatizar con el dolor que debe ser el perder a tu papá. Perder a un ser querido debe ser la cosa más dolorosa de este mundo.
-Tú mamá tiene derecho a rehacer su vida.- Murmuré. Patrick me miró con los ojos abiertos.
-Vaya, no pensé que dirías algo como eso. Yo entiendo que ella pueda querer tener a alguien a su lado, ¿pero tan pronto?. Han pasado tres años, y ella parece totalmente ajena a que su esposo murió. Actúa como una adolescente enamorada todo el tiempo, como si mi padre jamás hubiera existido.
-Solo intenta continuar con su vida, Patrick. Eso no es malo.- Hice una pausa. Pensé en Alanna, y la situación a la que estaba enfrentándose ahora. El tener que regresar a su antiguo hogar porque el esposo que creyó que estaba muerto no lo estaba debe ser duro.- Nunca es demasiado tarde ni demasiado temprano para comenzar a vivir. Han pasado tres años, y estoy seguro de que ella no va a olvidar a tu padre jamás. Solo quiere ser feliz, continuar hacia adelante. No puedes reprocharle eso Patrick, no sería justo de tu parte.
