Cuándo nuestras miradas se encontraron, una parte de mí lo supo desde el principio. Estábamos hechos para reír juntos, para amarnos con toda la pasión que fluía entre tú y yo, y la gravedad que nos atraía a ti y a mi.
Matt y Charles...
Un amor her...
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Tal vez a ellos no les agradé que estés conmigo.- Comente mientras miraba por la ventana. Nos encontrábamos de camino hacía la cena que tendríamos con sus padres. El camino simplemente era genial. Con hermosas vistas de fondo y una buena canción sonando en la radio era genial. Charles resopló al escucharme. No iba a mentir, estoy malditamente nervioso de conocerlos. Charles es perfecto, un hombre muy inteligente. ¿Y yo?. Soy un idiota con sueños de músico frustrado.
-Ya te dije que les agradaras, ¿quién no lo haría?. Cálmate, Matt.-Continuó manejando con tranquilidad. Después de la canción de Kings of leon que sonaba John Coltrane sonó con más fuerza, inundando todo el automóvil de ese exquisito sonido de saxofón. Ya me había dado cuenta que a Charles le gustaba el Jazz.
-Bien, pero si no se es así yo te lo advertí.
-Supongamos que a ellos no les gustas. ¿Y eso qué?. Soy un hombre adulto, no necesito la aprobación de mis padres para poder salir contigo. Si, quiero que los conozcas y que ellos te conozcan a ti es porque ellos son mi familia y es importante, y tu eres mi pareja y estoy más que contento de mostrarles a la persona que me ha estado haciendo feliz los últimos días. Pero si no llegaras a agradarles nada cambiaría en nuestra relación-. Mordí el interior de mi mejilla mientras asentía.- ¿Más tranquilo?.
-Por supuesto. Eres bueno con las palabras.
Cuando llegamos hasta Saranac Lake todo pareció cambiar. Los rascacielos típicos de la ciudad fueron dejados atrás para darle paso a un entorno mucho más natural. Nunca había estado aquí, pero siempre había escuchado a las personas hablar de lo bello que era todo. Y no se equivocaban.
-Pensé que tus padres vivían en Londres.
-Así es, pero vinieron unos días a pasar un rato de tranquilidad en la casa que tienen aquí, en Nueva York. De hecho mañana se van, por eso todo esto fue apresurado.- Comentó.
-Si, me tomo por sorpresa este viaje.- Estuve de acuerdo.
Cuando llegamos a la que era la casa de los papás de Charles estaciono el auto. La casa era muy bonita, con un jardín muy bien cuidado y de un aspecto acogedor. A pesar de que me había imaginado algo más extravagante eso no quería decir que no estaba impresionado.
-Ven, vamos.- Murmuró Charles mientras salía del auto. Yo hice lo mismo después. Cuando él me tomó de la mano mientras caminábamos hacia la puerta sentí el doble de nerviosismo que había tenido en todo el camino. Vamos Matt, no seas cobarde. Me reprendí mentalmente.
-Una lastima que sea de noche, no se puede apreciar mucho el lago, pero créeme que es digno de ver.
-Es increíble que justo la casa este enfrente del lago. Una hermosa vista, supongo.- Charles asintió. No soltó mi mano cuando toco el timbre ni tampoco cuando se escucharon los pasos de alguien acercándose para abrir.
