Capítulo 13.

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Con la punta de mi dedo en el pecho de Charles comencé a hacer líneas sin ninguna forma, mientras el cómodo silencio reinaba. Podía escuchar su respiración acompasada mientras sentía como los rayos del sol pegaban directo hacía mi espalda. Me incline sin poder resistirlo y deje un beso en el área de las clavículas. Charles se movió un poco, pero después volvió a la tranquilidad en la que se encontraba.

Medite lo que había ocurrido hace unas cuantas horas. Nos habíamos entregado el uno al otro, habíamos hecho el amor. Yo había estado en él de todas las formas posibles. Charles me había tratado bien, me había tranquilizado cuando estuve nervioso, y me hizo sentir importante. Me había hecho sentir amado e importante para él.

-¿En qué tanto piensas?.- No me había dado cuenta que sus ojos estaba en mí. Levante un poco la cabeza para mirarlo fijamente también. Su cabello estaba desordenado mientras que sus mejillas se veían sonrosadas. Su ceño se frunció más ante mi silencio.

-Estaba pensando en lo que hicimos.- Respondí con simpleza. Su cuerpo se tenso, así que de inmediato agregué.- En como disfrute todo lo que te hice y lo que me hiciste.

Charles sonrió con picardía al recordar lo de la noche. Sin esperarmelo me tomó de la cintura, y haciendo uso de esos increíbles brazos, me movió hasta estar encima de él. Me reí con fuerza mientras recargaba mis manos en sus hombros.

-¿Es que no te cansas?. Estuvimos hasta tarde haciéndolo.

-No, jamás podría cansarme de tenerte dentro de mí. No quiero ni imaginar cuando sea mi turno de fundirme en ti, será mi muerte.- Un poco avergonzado aparte la mirada. Charles se carcajeo, y dándome un beso me deposito a un lado y se levantó de la cama.- Bien, vamos a comer que necesitamos recuperar energías.

-Como usted ordene, doc.

Después de desayunar ayude a Charles a fregar los platos sucios y a recoger el desorden que hicimos la noche anterior. Mientras Charles se metía a la ducha yo me quede acostado en su cama mientras observaba todo lo que se encontraba ahí.

Los estantes de libros me llamaron la atención, por lo que me acerque y comencé a echarle un vistazo a los títulos. Tenía un área específica para los libros de estudio y otro para los libros de su interés personal. Como lo imagine los títulos eran clásicos, aunque habían unos también modernos de ciencia ficción y terror.

-Con que te gusta Sherlock Holmes, eh.- Le dije cuando salió de la ducha con una toalla atada a la cintura. Trate de no quedarme como un idiota mirándolo fijamente mientras él paseaba por toda la habitación semidesnudo.

-Si, cuando era niño quería ser detective.- Me imaginé a un pequeño Charles adorablemente con sus gafas y sus libros.- ¿Tú no lees?.

-Lo hago. Me gustan las distopías o historias de terror. También solía leer cómics.- Charles asentía mientras comenzaba a secar su cabello.- No puedo considerarme un lector muy activo, tengo otro tipo de pasatiempos.

-¿Cuáles son?.- Su voz sonó interesada. A pesar de que no me gustaba mucho hablar de mí porque no me consideraba alguien muy interesante, con Charles me sentía muy a gusto platicar sobre eso. Podía conocerle viendo toda su casa y a lo que él me contaba, pero también quería que él me conociera a mí.

-Buenos pues me gusta ya sabes, tocar guitarra junto con otros instrumentos. También me gusta pintar, aunque no se me da muy bien, pero es algo que disfruto hacer.

Charles se giró a mí después de que termine de hablar.

-Woh, eres todo un artista. ¿Qué otros instrumentos sabes tocar aparte de la guitarra?. Y necesito que me enseñes algo de lo que has pintado, por favor.- Iba a negar de inmediato, pero al ver su entusiasmo me contuve. Nunca le mostraba mis pinturas a nadie.

-Aparte de la guitarra sé tocar el piano y violín. Un poco de batería también.- Abrió los ojos con sorpresa. Me encogí de hombros, restándole importancia.

-No me esperaba nada de esto. Es genial, Matt. Por dios, ¿por qué no me habías contado sobre eso?. Quiero escucharte tocar algo en piano, en violín y batería. Ya te he escuchado tocar la guitarra y cantar, y eres genial, ¿pero esto?. Estoy sorprendido.

-Gracias. Aprendí desde muy pequeño. Mis papás siempre supieron que me encantaba la música, así que me metían a clases de piano y violín como mi hobbie. No les gusto cuando quise hacer eso como mi futuro.- Explique.

-¿Y la pintura?.

-Bueno eso fue algo que salió solo un día. No soy profesional, Charles...así que en realidad eso no es tan sorprendente.- Sacudió la cabeza mientras se acercaba. Puso sus brazos alrededor de mi cintura.

-No importa, igual quiero verlos.- Susurro. Quise negar pero sus labios se estrellaron contra los míos.- Mi hombre multi talentoso.- Me reí mientras le daba un pequeño golpe en el hombro. Correspondió a mi sonrisa mientras se limitaba solo a abrazarme.

Como era domingo decidimos aprovechar del buen clima que hacía y salimos a caminar por Nueva York. Estuvimos dando vueltas por un rato, después nos sentamos en una banca y platicamos mientras los peatones pasaban por nuestro lado y la tarde pasaba.

-¿Te has subido al Empire State Building?.- Preguntó de la nada Charles. Negué.- Genial, vamos. La vista es increíble al atardecer.

Con rapidez nos fuimos para llegar a tiempo. Charles decía que había estado ahí un par de veces, y que de todas esas veces la mejor había sido al atardecer, por lo que teníamos que darnos prisa si queríamos llegar a tiempo. Cuando estuvimos ahí Charles compro los boletos y de inmediato nos adentramos.

Subimos hasta el piso 102, donde la vista era simplemente espectacular. De inmediato me dirigí al observatorio donde quede maravillado de todo lo que veía a nuestro alrededor. Jamás me había subido a este lugar, y ahora mismo comenzaba a preguntarme el por qué.

-Es increíble.- Murmuré. Charles asintió.

-¿Te gusta?.

-Sí, es...woh.- Charles se río. Saco su celular de la bolsa de sus jeans, y haciendo unos cuantos movimientos puso la cámara.- Oh, no. Nunca salgo bien en las fotos.- Dije en cuanto vi su intención.

-Eso es imposible. Vamos Matt, quiero tener una foto contigo.- Pasó su brazo por mis hombros y me acerco más a él. Levantó el celular y sacó una selfie de nosotros y la increíble vista como fondo detrás.- Yo tenía razón.

-¿Sobre qué?.- Pregunté confundido mientras seguía mirando todo.

-Es imposible que alguien como tú pueda salir mal en una fotografía. Eres terriblemente hermoso.- Me giré a mirarlo mientras esperaba ver su sonrisa burlona, pero en vez de eso me tope con su rostro lleno de seriedad mientras me observaba. Trague saliva.

-Yo...mmm.

-Y lo eres más cuando te pongo nervioso.- Pellizco una de mis mejillas para después inclinarse y dejar un beso sobre ella.

Nos quedamos un rato más ahí, observando todo mientras sentía su cuerpo recargado en el mío y nuestras manos entrelazadas con fuerza. Era oficial, estaba jodidamente enamorado de Charles Keynes. 

Matt y Charles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora