Cuándo nuestras miradas se encontraron, una parte de mí lo supo desde el principio. Estábamos hechos para reír juntos, para amarnos con toda la pasión que fluía entre tú y yo, y la gravedad que nos atraía a ti y a mi.
Matt y Charles...
Un amor her...
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Miré el calendario que había estado observando con emoción los últimos tres días. Hoy era sábado, era el día en que Charles y yo tendremos nuestra segunda cita. El nerviosismo que sentía desde la mañana no cesó aún cuando pasaron las horas. Mientras ayudaba con algunas cosas en la repostería mi mente seguía dándole vueltas a lo que pasaría hoy, en nuestra cita.
¿Me besaría con pasión mientras me recuesta en la cama y se encargada de mi cuerpo?. ¿Qué tendré que hacer yo en esa situación?. Yo no era virgen en el aspecto sexual, me había acostado con más de tres chicas en lo que llevo de vida, pero nunca he estado con un hombre. Me intimida porque sé que será diferente a lo que estoy acostumbrado.
-¿Qué te pasa?.
-¿Eh?.- Salí de mis pensamientos. Alanna me miraba con una ceja alzada y con atención. Sin poder evitarlo me sonroje con furia al ser consciente de las cosas estaba pensando mientras ella se encontraba a unos metros.- Nada, estoy bien.
-No lo creo. Estás distraído y ahora acabas de sonrojarte. Woh, es la primera vez que veo algo como eso en ti. Vamos, cuéntame.- A Alanna yo la consideraba parte de mi familia. Ella es como la hermana que nunca tuve, lo cual es genial porque lo más probable es que si hubiese tenido una hermana tal vez tendría los mismos pensamientos que mis padres. Alanna es mi hermana por elección propia. Sabía cómo era ella, y estaba más que seguro que no me juzgaría como lo habían hecho mis padres al enterarse sobre Charles, pero aún así, a pesar de todo eso sentía miedo.
-Estoy saliendo con alguien.- Solté con prisa. La sonrisa de Alanna se amplió más. De pronto me sentí más avergonzado porque preguntaría quién es ella, cuando no existía un "ella" sino un "él".
-¿De dónde la conoces y por qué no me habías dicho nada?.- Me reprocho. Sude frío mientras con nerviosismo comenzaba a mover el pie. Un tic nervioso que tengo desde que era muy pequeño.
-Esto...es complicado.- Fue lo único que pude responder. Alanna dejó de sonreír mientras se acercaba más a mí. Quise alejar mi mirada de la suya porque sentí que ella podría ver dentro de mí lo que sentía en estos momentos. Solo Patrick sabía que estaba saliendo con un hombre, ni siquiera a mis amigos les había dicho de ello. ¿Tenía vergüenza acaso el admitir que me había enamorado de un hombre?. No, jamás sentiría eso hacía Charles. ¿Entonces por qué me era tan difícil el hablar de ello?. Tal vez lo que más me daba miedo era perder a alguien por eso.
-Comienzas a asustarme con tu silencio. Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, Matt.- Dijo ella, con la voz cargada de amabilidad. Respire hondo.
-Estoy saliendo con Charles...un hombre que conocí aquí. Se convirtió en un cliente habitual después de que te marchaste de Nueva York.- Todo lo explique casi en un susurro. Espere con ansias ver cualquier cosa en el rostro de Alanna en cuanto dije la palabra "hombre", pero nada en ella cambio. Solo se relajo, mientras asentía en silencio.- Dime algo, por favor.
