Capítulo 10.

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El insistente sonido de mi celular sonaba con fuerza

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El insistente sonido de mi celular sonaba con fuerza. Gruñí con molestia mientras lo ignoraba e intentaba retomar mi sueño. Se apagó por algunos minutos para después volver a timbrar con fuerza.

-¡Maldita sea!.- Murmuré aún sin abrir los ojos. Giré mi cuerpo hacia el otro costado, haciéndome caer al piso con un golpe seco. Gemí. No me encontraba en mi cama, me encontraba en el sofá, y ahora en el piso, con un dolor de cabeza terrible.

El celular dejó de sonar, pero tres golpes en la puerta sonaron después. Casi quise llorar al escucharlos. Mi cabeza parecía a punto de explotar a causa de esos golpes.

-No...no, no.- Gemí mientras intentaba incorporar mi cuerpo e ir a abrir. Los golpes volvieron a sonar, esta vez más insistentes. ¿Por qué nadie parecía querer dejarme dormir hasta tarde?.- ¡Ya voy!.

Al abrir la puerta la imagen de un Charles luciendo perfectamente arreglado me golpeó con fuerza. Su rostro estaba afeitado, su cabello estaba peinado hacia atrás y sus ojos brillaban con fuerza. Con esos mismos ojos barrio mi persona, mirando el desastre que soy ahora.

-¿Qué te pasó?.- Preguntó mientras ingresaba a mi hogar y miraba todo alrededor. La botella de tequila estaba tirada en medio de la sala junto con algunos cojines. No sabía en qué momento de mi noche me puse a buscar entre el estante de mis discos, pero ahora estaban todos tirados por el piso.- ¿Qué ha sucedido, Matthew?.- La voz de Charles sonó más alterada.

-No pasa nada, no te preocupes por esto.- Respondí en un susurro mientras sujetaba mi cabeza. Charles se acercó a mí.

-¿Qué no ha pasado nada?. Mira a tu alrededor Matt, mírate a ti. No luces nada bien.- Tomó mi barbilla entre sus manos inspecciono mi rostro. Intente alejarme pero él me tomó con más fuerza.- Debes dejar de beber de ese modo, no te hace bien.

-No me vengas con tu plan médico.- Solté con molestia mientras caminaba al sofá y me sentaba. Charles se quedó de pie, con el ceño aún más fruncido. Estás siendo un imbécil, Matt. Charles no tiene la culpa de tus jodidos problemas. Me reprendí mentalmente a mi mismo.- Lo siento, no quise sonar tan...

-¿Idiota?.- Termino de decir él por mi. Hice una mueca.

-Iba a decir estúpido, pero si idiota suena más calificativo para ti lo acepto.- Logré sacarle una pequeña sonrisa. También para mí fue inevitable no reírme, por lo que lo hice aún con el terrible dolor en el cráneo.- Lo siento, hombre. No estoy de muy buen humor.

-¿Por qué?.- Preguntó Charles mientras se sentaba a mi lado. Nuestras rodillas se tocaron, mandando en mi un pequeño escalofrío. Respire hondo, mientras llenaba a mis pulmones de su delicioso aroma. Huele increíble.

-Ayer mis padres estuvieron aquí.- Murmure. Charles asintió en silencio.- Lily, la chica loca del otro día en la repostería les fue con el chisme de que tú y yo estamos saliendo.

Matt y Charles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora