Cerré los ojos mientras mentalmente recordaba todo el contorno del rostro de Charles. Lo duro que eran sus rasgos, aquellos ojos que me volvían loco y el como su mirada profunda podía transmitir tantas cosas cuando lo observabas con atención. Todo eso quería que quedara plasmado en la pintura, y de verdad me estaba esforzando para que quedara perfecto.
El tono de llamada de mi celular rompió el silencio. Abrí los ojos de golpe mientras dejaba el pincel y caminaba hasta donde se encontraba mi celular, que sonaba con insistencia.
-Hey, ¿qué haces?.- Fue lo primero que me dijo Charles en cuanto atendí. Una sonrisa involuntaria se formó en mis labios mientras mis ojos vagaban de nuevo hacía la pintura.
-Nada, solo descansaba un rato.- Mentí.
-Oh, muy bien. En una hora se termina mi turno, y me preguntaba si no querías venir a mi casa. Sé que ya es un poco tarde, y si estás cansado está bien, lo entenderé...
-Estaré ahí.- Lo interrumpí. Escuche su risa detrás del aparato mientras suspiraba.
-Genial. Te tengo una sorpresa.
-Yo también, pero aún no está listo.- Susurre, mirando con atención el cuadro. Aún no estaba terminado, aún faltaban demasiados detalles que quería perfeccionar.
-Mmm...ahora estoy intrigado. ¿Hay alguna forma de que puedas darme una pista?.- Su voz de pronto sonó más baja, más seductora. Me reí, porque siempre que quería conseguir algo utilizaba sus métodos de seducción para conseguirlo. No esta vez.
-Nop. No esta vez.- Resopló.- Bien, doctor Charles vuelva al trabajo. Nos vemos en una hora.
-Te espero con ansias, mi amor.
Después de eso ambos terminamos la llamada. Limpie mis manos que estaban manchadas de pintura en mis viejos jeans. De inmediato guarde las cosas para después irme a preparar. No podía esperar para reunirme con Charles.
*
*
*
-Woh.- Suspire, mientras intentaba recobrar el aliento. En cuanto había llegado a la puerta del departamento de Charles y había dado el primer timbrazo él me había recibido con un devastador beso. Un beso que me dejó jadeando, con el cuerpo hecho gelatina mientras intentaba volver a recobrar la compostura.
Él no se encontraba mucho mejor que yo. Sus ojos estaban oscurecidos, y su cabello estaba desordenado por mi causa. Su respiración era irregular mientras tragaba saliva.
-Cada día me sorprende lo que puedes llegar ha hacerme solo con un beso.
-¿Yo?. Tú fuiste el que se abalanzó sobre mí en cuanto puse un pie aquí.- Acomode mi camisa, que estaba un poco arrugada por el asalto. Los ojos de Charles no perdieron el control de mis movimientos. Cuando mordió su labio inferior gemí.- Deja de hacer eso, me descontrolas.
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Matt y Charles.
RomanceCuándo nuestras miradas se encontraron, una parte de mí lo supo desde el principio. Estábamos hechos para reír juntos, para amarnos con toda la pasión que fluía entre tú y yo, y la gravedad que nos atraía a ti y a mi. Matt y Charles... Un amor her...