Muchas gracias a todos por su apoyo. Estoy mejor no era nada grave, pero si necesitaba un poco de descanso que obligada me lo tuve que dar, escribí mucho que es la buena noticia y hoy va capítulo doble... ❤ Los quiero y gracias de nuevo!
****"Te toqué y se detuvo mi vida"
Pablo Neruda
Abigail al cerrar sus ojos, parecía sentir aún sus brazos alrededor suyo o la tranquilidad de su voz. Los días siguientes a la ida al pueblo, se había dedicado en cada tiempo libre que disponía, a remodelar sus vestidos, y tomarlos como molde para hacerse alguno más. Estaba cansada de verse como una pordiosera y a pesar de que hacía mucho que no cosía, sonrió al ver el trabajo final.
Durante esos días, apenas si había cruzado a Andrew en el pasillo, o lo había visto a la distancia, trabajando en los campos junto a Charles Dunne. Se sentía extraña al notar que pensaba en él, que en cierta manera deseaba hablarle, estar a su lado, reir o escucharle.
Por la tarde comenzaría el baile en el pueblo, ya tenían el permiso para acudir, y las muchachas estaban ansiosas preparando todo en la casa para llegar a tiempo. Todos los campesinos y hacendados asistían a la celebración, y Abigail, se mostraba un tanto reticente a presentarse, pero Dorothy y Laura habían terminado de convencerla, y finalmente, aceptó.
No imaginaba lo que sería aquel baile, ni tampoco creía que fuera a disfrutarlo más que aquellos a los que solía ir. Con pereza se cambió, estrenaría uno de sus vestidos y podría sacarse aquella falda espantosa. Colocó un lazo en su cabello que combinaba con el color beige del vestido y levantó una ceja. «Definitivamente no es como mis antiguos vestidos, pero estará bien»
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Andrew se alistó para ir al pueblo, esperó a Charles en la biblioteca y luego partirían juntos a caballo. Era plenamente consciente de que prefería esperar allí, evitando cualquier posibilidad de cruzarse con Gillian. Desde la vuelta a lomos de Macario cada noche al recostarse, sólo un pensamiento venía a su mente, el de su sonrisa estirada y el de su voz dulce. No era posible que dejara crecer aquel sentimiento, por una mujer de la que tenía grandes sospechas de que mentía en absolutamente todo. No entendía a su corazón, pero prefería acallarlo antes de que se desbarrancaran todos sus plantes y sus sueños. Prefería no verla, no oírla, no cruzarla. Y así había subsistido los últimos días, auto convenciéndose que no huía, sino que guardaba pensamientos para cuando Julianne finalmente llegara a la casa.
Charles abrió la puerta alejándolo de sus ideas alborotadas y sonriendo salieron hacia las caballerizas. Robert preparaba la carreta para llevar a todos los empleados y a su esposa Dorothy. Lo saludaron con un movimiento del sombrero y partieron a galope.
Cuando llegaron al pueblo, en el parque al aire libre, habían colocado unas mesas con trago, la música que tocaba la orquesta y los campesinos y hacendados que se aproximaban sonrientes mientras las mujeres se juntaban a reír y compartir. Se aproximaron a una mesa y tomaron un vaso para beber algo de licor.
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Una Segunda Oportunidad
Ficção HistóricaCOMPLETA. Abigail Henderson es una muchacha casadera, que en su segunda temporada en Londres es aclamada por los caballeros y pretendida por muchos. Educada y preparada para ser una delicada florecilla, aprovecha las circunstancias para ser bastan...