10 - ¿Puedo quedarme?

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Allison's POV

El agua resbalaba por las hojas de los arboles formando charcos por lo bajo. El olor a césped y tierra húmeda aun no se esfumaba. Los pájaros aun no habían vuelto, yo tampoco. El brazo de Noah aun seguía aferrado a mi hombro, mis lentes seguían un poco húmedos. Mi corazón seguía roto, destrozado. Había perdido una batalla, nunca había sido así, yo era bastante terca, lo reconocía. 

-¿Donde estamos? - pregunto cuando quedamos frente a una pequeña casa, linda, tiene muchas plantas, parece ser antigua.

-Mi casa, bueno, de mi abuela. Aquí vivimos mi padre, abuela y mi hermana menor.

-¿Y tu madre?

-Murió.

-Lo siento.

Entramos en la casa. No hay nadie. Subimos aquellas escaleras de madera con una alfombra verde con detalles dorados en medio. Tambien parece ser antigua. Me quedo parada frente a una puerta de madera oscura. Noah abre la puerta.

-Es mi habitación, pasa.

Una pequeña y masculina habitación. Simple. Me siento en la cama.

-¿Por que me traes aquí?

-Si quieres puedes irte. Te vi en el parque sola, bajo la lluvia, sin duda algo te pasó, pensé que querrías ir a otro lado que con quien te halla dejado ... Así.

-Gracias - intento una sonrisa, al menos lo intenté.

Seco los vidrios de mis lentes. Siento la mirada de Noah sobre mi.

-¿Tengo algo malo? No me digas que tengo un moco, haría el ridículo.

Ríe.

-No, nada. Solo ... Nada.

-¿Te cuento?

-¿Que cosa?

-Lo que me pasó.

-Si quieres.

-Mis padres se van a separar. Resulta que mi padre quiere casarse con una mujer. Ya no siente lo que antes por mi madre. Y ... Para casarse con su otra mujer, mamá debe firmar los papeles de divorcio. 

Noah se sienta a mi lado.

-Noah, seguro tendré que mudarme y cambiarme de país, de escuela y acabo de hacer amigos y yo no quiero eso - comienzo a llorar. Lo abrazo desde la cintura. El no hace nada por unos minutos, pero luego posa sus brazos alrededor de mi.

-Lo siento. Pero ... Puedes quedarte con tu madre, aquí.

-¿Y si se muda también? - sollozo.

-Hey - levanta mi barbilla con las yemas de sus dedos - No le veas el lado malo a todo.

-¿Por eso sonríes siempre?

-Si. No odio a nadie, y no pienso en negativo, casi nunca. Por ejemplo yo siempre fui feliz pero cuando mi madre murió, no pude serlo por un tiempo.

-Gracias - susurré en su oído.

Me acuesto en su cama. Estiro mis brazos en dirección a el. Noah estira uno brazos y jalo de el haciendo que se acueste a mi lado. Cierro mis ojos. Siento que sus manos acarician mi cabello.

-Tu cabello huele a coco, me gusta.

Sonrió y río por ello. Caigo en un sueño profundo.

[...]

Mis ojos se abren. A mis espaldas siento a alguien. Me doy vuelta y ahí está. Noah, dormido.

-Noah.

Rompiendo mis reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora