Rompiendo mis reglas

13 - Solo Amigos

De: Ali
Para: Noah
Hora: 8:46

Hola Noah. Me preguntaba si ... Tu ... ¿Quieres ir a comer conmigo? :)

De: Noah
Hora: 8:49

Claro. Me alegra que me hayas mandado un mensaje :) Pasaré por ti a las ... 9:00

De: Ali
Hora: 8:50

Claro. Te espero ;)

Bloquee mi teléfono. Una sonrisa se había dibujado en mi rostro. No se porque, solo era una salida ... ¿Verdad?
Busqué algo lindo que ponerme.

Tomé un vestido azul (simple, nada elegante. Casual) a juego con unos tacones bajos. Unos aros pequeños con forma de estrellas y listo. Cepille mi cabello, para darle el toque final. Bajé las escaleras.

Mamá y papá me vieron. Se quedaron un tanto asombrados, claro ¿Como no? Literalmente nunca usaba vestidos y menos tacones.

-¿A donde vas, pequeña pulga?

-A cenar con Julia y Luján. Mis amigas - hablé firme.

-Diviértanse.

-Si. Adiós - cerré la puerta antes de que agregaran algo más.

El viejo auto de Noah me esperaba fuera de casa. Hacia el ruido de un tren mezclado con una licuadora averiada y aviones. Era raro.
Me esperaba apoyado contra el auto. Iba casual, al igual que yo.

Me acerqué a el con cuidado intentando no caerme con estos tacones. Deposité un beso en su mejilla.

-Hola.

-Hola - sonreí.

-¿Vamos? - abrió la puerta para mi.

Asentí y subí.

[...]

Luján's POV

Mamá y papá se fueron hace poco a cenar. Decidí ver mi serie favorita mientras comía helado. Genial.
Fui interrumpida por el timbre. Vi la hora en mi celular.

Hora: 9:21

¿Quien me molesta a esta hora?
Bajé las escaleras infinitas con mi pijama puesto.

-¿Que mierda quier...?

-Hola Lu - allí estaba él.

Con un ramo de rosas y una sonrisa sincera. Con aquel brillo y aquel cabello alborotado que tanto me gustaba.

-¿Luciano? ¿Qué haces aquí?

Moría de dos cosas al mismo tiempo. De ternura, en tan solo pensar que compró eso para mi y vino hasta aquí para traérmelo. Y moría de vergüenza con mi pijama de unicornios y pantuflas de osos pandas.

-¿Puedo entrar?

-Claro - abrí aún más la puerta para que entrara y al hacerlo volví a cerrarla.

-¿Dime, qué haces aquí? La última vez no parecía que te importara mucho. ¿Verdad?

-No, no era eso. Por eso vengo a disculparme, déjame explicar.

Asentí con mis brazos cruzados.

-Michu, mi gato. El murió aquella mañana y ... Supongo que estaba de mal humor. No debí tratarte así por mis problemas. Perdóname - me extendió el ramo.

Lo tome y lo dejé sobre la mesa pequeña.

-Bien. Te perdono.

Me abrazó. Mierda, carajo, demonios, rayos y centellas. Luciano está abrazándome. Obviamente desde el cuello porque soy un pitufo a su lado pero igualmente es emocionante. Estoy haciendo contacto físico con el chico de mis sueños. ¿A cuantas chicas les pasa eso? Pocas.
No quería que aquel momento acabe pero ya se estaba volviendo incomodo.