Capítulo 5

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Al fin entramos a la habitación del hospital donde estaba la madre de la niña, quien al ver a su hija se le iluminaron los ojos y corrió hasta ella agarrándola y abrazándola llorando.

-¡Megan! Diosa mía, ¿estás bien? ¿Qué te hicieron? - dijo mirándola preocupada.

Yo llamé a un médico para que atendiera a Megan mientras su madre la miraba preocupada y buscando heridas. Salí de allí y fui con Shane quien esperaba afuera. Él me abrazó.

-Al menos ella no pasó por eso mucho tiempo... - murmuré aliviada y recordando ese momento.

-Es cierto, pero ya tienes que olvidarte de eso, Traicie...

-Quiero pero no puedo, tú no viviste ese momento - dije empezando a tener la voz llorosa -. Tu no fuiste apartado de nuestros padres a la fuerza y metido en una jaula de plata. Tú no fuiste torturado por los malditos cazadores y sus estúpidas armas de plata - empecé a derramar varias lágrimas por los recuerdos -. No sabes lo que se siente sentirse atrapado, sin salida y solo esperando la muerte cuando solo tenías cinco años...

-Lo sé, no me refería a eso... Lo siento.

Shane me abraza con más fuerza. Sabia que esta no era su intención pero era difícil para mí no pensar en eso y recordarlo. Shane me sacó del hospital y me llevó a casa.

Al llegar yo ignoré todo y subí hasta mi habitación, me tiré en mi cama, los recuerdos me golpean como martillos golpeando mi cerebro. Yo lloraba en silencio hasta quedarme dormida...

***

-¡Mamá, papá quiero salir a jugar a fuera! ¿Puedo? - miré la puerta del patio trasero.

-Claro, solo no te quedes mucho tiempo fuera. - dice mamá estando sentada en el sofá con Shane quien estaba viendo la televisión muy concentrado.

-¡Sí!

Papá me ayudó abriendo la puerta y yo salí disparada. Sonreí sintiendo el aire fresco ya que era lo que más me gustaba. Corrí por el patio, encontré mis juguetes regados por allí, ya que me había olvidado de ellos aunque mi madre me dijo que los recogiera... Ups...

Jugué con estos por bastante tiempo hasta que vi algo saltar a mi lado y vi a un conejo salido de los arbustos, me reí un poco y fui a por el conejo que obviamente huyó al verme.

-Espera, conejito...

Lo perseguí metiéndome entre los arbustos con él hasta perderlo de vista, pero cuando miré a mi alrededor, noté que estaba perdida... ¿Cuándo me adentré en el bosque? ¡Ni siquiera me había dado cuenta!

-¿Papi... ? ¿Mami? - los llamé pero no contestaron -¡Mami! ¡Papi... !

Comencé a sentir miedo, y pronto empecé a llorar mientras los seguía llamando y tratando de no perderme más en el bosque.

-¡Ma... !

Me detuve de golpe al escuchar algo detrás de mi que me alertó. Miré hacia atrás con miedo... pero esperanzada de que fueran mis padres o alguien de mi manada, pero no... Vi a un hombre grande, extraño y muy feo mirándome con una sonrisa.

-Oh, pero una pequeña niña no debería estar por aquí...

Por instinto sentí como mi cuerpo se medio transformaba en dragón, pero solo por unos segundos aparecieron mis escamas y mis ojos cambiaron. Eso lo sorprendió y pareció interesarle más.

-Una Hignis... reconocería esas escamas donde fuera... Esto es mucho mejor...

Él estiró su mano hacia mi y luego vi negro.

Después aparecieron fragmentos de como me torturaron, como me arrancaron algunas escamas que aparecían al transformarme por instinto. Quería huir pero mis alas eran muy pequeñas para levantarme, les escupí fuego hasta quedarme sin este... pero mientras usaban herramientas de plata que me quemaban al ser mitad loba y se dieron cuenta de eso. Fue así como descubrieron que era mitad loba.

Pero él mismo hombre camino hacia mi con una daga de plata y cuando la levanto para apuñalarme, volví a ver negro.

***

-¡Ah! ¡Papá! - grité -¡Papá... !

La puerta se abre rápidamente y sentí a mi padre abrazándome con fuerza y eso me ayudó a despertar. Siempre vi a mi padre como un superhéroe para mi, era la figura que necesitaba para sentirme a salvo... no digo que no funcione con mamá, pero papá es otro caso...

-Está bien, princesa... aquí estoy, no te preocupes. - él comienza a mecerme mientras yo sollozaba en su pecho y me calmaba poco a poco.

-¿Traicie... ?

Shane y mamá miraban desde la puerta. Por fin me separé de papá y me limpié las lágrimas.

-Lo siento... fue una pesadilla, no se preocupen, vuelvan a dormir.

-La misma, ¿verdad? - pregunta Shane.

Suspiré y asentí bajando la cabeza. Papá vuelve a abrazarme y ellos dos se acercan para hacer lo mismo.

-Tranquila, estamos aquí para lo que necesites. - dice mamá y besa mi cabeza.

Le sonreí y la abracé con fuerza y ella me corresponde.

-Lo sé, y los amo por eso... - mi voz volvió a salir llorosa.

-Princesa, siempre estaremos para ti...

-Siempre hermanita. - repite Shane.

-Los quiero...

Los abracé con fuerza a los tres, ellos me hicieron sentir mejor rápidamente y luego se fueron para volver a dormir. Yo suspiré y me quedé pensando sentada en mi cama, hasta que a mi mente llega mi Mate... Jean. ¿A qué se refería con "un tipo diferente de cazador"? ¿Por qué no nos mató a Megan y a mi?

Varias preguntas se forman en mi cabeza. Pero la principal era si... ¿Lo volvería a ver? Yo quisiera hacerlo, quiero respuestas... y tal vez... intentar que me acepte.

LOS HÍBRIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora