EXTRA || Irina ||

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Narra Irina

Resoplé preocupada mientras sostenía la prueba de embarazo positiva frente a mi. No puedo creer que esto esté pasando, ¿qué haré ahora? Reece no sabía sobre las anteriores pruebas que me había hecho, que habían salido negativas, y ahora tenía que decirle esto...

Y lo peor, es que no sé... si quiera esto. Digo, no sé como ser una madre, no me siento lista...

-¿Irina? - reaccioné rápido cuando lo escuché tras la puerta de la habitación.

-¡Espera... !

Miré a todos lados, pensaba en esconder la prueba o tirarla, pero entonces lo pensé mejor... ¿qué ganaría escondiéndole esto? En algún momento se dará cuenta, suspiré derrotada y dejé que entrara, aunque me temblaran las manos. Él me ve y luego pasa su vista a lo que traía...

-¿Eso es... ?

Asentí antes de que termine la pregunta, tragué grueso mientras se acercaba y se lo tendí sin mirarlo. Se quedó en silencio mucho tiempo, no me animaba a verlo. Pero entonces lo sentí agachado frente a mi, apoyó su mano en mi mejilla y me hizo voltear para verlo.

-¿Qué pasa? ¿Tienes miedo de esto? Sabes que cuentas con mi apoyo... no planeo dejarte sola, si es eso lo que te preocupa.

-Lo sé, no es eso... - mi pierna se movía mucho, él apoyó su mano en mi rodilla y me detuve.

-¿Entonces? Dime qué te molesta, Irina... puedes confiar en mí y lo sabes.

Asentí sonriendo apenas, me aliviaba tenerlo... he de admitir, bajé la cabeza para ver su mano en mi rodilla, apoyé la mía sobre la suya y resoplé.

-No sé si seré una buena madre... tengo miedo... No estaba preparada para una responsabilidad así, pero sé que es mi culpa... porque yo no me cuidé y...

-En todo caso, es culpa de ambos. Esto no fue solo tu decisión, Irina. - me sentí regalada con dulzura -. Esto lo hicimos juntos, pero ahora quiero saber... ¿Planeas... ?

Abrí los ojos de par en par al momento en que la frase se termina en mi cabeza, no en voz alta.

-¡Por Dios, no! No sería capaz de... abortar... - apoyé mis manos en mi vientre -. No podría...

Sentí cierto alivio en él, pero aún así lo escondió y me tomó por la cintura.

-Entonces, ¿qué quieres hacer? Sea lo que sea, te apoyaré...

-¿Me apoyarás si digo que... lo tendremos? No estoy lista para esto, pero... ya sucedió y no me imagino dándo a luz a un hijo al que abandonaré. Sería lo mismo que matarlo... no puedo hacerlo.

-Entiendo, y claro que te apoyaré. No mentiré, me causa felicidad oírte decir que quieres tener a nuestro hijo, pero no pienso obligarte a criar a alguien que no quieres. Me haré cargo yo, si no te sientes cómoda...

-Tranquilo, Reece... lo haré, lo puedo intentar... pero sí te necesitaré para eso.

Acaricia mi mejilla y besa mis labios con necesidad.

-Estaré para ti siempre.

Sonreí y fui yo quien lo besó esta segunda vez. Poco a poco me fui echando hacia atrás y él hacía adelante, su mano acomoda mi cabello y pasa por mi cuello, hasta encima de su marca, provocándome tantas sensaciones placenteras que me hicieron calentar de inmediato. Descubrí este efecto que él tenía sobre mi... y me encantaba sin darme cuenta.

-Reece...

Nos miramos con lujuria y deseo, nos despojamos de nuestras prendas que molestaban a nuestro intento de unirnos completamente. Reece me acariciaba más suave que otras veces, me besaba con más ternura que salvajismo. Bajó sus besos por mi pecho hasta mi vientre, donde deja un beso más largo, y me mira.

-Gracias...

No respondí, solo acaricié su mejilla hasta que bajó más y lamió mi entrada. Me sobresalté y gemí repentinamente. Reece lo hizo rápido y yo apreté las mantas.

-¡Oh Dios... Reece... ! Ah...

Me arqueé y él metió su lengua hasta donde esta alcanzó, que no fue tan corto. Fue así como consiguió calmarme, todos mis miedos desaparecieron y él me demostró de muchas maneras que contaba con su ayuda y presencia en todo momento. Jamás creí que pasaría esto pero... lo amo. Era todo lo que sabía.

LOS HÍBRIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora