LOS HÍBRIDOS

Capítulo 31

Solo había una forma para resolver esto... nadie quería hacerlo pero debíamos. Así que luego de discutirlo, llegó el momento de ir al sitio que nos dijo el Hechicero, a la hora acordada.

-No quiero hacer esto... - expresa Shane con tristeza y desánimos.

-Lo harás, en eso quedamos. - respondí.

-No quiero abandonar a mi única hermana...

-Pues tendrás que hacerlo - lo abracé y él se aferró a mí -. Sé fuerte, Shane...

Ellos vienen a despedirse de mí, uno a uno me abrazan y luego los obligué a marcharse. Me quedé sola. Miré hacia donde se habían ido, luego sentí un fuerte viento que me hizo voltear y ver al hechicero con un gran grupo de rogues que traían a Cal y Jean. Ambos en estados deplorables.

-¿Y los demás? - preguntó.

-Solo yo. - respondí.

Levanta una mano y la cierra en un puño, al instante Jean se queja del dolor y se retuerce, resistí mis impulsos de ir y atacar al hechicero.

-Ese no era el trato niña, trae a los otros.

-No los necesitas; yo sé lo que quieres y conmigo lo conseguirás, créeme - me acerqué a él -. La primera hija de la última Hignis y el Alpha más poderoso... - di un paso más y el grupo de rogues gruñen -. Vida eterna, te la doy; poder, más del que tú crees... solo me necesitas a mí.

Él sonríe mientras lo considera, los rogues no dejaron de gruñir hasta que él levanta la mano y los calla.

-Esta bien..

Suelta a Jean y al igual que él, Cal también cae al suelo cuando los rogues lo tiran. Yo corrí hasta ellos y abracé con fuerza pero no tanta para no lastimarlos. Miré a Jean y él volteó a verme preocupado... Cal ni siquiera abre los ojos.

-Estarán bien, lo prometo... - susurré.

Jean parecía querer decir algo pero no podía hacerlo, yo le sonreí y besé su frente.

-Tranquilo... estaré bien.

Los dejé y me quise levantar pero Jean, con esfuerzo, me toma por el brazo para impedir que fuera con el hechicero. Le sonreí para no preocuparlo tanto y me agaché para besarlo intensamente en los labios, se aferra a mí cuanto puede pero no tuvo la fuerza suficiente para evitar que me separen de él con brusquedad. Gruñí apartando la mano de aquel rogue.

-No. Me toques...

El hechicero se acerca.

-Diles adiós, y nos vamos.

Se da la vuelta para reorganizar a sus lobos. Yo sonreí ampliamente y saqué mis garras sin que los demás se dieran cuenta.

-Me parece... que el que tiene que decir adiós, eres tú.

El hechicero se voltea pero al instante le hice una herida profunda en el cuello, se apartó sujetándose este. Los lobos no tuvieron tiempo de reaccionar cuando me volví a mi forma lobuna y aullé. Mi manada aparece y rápidamente atacan a los que intentan lastimarnos.

Rompí las cadenas de mi Mate y primo, antes de comenzar a atacar al grupo de rogues sin. Vi como uno pensaba en lastimar a Jean para hacerme desconcentrarme pero yo corrí consiguiendo colocarme frente a él para luego arrancar su cabeza. El hechicero se levanta cuando su herida fue mayormente sanada y eleva una mano hacia mi. Me sentí paralizada... no podía mover ni un dedo.

-¡Suficiente! - grita.

Hace que mi cuerpo empezara a doler como si me estuvieran torturando de la peor manera, pero todo ese dolor acaba cuando el hechicero recibe una bala en el brazo, por parte de Connor; y Shane salta sobre él. Salí de la parálisis y suspiré profundo aunque mis piernas temblaban así que caí al suelo por un momento. Diosa ese dolor fue horrible...

Noté a mi lado, un lobo queriendo atacarme, pero recibe un balazo en la cabeza antes de acercarse a mí. Irina corre hasta mi lado, me levanté y sacudí mi cuerpo para quitarme el temblor, la miré por un tiempo pero salté sobre ella para detener al lobo. Peleé en dos patas junto a él hasta alcanzar su cuello y tirarlo al suelo. Fui a por otro, y ella igual.

Rugí en el momento en que vi a un rogue acercarse a Cal, corrí pero una bruja me lanza un hechizo que me aparta del camino hasta mandarme tan lejos como se le fue posible. Me levanté sin importarme nada y corrí de regreso, pero alcancé a ver como Reece ayudaba a su hermano.