LOS HÍBRIDOS

Capítulo 2

-Wau, ustedes son... wau... - dice Melanie sorprendida por ambos.

-Sí, no hay manera de describirlos, ¡Son únicos! - menciona Laila.

Yo fui hasta el río a un lado de nosotros y me miré en el reflejo de este, abrí los ojos de par en par y hasta retrocedí un paso por la sorpresa.

"¡Diosa mía! ¡Rox! ¡Eres hermosa!"

"Somos*, tú también eres muy hermosa"

"Aw gracias"

Cerré el link y me seguí contemplando, realmente eramos únicos, ¿a caso se debía por ser híbridos? Ambos teníamos algunos detalles en rojo, pero mis detalles y yo tenía el pelaje grisáceo con zonas negras mientras que Shane era rojizo con la parte de abajo blanca.

Me distraje un momento por un extraño y escaso olor a fresas y orquídeas, pero desapareció y ni siquiera pude distinguirlo bien. ¿Habrá sido mi imaginación? Lo dejé pasar y fui hasta Shane quien igual se me acercaba.

-Tanto dolor ha valido la pena... - habla Shane antes que yo.

-Lo mismo pensé. ¿Cómo se llama tu lobo? Es muy lindo.

-Se llama Coba, ¿y la tuya? - pregunta.

-Roxanna.

-Es muy linda también.

Nos abrazamos por un segundo hasta que fue el momento de regresar a la manada junto a los demás. Pero poniéndonos en marcha, me detuve en seco al volver a percibir ese olor a fresas y orquídeas...

"Mate..."

"¿Qué? ¿Ya?"

-Traice. ¿Qué pasa? - pregunta Shane junto a mi pero no respondí.

Olfateé el aire y al dar con su ubicación salí corriendo. Pero se movía, lo estaba perdiendo... ¿Por qué no viene hacia mi? No debo dejar que se vaya...

-¡Traicie! - Shane corría detrás de mí pero no le prestaba atención.

Seguí corriendo hasta perder el rastro y eso me frustró. Olfateé en diferentes direcciones pero gruñí molesta y golpeé el suelo con una pata.

-¿Qué te pasa?

-Percibí a mi Mate... - finalmente le respondí.

-¿En serio? ¿Tan rápido? - asentí - ¿Y qué sucedió? ¿Dónde está?

-No lo se... Yo... perdí su rastro. - gruñí de nuevo pero suspiré agachando la cabeza.

Shane se me acerca y se pasa junto a mi para animarme.

-Tranquila, ya lo encontrarás.

Me da una pequeña lamida en la cabeza como muestra de apoyo y cariño, le dediqué una pequeña sonrisa antes de indicarle que nos fuéramos. Aunque al empezar a caminar, me detuve de nuevo para observar al bosque por si volvía a aparecer ese olor... pero al no obtener nada, seguí mi camino de regreso a la manada.

-Cariño, ¿que ocurrió? - pregunta mamá al vernos de regreso.

Me acerqué a ella y busqué consuelo en sus brazos, chillé un poco desanimada y ella me acaricia.

-Es que... creí que encontraría a mi Mate pero perdí su rastro...

-Okey, me sorprende que lo hayas percibido ya, tan rápido... Pero cariño... no te preocupes, lo volverás a encontrar.

-Eso espero...

Llegamos a casa y Shane y yo nos volvimos a nuestras formas humanas para entrar; estábamos tan cansados que cada uno fue a su habitación y yo, nada más tocar mi cama, me quedé profundamente dormida. Eso de la primera transformación si que era agotador.

***

***

-Tranquila. Respira profundo y ten confianza en ti misma, lo harás muy bien - habla mamá y yo intentaba hacerle caso.

Hoy me presentaba como la nueva Alpha de la manada; ahora mismo mi padre estaba haciendo su discurso y yo estaba a nada de subir donde él y reclamar el puesto. ¡Los nervios eran peor que en mi transformación!

-Sin más que decir... Es un honor para mi presentarles a su nueva Alpha, mi hija... Traicie Black.

Al instante en que mi padre dice mi nombre, toda la manada explota en vítores y aplausos que me pusieron más nerviosa. Mamá me da un leve empujón y yo subí al escenario donde estaba mi padre tendiéndome la mano y sonriendo. Cuando me vieron los aplausos y vítores se hicieron aún más fuertes. Mi padre hace una simple seña con la mano y ellos acaban sus aplausos para dejarme hablar.

Quisiera que alguna vez tuvieran ese mismo respeto hacia mi...

-Muchas gracias... a todos. Es un verdadero honor y un placer el estar aquí y tomar este cargo tan importante. Espero llegar a ser una Alpha digna de ustedes y... quizás y hasta mejor que mi padre, pero eso ya es ser ambiciosa.

Miré a papá sonriendo al igual que él lo hacía, asiente una vez. Yo suspiré y volví la mirada a la manada.

-Yo...

-¡Traicie Black! - todos miramos hasta donde estaba aquella persona -. Te desafío... a un duelo por el puesto de Alpha.

Rodé los ojos mientras que Soraya y todos los demás esperaban mi respuesta. Esto era estúpido... pero debía aceptar o todos pensarán que soy una cobarde y no me tendrán respeto.

-Acepto.

Soraya ha sido la que más me ha envidiado por ser hija del Alpha y heredera. Según ella, yo no debí ser hija de mis padres pero ella sí. Como si esa decisión fuera nuestra...

Mi familia sube hasta estar junto a mi, miraban fulminante a Soraya pero mi padre da un paso al frente.

-A la arena. Allí se decidirá quién conservará el puesto como Alpha.

Todos murmuran pero se dirigen al lugar del duelo. Nosotros fuimos también pero antes de entrar mi mamá me detiene.

-Sabes que puedes con ella; y cuando ganes, tienes que desterrarla, así son las reglas. - dice mamá.

-Lo sé, y lo haré.

Asentimos y mamá me da un beso en la frente como muestra de apoyo. Ella se va a su puesto junto a papá y Shane, mientras que yo entraba a la arena donde ya estaba Soraya esperando ansiosa.

-Eh estado esperando tanto por este momento. Derrotarte será tan fácil...

-¿Eso crees? - sonreí con arrogancia -. Ten cuidado con lo que dices, Soraya... porque puede ser que "accidentalmente" termines siendo cenizas en lugar de solo una perdedora.

Ella parece recordar que soy híbrida, vi como tragó grueso pero trató de no flaquear ahora. Sonreí con victoria mientras ella gruñía. Entonces, mi padre da la señal.

-Comiencen.

Soraya fue la primera en atacar. Se transforma y corre hasta mi, intenta morderme pero yo salto y ella pasa por debajo debajo, intenta morderme aún así mientras estoy arriba pero le doy una patada que la hace golpearse contra el suelo.

Se levanta rápido; vuelve a intentar morderme, esta vez lo consigue, muerde mi antebrazo al momento en que la bloqueé. Apreté los dientes pero sonreí de lado llamando su atención, hice que mi cuerpo ardiera y ella me suelta chillando de dolor. Suspiré e hice tronar mis dedos y mi cuello.

-Mi turno...

Ella baja sus orejas y esconde su cola lobuna entre sus patas traseras al mirarme. Pero esto lo había provocado ella, no podía retractarse más... Me transformé en loba y corrí hasta ella.