Capítulo 43

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En el mismo instante en que llegamos y me dijeron que Jean había despertado corrí hasta él y me lancé sobre él pero sin lastimarlo.

-Idiota... nunca más me vuelvas a asustar... - lloriqueé mientras lo abrazaba con entusiasmo de verlo bien.

Pude escuchar una mini risa de su parte y siento como su brazo fornido sube por mi espalda y me abraza igual.

-También te quiero Traicie.

Me reí leve -. Sabes que te amo, Jean.

Ambos nos separamos para mirarnos a los ojos pero no duramos mucho tiempo hasta que unimos nuestros labios en un beso incontenible para ambos, pero que fue interrumpido por el llamado a la puerta.

-Alpha, si me permite... le haré unos análisis a nuestro Lun.

Gruñí inconscientemente al saber que la enfermera tendría que tocar a Jean para los análisis. Jean ríe un poco mientras acaricia mi mejilla y yo suspiré antes de levantarme.

-¿No puede ser un doctor el que lo atienda? - cuestioné entre dientes y algo apenada por los celos que no puedo controlar bien.

-V..Veré que puedo hacer Alpha, es que por el momento no hay muchos enfermeros disponibles... - responde ella agachando la cabeza.

-Está bien, puedes atenderlo... - grupo frustrada -. Pero controlarás tus manos y ojos, ¿si?

Ella asiente repetidas veces y de forma rápida. Asentí convencida le amenazo, ella asiente repetitivas veces y yo me quedo mirándola. Ella nerviosa y temblorosa hace su trabajo. Jean me ve y niega sonriendo con diversión.

-Y luego te quejas de los celos de hermano de Shane.

-Ay... calla.

Vuelve a reír pero la enfermera pasa a revisarlo por completo, sinceramente sí me estaba controlando para no quitarle sus manos de encima, aunque no podía evitar gruñir un poco. Luego de un par de varios minutos atrasados por mi culpa... La enfermera, finalmente se aleja de Jean y me mira.

-Alpha, su mate está muy bien, por suerte la bala no alcanzó a perforar algún órgano vital, por lo tanto le podemos darlo de alta. La recuperación la pasará en su hogar donde estará más cómodo - menciona.

-Ya veo... está bien. Gracias.

Ella hace una reverencia antes de irse, pero a la habitación entra mi madre junto a Connor, nos habían traído algo de ropa por la que cambiarnos entonces le di su espacio a Jean para cambiarse en la habitación y yo fui al baño de afuera. Cuando regresé, ya cambiada de ropa, lo vi de pie con su ropa negra. No pude evitar pasear mi vista por su cuerpo, menos cuando la remera que llevaba era una sin hombros, con cuello, y pegado al cuerpo...

Solté una exhalación profunda a la par que "disimuladamente" me mordía el labio inferior e imaginaba cualquier escena nada inocente en mi cabeza. Hasta que su risa me trajo a la realidad.

-¿Disfrutando de las vistas?

-Bastante, sí... - respondí honesta a lo que él sonríe más.

Me acerqué y lo abracé con ternura y alivio a la vez. Aunque... no iba a mentir, también quería sentir ese cuerpo tan trabajado que tiene. ¡Es que Diosa... es perfecto!

-Me alegra de que estés bien, Jean.

-A mi me alegra de que tú estés mejor, Traicie.

Nos separamos solo un poco, él aún me sujeta por la cintura al igual que yo apoyaba mis manos en su duro pecho. Me estaba conteniendo, en realidad, para no apretar mis manos allí...

-¿Nos vamos? - pregunté.

-Vamos.

Nos tomamos de las manos para salir de la habitación y luego del hospital, llegando al estacionamiento donde estaban los demás mirándonos sonrientes aexceñcion de mi padre y mi hermano, quienes se cruzaron de brazos y miraron mal a nuestras manos. Rodé los ojos, pero Connor agarra a Shane y lo hace dejar de mirarnos en el momento en que besa a mi hermano. ¡Te amo, cuñado!

Me reí un poco junto a Jean, pero le estiré de la mano para hacernos volver a caminar para acercarnos a ellos, y así regresar a casa.

LOS HÍBRIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora