Capítulo 24

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-Unos minutos no cuentan.

Reaccioné cruzándome de brazos y sacándole la lengua a mi hermana quien rueda los ojos.

-Qué inmaduro. - respondió Traicie.

-Y tu amargada.

-Niño.

-Pendeja.

-Cara culo.

-Idiota.

-Imbécil.

-Estúpida.

-Infanta.

Antes de que sigamos, mamá se acerca a nosotros y yo ya me vi corriendo por mi vida.

-A ver, ustedes... ¿Qué son esas palabras? - Traicie y yo bajamos la cabeza -. No quiero volver a escucharlos insultándose o para la próxima me saco el zapato y les doy con lo que tenga. Y ruegan porque no sea un zapato de tacón.

Nos miramos pálidos pero asentimos varias veces y sin detenernos hasta que nos dolió el cuello. Pero entonces vimos como entraban a la habitación Irina con Reece, todo mi buen humor comenzaba a flaquear pero Connor me sujeta la mano y me hace concentrarme en él. Suspiré y miré a mi hermana para saber su reacción, aunque ya lo sabía...

Narra Traicie

Miré completamente seria y molesta hacia Irina y Reece, aunque ambos se veían apenados, o arrepentidos. No me importaba en realidad, pero Reece se acerca unos cuantos pasos.

-Traicie, ¿podemos hablar?

Lo miré un segundo, supongo que... podría escuchar lo que tenía para decir. Asentí y ambos salimos de la casa, seguía de brazos cruzados y mirándolo mal.

-¿Qué quieres? - pregunté borde.

-Disculparme... Tienes razón, yo no puedo entenderte y no debería suponer que sí... ni tratarte como lo había hecho.

-Exacto, no debiste. Y menos estando en mi manada, frente a mi casa, amigos y familia... Nos vimos tan poco... así que no esperes que pueda considerarte parte de mi familia después de esto. No me importa quienes sean tus padres para los míos o para mi.

-Lo sé y eso si puedo entender... ya que me lo merezco; pero quiero empezar de nuevo contigo. Estoy muy arrepentido, e Irina igual... me explicó todo, pero ahora quiero escucharlo de ti... quisiera que me expliques mejor que fue lo que pasó...

-Por ahora no estoy dispuesta ni a perdonarla a ella, ni a ti... Pero... creo que podría decirte mi versión.

-Por favor...

Suspiré y asentí, le conté todo lo que sucedió en esa batalla donde ella me disparó, como me sentía y como no podía controlarme pero eso a ella no le importó. Él me escuchaba sin interrumpir y se veía aún más arrepentido.

-Ya veo... Todo concuerda con lo que dijo Irina.

Me sorprende que ella pudiera haberle dicho la verdad. Sinceramente esperaba a que le mintiera, le mintiera a todos y tratar de ponerlos en mi contra.

-Pero hay algo que aún no comprendo... ¿Cómo es que empezaste a odiarla tanto?

Resoplé un poco de mala gana pero respondí.

-Al comienzo no la odiaba... solo... la veía muy cerca de Jean, muy apegados. Me sentí celosa aunque no quería; de entrada tuve una mala impresión de ella. Creía que gustaba de mi Mate. Luego pasó lo que pasó... y al final mi otra personalidad me terminó convenciendo y aumentando mi odio...

Me senté en los peldaños de la entrada y Reece junto a mi, aunque guardando su distancia para no molestarme.

-Tú sabes lo celosos que pueden llegar a ser los lobos Alpha y los dragones... Ser hibrida de ambos no es fácil, y menos tener una personalidad corrompida por un hechicero que quiso controlarte...

-No puedo entender por completo lo de la personalidad corrompida... pero comprendo que no debió de ser fácil. Aunque también puedo decir que sí entiendo los celos, soy un híbrido como tú... aunque no sea Alpha... los celos sí pueden ser un problema.

Asentí, ambos nos quedamos en silencio pero después de hablar... ya no era tan tenso. Pero eso no significa que lo perdonaba, solo que dimos el primer paso para llegar a ello...

-Como te dije... no puedo perdonarlos aún, pero ahora tampoco los echaré de aquí. Puede quedarse, y no tendré problemas con eso.

-Gracias Traicie... y en serio lamento lo que pasó.

-Lo hecho, hecho está... solo nos queda aprender y seguir adelante. No te preocupes, estamos bien.

Él sonríe un poco. Ambos nos levantamos y regresamos a dentro, el ambiente allí había cambiado. Mis amigos y familia veían la televisión juntos mientras algunos hablaban, nos vieron entrar y sonrieron.

-¿Cómo... va todo? - pregunta mi tía.

-Pues... no lo voy a matar, y volvimos a hablar... así que por el momento bien. - respondí.

Ellos sonríen con algo de diversión, pero yo miré a cada uno mientras buscaba a Jean, noté que Reece también buscaba a Irina.

-¿Y Jean? - pregunté.

-Irina y él también necesitaban hablar y resolver las cosas... - responde Connor algo dudoso pero lo hace honestamente; Shane, que estaba a su lado con sus brazos sobre el respaldo del sofá lo mira asintiendo para darle a entender que hizo bien en responder -. Son compañeros... necesitaban hacerlo.

Lo podía comprender, así que asentí sin armar un drama... pero entonces escuché sus risas cómplices cuando se acercaban desde la cocina. Aunque antes de entrar por completo a la sala... ellos se abrazan... Reece y yo soltamos un gruñido a la par. Eso no ayudaba a querer estar bien con Irina.

-Chicos... - Connor llama la atención de ambos, Shane nos apunta con la cabeza.

Jean e Irina nos miran y se separan al instante. Irina, al verme, parece algo dudosa y aún arrepentida. Miré a Jean que me miraba esperando que dijera algo, rodé los ojos y resoplé.

-Escucha, no le arrepiento de intentar matarte porque tú hiciste lo mismo así que te lo tenías merecido... - Jean encarca una ceja -. Pero... supongo que... lamento... suponer cosas sin conocerte ni saber del asunto...

Diosa, me había costado. En serio no me agrada Irina. Jean asiente un poco agradecido por dar ese primer paso, aunque según yo ella tuvo que hacerlo... pero bueno, ya no importa.

-Yo también lo siento... por todo...

Asentí una vez mientras me cruzaba de brazos y suspiraba pesadamente. Jean se me acerca y me abraza por la cintura, Reece se acerca a Irina.

-Supongo que todo entre ustedes terminó...

-Si no intentan matarme de nuevo, sí.

Él me abraza aún más y yo no pude evitar sentirme mejor, apoyé mi cabeza contra su pecho oyendo claramente su corazón latiendo... era tan relajante...

-No te preocupes... ella no volverá a hacerlo. Y de igual forma cualquiera que lo intente me tendrá en su camino.

Suspiré calmada y agradecida... Realmente era reconfortante saber que tenía a Jean de mi lado, no quería perderlo nunca.

LOS HÍBRIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora