LOS HÍBRIDOS

Capítulo 8

Narra Shane

Al desmayarse, Traicie regresa a su forma humana. El cazador la mira pero yo me apresuré a cargar a mi hermana notando la sangre que salía de tres puntos distintos de su cuerpo. Papá gruñe al cazador pero yo lo detuve.

-Papá, Traicie dijo que no... - le recordé.

-Pero es un cazador.

-Yo tampoco lo entiendo, más viniendo de ella... pero tendrá sus razones.

Mamá apoya su mano en el hombro de papá y asiente dándome la razón.

-Esperemos a que ella despierte y nos dé explicaciones.

-Bien. Pero no me arriesgará. Enciérrenlo.

Unos guardias sujetan al cazador antes de que se levante, pero él ni siquiera hizo el intento de defenderse o sacar alguna de sus armas.

-Esto me gano por ayudar y quedarme... - murmura y ríe con ironía.

Lo miramos atentos mientras los guardias se lo llevaban, pero yo no perdí más tiempo y salí corriendo con mis padres detrás, hasta el hospital. La atendieron rápidamente, se la llevaron en una camilla y nosotros esperamos noticias de ella. Pasaron horas, y entonces pudimos ver al doctor salir de la habitación.

-¿Cómo está... ? ¿Es grave? - preguntamos rápido.

-Las heridas fueron graves, las balas pudieron perforar algo importante... pero por suerte la tratamos a tiempo, está fuera de peligro pero aún inconsciente. Lo importante es que nuestra Alpha estará bien...

Nosotros suspiramos con mucho alivio al escuchar eso, le agradecemos al doctor pero yo me acerqué a papá.

-Iré a ver al cazador, avísenme si despierta.

-Claro, lo haremos.

Asentí. Me salí del hospital y fui hasta los calabozos; los guardias me abrieron las puertas y me guiaron hasta la celda donde estaba este. Les hice una seña y ellos me dejaron a solas con el cazador.

-Y yo que creía que la primera visita que tendría sería Traicie... Por cierto, gracias por evitar que tu padre me matara. Debo decirlo.

-¿Cómo es que conoces a mi hermana?

-De ayer, me encontró cuando estaba por devolverles a la niña que los cazadores tenían.

-¿"Devolver"? Ahá, ¿y mi hermana te creyó eso.? - me crucé de brazos, él se encoge de hombros.

-Ella quiso creerme, porque eso estaba haciendo... Ya se lo expliqué a ella, lo que hago y porqué lo hago - suspira profundo -. Por cierto... ¿Cómo está ella... ?

-¿Te preocupa? - cuestioné curioso.

-En realidad sí - no iba a mentir, si me sorprendí por su honestidad -. Me salvó y yo a ella, pero aún así se llevó heridas graves.

Lo miré un momento, sí parecía decir la verdad en todo momento. Incluso prestaba atención a sus pulsaciones para saber si mentía en algo, pero no... Resoplé.

-Ella está bien, ya la trataron y está fuera de peligro, pero aún no despierta.

Él asiente comprendiendo, ambos nos quedamos en silencio por un segundo más.

-¿Cómo te llamas? - pregunté.

-Jean Elder. - respondió.

-Respóndeme esto: Eres un cazador... pero devuelves seres sobrenaturales a sus manadas. Dime la razón y yo decidiré si creerte o no.

-Ser un cazador sería mi cubierta, una tapadera para que me acepten entrar en las instalaciones... Pero mi trabajo no es cazar sobrenaturales, yo libero a los que puedo porque no tienen porqué pasar por esas cosas horribles que hacen los humanos.

-Entonces debo suponer que eres de los buenos.

-Si así lo quieres ver tú, pero yo no pienso que en esto hayan buenos y malos. Aquí todos actúan a su conveniencia o por supervivencia.

-¿Qué? - fruncí el ceño.

-Algunos humanos investigan a lo desconocido, ganas dinero vendiéndolos. Otros solo porque los atacaron o creen que los atacarán. Los sobrenaturales atacan por sentirse amenazados también o para protegerse... Así funciona, hay batallas por diferentes razones, y cada bando cree que hace lo correcto.

Me quedé callado por sus palabras, trataba de pensarlas mejor y analizarlas. Él ya no dice nada pero antes de que yo pueda hacerlo escuché la voz de mamá.

-Shane, Traicie despertó.

-Enseguida voy.

Cerré el link con ella, me gané la atención del cazador. Lo miré y suspiré profundo.

-Traicie despertó...

-Me alegra oír eso.

Dudé un poco en lo que iba a hacer pero fui a llamar al guardia y le pedí que abriera la celda.

-¿Vienes o te quedas?

-Si evitas que tu padre me mate...

Asentí tratando de ocultar que eso en realidad me había causado gracia. Él vino conmigo y ambos fuimos rápidamente hasta el hospital. Lo miré de reojo mientras caminábamos, tenía una ligera sospecha de porque Traicie lo había protegido de papá...

-¿Sabes lo que es un Mate? - le pregunté de forma repentina.

-Las parejas destinadas de los lobos, ¿no? Me informaron de eso. ¿Por?

-No... Nada...

Aparté la mirada hacia el edificio médico. Entramos a este y rápidamente fuimos a la habitación donde pude escuchar la conversación antes de entrar.

-Papá, ¿m..mataste al chico...? - mi padre gruñe frustrado pero responde.

-No. No lo hice...

-Gracias... - sonaba muy aliviada. Yo abrí la puerta pero no se dieron cuenta por el momento.

-Pero Traicie, ¿quién es el? - pregunta mi madre.

-É..Él es mi Mate...

Lo sabía. Miré a Jean quien abrió los ojos de par en par y se quedó paralizado, o eso parecía.

-¿Qué? ¿En serio? - pregunta mamá sorprendida.

-¿Estás segura? - esta vez fue papá.

-Muy segura, es mi Mate, así que no lo maten... Sé que es un cazador... pero no uno como el que ustedes creen. Además, él me salvó, salvó a la niña e incluso nos ayudó hoy. ¿No merece estar vivo al menos?

Nadie más responde y ellos seguían sin darse cuenta de nuestra presencia. Me sorprende que Traicie no haya notado aún a Jean, aunque creo que es más porque acaba de despertar y sus sentidos aún están sedados.

-Interesante... - escuché a Jean.

-Denle una oportunidad, solo una. - dice Traicie.

Mis padres se miran pero entonces Traicie parece recobrar el sentido del olfato, porque aspira profundo y mira hacia la puerta.

-Shane...

Finalmente llamé la atención pero me hice a un lado y le hice una seña con la cabeza a Jean para que entrase y así lo hizo. Mi padre se levanta pero mi madre lo retiene.

-Jean... - murmura Traicie.

-Hola preciosa... - papá gruñe pero Jean se sigue acercando a Traicie y mira todas las máquinas a las que estaba conectada -. Me alegra saber que estás bien...